ECOPETROL
La estrategia de la iguana
Ecopetrol puso en marcha un profundo plan de transformación entre 2015 y 2017 para enfrentar la caída de los precios internacionales del crudo. El ajuste rindió sus frutos.
En 2017 Ecopetrol cuadruplicó las utilidades de un año atrás y arrojó los mejores resultados del cuatrienio. Y, sorprendentemente, lo hizo con un precio internacional del petróleo equivalente a cerca de la mitad de hace cuatro años.
En 2014 la petrolera estatal arrojó una utilidad de 5,7 billones de pesos, cuando el precio del Brent promediaba los 99 dólares por barril, mientras que el año pasado tuvo un resultado neto positivo de 6,6 billones, esta vez con un precio de 55 dólares por barril. Toda una hazaña para una firma de la industria petrolera mundial o de cualquier otro sector. ¿Cómo hizo semejante ajuste y mejoró ganancias en eficiencia? Aplicando la máxima de ‘a grandes males, grandes remedios’.
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Ante el derrumbe de los precios internacionales, que pasaron de 100 dólares por barril a cerca de 30, la compañía lanzó en mayo de 2015 un programa de transformación con una serie de medidas destinadas a proteger la caja, reducir costos y hacer más eficientes los procesos. Literalmente, puso el freno y se apretó el cinturón para enfrentar la nueva coyuntura de precios internacionales.
El plan de transformación incluyó alrededor de 400 iniciativas, algunas de las cuales nacieron de ideas de los propios trabajadores e involucraron todas las áreas de la organización. Algunos de los cambios más significativos tuvieron que ver, por ejemplo, con la disminución del porcentaje de diluyente utilizado para movilizar los crudos pesados desde la zona de los Llanos hacia Coveñas, lo que disminuyó fuertemente los costos de transporte de crudo y redujo los de perforación de pozos. Esto último resultó de incorporar taladros de última tecnología y de implementar un proceso de clase mundial que llevó a reducir de 34 a 18 días los tiempos de perforación. Incluso, hubo un récord de 13 días en Castilla.
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También se destaca el cambio en la estrategia comercial, lo que, junto con una mejor cotización de los crudos pesados a nivel internacional, redujo el diferencial al cual Ecopetrol vende su canasta de crudos: pasó de niveles alrededor de 10 a 12 dólares a otros entre 8 y 7 de dólares. Esto representó una ganancia de 5 dólares ante el hallazgo de nuevos mercados como India, China y las refinerías del golfo de México, gracias a la agresividad comercial.
Además, aplicó un nuevo modelo de gestión de contratos que permitió ahorrar en servicios y redujo considerablemente el consumo de energía, lo cual le permitió vender sus excedentes al mercado nacional, entre otras medidas.
Aunque con dificultades, el plan superó las metas de eficiencias y ahorros propuestas. Entre 2015 y 2017 las primeras alcanzaron un total de 7 billones de pesos. Solo el año pasado la estatal petrolera generó ahorros de 2,6 billones de pesos.
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Para el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, “la transformación condujo a Ecopetrol a hacer más con menos: actuar con mayor eficiencia y celeridad, apretarse el cinturón y ajustarse a las nuevas condiciones del mercado. Y a retarse frente a las exigencias propias del entorno”. La mayor eficiencia le permite hoy generar utilidades con un precio de 35 dólares por barril, cuando hace tres años necesitaba un precio alrededor de los 65 dólares. Un gran cambio.
Esto le permitió a la compañía cumplir la meta de producción a pesar del difícil entorno. A esto se suman otros hechos, como el que la nueva refinería de Ecopetrol –Reficar– generó resultados positivos en su segundo año de operación, lo que marcó un importante cambio de tendencia en las cifras financieras de 2017.
Esta transformación entre 2015 y 2017 representó un beneficio para todos. Los aportes de la compañía a la Nación alcanzaron 8,5 billones de pesos al incluir impuestos y dividendos, mientras que los recursos para las regiones en regalías e ICA superaron los 5 billones. Además, los 341.150 accionistas recibieron más de 421.000 millones de pesos en dividendos. Es claro que con la jugada de la compañía de la iguana ganaron todos.
También significó un cambio de tendencia en la reducción de las reservas, cuya vida promedio pasó de 6,8 a 7,1 años en 2017 ante un índice de reposición del 126 por ciento. No obstante, este sigue siendo el mayor reto de Ecopetrol a futuro, para lo cual la compañía requerirá intensificar la exploración dentro y fuera de Colombia, seguir aumentando el factor de recobro de los campos actuales, desarrollar los yacimientos no convencionales y hasta acudir al crecimiento inorgánico mediante compras o adquisiciones de reservas.
El plan de transformación permitió a la compañía cerrar el año con una sólida posición de caja de 14,5 billones de pesos. Gracias a esto, tiene contemplado hacer inversiones entre 3.500 y 4.000 millones de dólares para 2018, el 85 por ciento en exploración y producción que se ejecutará este año en el país.
Los buenos precios internacionales del petróleo también le han sonreído a la compañía en lo corrido del año, pues se han mantenido por encima de las expectativas y han tocado máximos de 75 dólares. Esto significa que 2018 podría ser tan bueno o mejor que el año pasado en materia de utilidades. Habrá que esperar que las condiciones del entorno permitan que el grueso de las inversiones se dé en Colombia y que las jugadas de la iguana sigan beneficiando a todos.