100 EMPRESAS
La joven petrolera
En menos de una década Pacific Rubiales se convirtió en la segunda petrolera más grande del país. Hoy está a un paso de cambiar de dueños.
La historia de Pacific Rubiales en Colombia es corta pero fructífera. Se remonta a 2007 cuando los propietarios de Pacific Stratus Energy se fusionaron con Petro Rubiales, una pequeña compañía que sin saberlo tenía una gran lotería guardada: Campo Rubiales. Este se convertiría en el mayor productor de crudo del país.
Para ese entonces, Campo Rubiales -ubicado a 167 kilómetros de Puerto Gaitán- no producía más de 25.000 barriles diarios. Sin embargo, con la llegada de los venezolanos, que aplicaron las técnicas de Pdvsa, la producción fue creciendo hasta alcanzar los 230.000 barriles diarios. Es decir, Campo Rubiales llegó a representar el 25 por ciento de la producción diaria de petróleo de Colombia.
Detrás del auge de la joven petrolera estaba Ronald Pantin, quien había trabajado durante más de 20 años en Pdvsa. El reconocido hombre del mundo petrolero se asoció con sus compatriotas Francisco José Arata, Miguel de la Campa y Serafino Iácono y juntos aportaron la experiencia para extraer crudos pesados, que abundan en el vecino país.
Con el éxito en Campo Rubiales, en el que Ecopetrol participaba con el 60 por ciento, Pacific Rubiales Energy, listada en la Bolsa de Valores de Toronto, siguió creciendo en Colombia. En 2012 adquirió a Petromagdalena por 243 millones de dólares y al año siguiente a Petrominerales en una operación que ascendió a 1.551 millones de dólares.
La compañía, registrada en Canadá, se convirtió en menos de una década en una de las más grandes del país –está entre las primeras del ranking de SEMANA– y en la petrolera privada más grande de América Latina. Además de petróleo y gas llegó a tener participación en oleoductos, carbón, oro, hierro, cultivos agroindustriales, medios de comunicación y puertos. En este crecimiento tan sorprendente influyeron los altos precios del petróleo por encima de los 80 dólares.
Sin embargo, con la caída de los precios del petróleo, Pacific ha sufrido como todas las industrias del sector y ha visto desplomarse a su acción. Las cosas también cambiaron para la compañía pues Campo Rubiales revertirá a Ecopetrol a partir de 2016.
Como los dueños venezolanos veían venir esta decisión, en los últimos años diversificaron sus inversiones. Hoy Pacific opera en Colombia, Brasil, Perú, Guatemala, Guyana y Nueva Guinea, países en los que tiene 87 bloques. Sus reservas estimadas de hidrocarburos ascienden a 511 millones de barriles.
Sin embargo, en los próximos meses comenzará una nueva etapa para la petrolera. Pacific anunció hace unos días que el grupo mexicano Alfa, que ya tiene 19 por ciento de las acciones de la compañía, y Harbour Energy, especializado en financiación de proyectos energéticos y de infraestructura, le presentaron una oferta para adquirir el 100 por ciento de la empresa. Para cerrar esta operación, que está sujeta a aprobación y presentación de documentos, las firmas interesadas en Pacific están dispuestas a pagar 6,5 dólares canadienses por acción (alrededor de 13.000 pesos).
Aunque desde el año pasado se venía rumorando sobre la posible venta de la petrolera, solo hasta hace un par de semanas se oficializó la propuesta. De esta manera Pacific pondría el énfasis de sus operaciones en México, país que abrió su sector petrolero para poner fin al monopolio de Pemex y atraer a inversionistas extranjeros. El año pasado, con el fin de concretar nuevos negocios, creó una filial en el país azteca, Pacific México. Sin embargo, no todo está dicho en esta operación. En los últimos días se conoció la intención de un grupo de inversionistas venezolanos por participar en la puja, y que ya tiene el 19 por ciento de las acciones de la petrolera.
Lo cierto es que ante la coyuntura del sector energético, Pacific entró en un plan de ajuste para recortar gastos, reducir endeudamiento y salir de activos que no son prioritarios en su negocio. En las próximas semanas se despejarán las dudas en torno a si la compañía mantendrá sus inversiones en Colombia, país donde desarrolló todo su potencial y demostró que una joven compañía puede en menos de una década volverse poderosa.