Agua bendita desde un helicóptero para exorcizar a Buenaventura

Los asesinatos de una menor de edad y de un comerciante de la ciudad han esparcido el temor por Buenaventura, donde se han hecho famosas las bandas delincuenciales que se enfrentan a machete por el territorio y donde, señalan organizaciones de derechos humanos, hay casas de pique donde se descuartizan personas cuyos restos se arrojan al mar. Tales hechos atroces han llevado a tomar medidas desesperadas y hasta metafísicas, pues el último recurso que se empleará es que un helicóptero de la Armada Nacional sobrevolará la ciudad el 13 o 14 de julio para que el obispo de la Diócesis de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, derrame agua bendita. “A Buenaventura hay que sacarle el diablo para ver si así le devolvemos la tranquilidad que ha perdido la ciudad con tantos crímenes, hechos de corrupción con tanta maldad y narcotráfico que invade nuestro puerto”.