SEGUROS
Todo lo que cubre el seguro de vivienda y usted no sabía
Las pólizas que amparan el hogar han venido evolucionando desde las tradicionales coberturas de terremoto e incendio hasta, hoy en día, los daños a terceros.
Es mucho más común de lo que parece: luego de un corte de agua por mantenimiento de las redes hidráulicas del edificio, alguien deja abierta una llave del lavamanos y, al restablecerse el servicio, se inunda el baño y parte del corredor de acceso. Al rato sube el vecino del apartamento inmediatamente inferior a reclamar por la filtración de agua y por el arreglo inmediato, con la insuficiente respuesta de que se hará pero cuando haya plata…
Esta historia, como muchas otras, es el drama diario de millones de personas que actualmente conviven en edificios de apartamentos y que, por no prever las consecuencias de los siempre posibles accidentes domésticos, tienen que endeudarse o simplemente afectar su flujo de caja para cubrir los arreglos.
La buena noticia es que en la actualidad las pólizas de hogar no sólo existen para proteger los bienes inmuebles y el contenido valioso que permanece en ellos, sino también los perjuicios a terceros que se puedan presentar por un daño en la propiedad. Varias compañías aseguradoras ofrecen seguros especializados en el hogar, adaptados a las necesidades actuales para los propietarios e, incluso, los arrendatarios de vivienda.
Una póliza completa de hogar debe cubrir incendio y terremoto, pero también incluir las coberturas para daños por agua, inundación, granizo, huracán, vientos fuertes, avalancha o deslizamiento, además de los daños causados por terceros mal intencionados.
Según Bernardo Serrano, CEO Deputy de AXA COLPATRIA, “Resulta fundamental que la persona cuente con la asesoría adecuada y tenga claridad en la información acerca del alcance de la póliza para evitar cualquier confusión. Una vez el cliente se encuentra informado, conoce con exactitud los cubrimientos de la póliza y cuáles son los riesgos que se encuentran amparados.”
Dentro de las coberturas adicionales hay que tener en cuenta aquellos que amparen adicionalmente sustracción, daño interno de equipo eléctrico y electrónico, rotura de maquinaria, responsabilidad civil extracontractual, accidentes personales y coberturas por pérdida de arrendamiento (es decir, el lucro cesante por no recibir el canon dada una afectación), gastos por alojamiento temporal (en un hotel, en caso de que la propia vivienda quede inhabitable) y asistencia domiciliaria (Servicios de atención para emergencias menores como vidriería, plomería, cerrajería, electricistas, etc.).
Uno de los principales obstáculos para adquirir los seguros en Colombia es la percepción de su costo/valor. Sin embargo, aquellas personas que se han visto en riesgo de patrimonio –sea por fenómenos naturales, por accidentes domésticos o por daños a terceros–, tienen una percepción diferente: gracias al seguro han continuado su vida con la tranquilidad de haber previsto y sin ninguna afectación económica.
Así, el costo del seguro puede ser una variable para la adquisición, sin embargo, es igual de importante verificar el respaldo de la compañía con la que se está adquiriendo, la experiencia en su comercialización, la agilidad y facilidades para realizar una reclamación en caso de siniestro, los deducibles y el servicio que se presta a sus asegurados. Por ejemplo, para un apartamento de 100 millones de pesos ubicado en el Norte de Bogotá, con un contenido de 20 millones de pesos, una póliza podría costar desde 215 mil pesos antes de IVA.
Dentro de los muchos seguros que se consiguen en el mercado, el consumidor debería dirigir su decisión, según los siguientes criterios:
Las pólizas tradicionales que, por su característica de cubrir múltiples riesgos, permiten el amparo total de la vivienda (el edificio y sus contenidos) ya que traen como beneficios la flexibilidad de poder escoger entre los valores ofrecidos por asegurar o mediante una cotización. Este tipo de pólizas no requieren inspección, la suscripción es fácil, pueden cubrir accidentes personales y, además, cuentan con un servicio de asistencia domiciliaria para emergencias las 24 horas los 365 días del año.
También están las pólizas básicas que, como su nombre lo indica, ofrecen protección básica a las edificaciones y sus contenidos contra los riesgos de pérdidas o daños materiales que los puedan afectar. Tienen por objeto indemnizar al asegurado por los perjuicios materiales que sufra debido a la pérdida de los bienes asegurados como consecuencia de la realización de uno de los riesgos amparados en la póliza. Dentro de los beneficios de este tipo de pólizas están la facilidad de suscripción con la posibilidad de escoger opciones sobre los valores ofrecidos por asegurar, no se requiere cotización ni relación de bienes asegurados, operan bajo la modalidad de aseguramiento a primera pérdida sin aplicación de infraseguro, la cobertura inicia en el momento de adquirir el seguro y cobertura opcional de accidentes personales.