OPINIÓN
No entendemos el feminismo
Blu Radio, Héctor Abad y Mauricio Pombo, nos muestran que en realidad no entendemos el feminismo.
“Estimados oyentes. Ayer el expresidente Uribe le lanzó un cumplido a Piedad: ‘Estás muy bonita, estás como quinceañera’. El piropo le debió caer muy mal a las feministas. ¡Buen día!”
En realidad lo que me cae mal es el comentario de la Blu. Apago la radio y empiezo a ojear la prensa. Me encuentro con la columna de Héctor Abad, “Maternidad machista”, donde parece que la responsabilidad de criar fuera solo de las madres. Cambio de periódico y descubro a Mauricio Pombo y su columna “Femi…” –queriendo decir feminazis- en la que señala que las mujeres se visten para ser admiradas por los hombres y que gracias a las feministas una mirada puede ser considerada como acoso. La reflexión del café de la mañana es que no entendemos el feminismo.
El feminismo es un conjunto de personas, acciones y teorías que asumen un compromiso político con la idea de que dentro de las sociedades existen injusticias derivadas del trato desigual entre hombres y mujeres. Gracias a este movimiento –que sigue en construcción y con muchas diferencias internas, como cualquier movimiento– las mujeres hoy en día, al menos en la teoría, pueden disponer de sus bienes y comparecer ante la justicia, cursar el bachillerato e ingresar a la universidad, ejercer el derecho al voto, ocupar cargos públicos, no casarse con el violador, decidir cuándo tener relaciones sexuales con su pareja y, en términos generales, ser sujetos políticos, intelectuales y vivir una sexualidad sin tabú, cuestiones que eran impensables hace 60 años.
Asimismo, las teorías feministas han abordado ampliamente los temas que como un gran descubrimiento tocan estos columnistas. Por ejemplo, en el caso de Héctor Abad, que explica que el hecho biológico de que el embarazo sea femenino hace que genere desigualdades naturales para las mujeres porque dedican un tiempo clave de su formación profesional a la crianza de sus hijos. Los estudios feministas han refutado hace un buen tiempo estas tesis argumentando que, aunque la mujer es la que queda en embarazo, la crianza y cuidado de los hijos a cargo de la madre es un hecho puramente social, y que si el cuidado estuviera repartido de forma más igualitaria entre padre y madre, el embarazo no generaría este tipo de desigualdades. La pregunta que uno debería hacerse no es si la maternidad es machista sino ¿dónde está la paternidad?
La afirmación de Mauricio Pombo según la cual las mujeres se visten para los hombres es otro lugar común del machismo. Parte de la liberación femenina ha sido conquistar la libertad de vestirse y mostrar el cuerpo como se quiera, sin que eso signifique querer prestar un servicio sexual o desear despertar placer en el sexo opuesto. Así mismo, decir que para una feminista una mirada puede ser considerada un acoso es una exageración que ridiculiza y banaliza el debate. Las feministas hablan de leyes, de teorías, de casos que se adecúan a los requisitos establecidos por la norma como lo son el poder y la falta de voluntad.
Entonces, no señores de la Blu, el piropo del expresidente Uribe a Piedad Córdoba no nos cae mal, lo que nos cae mal es que los jefes abusen de su poder para presionar a sus subordinadas a tener relaciones sexuales con ellos, nos cae mal que los hombres sigan matando a sus parejas escudados en los celos, nos cae mal que la participación de las mujeres en el proceso de paz sea tan baja, nos cae mal que ridiculicen el feminismo y no le reconozcan sus logros como logros de todos y todas, nos cae mal el machismo que sigue reproduciéndose en nuestra sociedad.
(*) Investigadora del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad - Dejusticia