CINE

¿Conoce la historia del Festival Internacional de Cine de Panamá?

El Festival Internacional de Cine de Panamá nació en 2012 y se ha convertido en la mejor vitrina para las producciones rodadas en el istmo.

Pituka Ortega Heilbron*
7 de enero de 2018
Desde este año se proyectarán en aviones de Copa Airlines algunas de las películas que han participado en este festival. | Foto: iStock

El 7 de julio de 1949 se presentó ante el presidente panameño Domingo Díaz el primer largometraje realizado en Panamá:Cuando muere la ilusión, producido por Rosendo Ochoa, y así arrancó la historia de la cinematografía del país. Seis décadas más tarde, en 2009, habría otro hecho memorable.
El director istmeño Abner Benaim estrenó la comedia Chance en las salas comerciales de cine y rompió todos los récords de taquilla para ese año, e incluso rebasó a la épica Avatar, de James Cameron. Realizó esta película con fondos independientes y a puro pulmón, como se hace el cine latinoamericano.

Pero cabe mencionar que casi diez años antes de Chance, un grupo de realizadores panameños se había organizado para apoyar una ley de cine que impulsara la industria en su patria. De ese modo, en 2008 la Asamblea Nacional aprobó una ley que, en principio, tenía como objetivo principal fomentar las filmaciones internacionales en Panamá. Hubo que esperar hasta 2012 para que se reglamentara el Fondo Cine, que otorga 3 millones de dólares para promover y desarrollar la industria cinematográfica nacional. El mismo año, atinadamente, se inauguró el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF), patrocinado por el Ministerio de Comercio e Industria, que también administra el mismo fondo.

El año 2014 marcó un hito en nuestra cinematografía y dio buenas señales. Se estrenaron cuatro películas panameñas en las salas comerciales del país: Reinas, de Ana Endara; la laureada Invasión, de Abner Benaim; Rompiendo la ola, de Annie Cannavagio, y la película Historias del Canal. Todas fueron bien recibidas por el público local, que empezaba a descubrirse en la pantalla grande.

En los años posteriores se siguieron proyectando documentales y ficciones en las salas comerciales, pero solo en 2017 dos cintas nacionales superaron todas las expectativas y lograron notables taquillas. Hablo de Donaire y esplendor, de Arturo Montenegro, y Más que hermanos, de Arianne Benedetti.  Esta última rebasó los logros taquilleros de Chance seis años después. Ambas constituyen un paso importante para el fortalecimiento de la industria nacional que requiere de éxitos comerciales para sustentar el apoyo estatal y privado.

La población panameña supera por poco los 4 millones de habitantes. En 2016 las ventas de taquilla sumaron más de 6 millones de boletos. Además, Panamá (que cuenta con un poco más de 1 millón de habitantes) estará a la par de Costa Rica en el número de salas de películas comerciales. Es importante destacar estas cifras porque muestran la relación de los panameños con el cine y esto explica el éxito del Festival Internacional de Cine de Panamá.

Trazando el camino

Desde su primera edición en 2012, el público residente en Ciudad de Panamá se identificó y respondió al IFF Panamá. En su primer año las salas de cine se llenaron con un auditorio apasionado y hambriento de otras propuestas cinematográficas. Esta reacción sorprendió a todos y poco a poco nos despertó a las posibilidades para el cine en el istmo, Centroamérica y el Caribe.

El festival se ha convertido en una plataforma importante para los estrenos mundiales de películas de realizadores nacionales y de la región. Su promoción se fortalece gracias a la cobertura mediática de alcance internacional. Muchas veces las películas panameñas participantes del evento superan en taquilla a las extranjeras. Los panameños quieren ver sus propias historias. De esta manera se construyen audiencias e industria. Ambos objetivos forman parte de la misión del IFF Panamá que también busca posicionarse como un promotor del cine latinoamericano.

Panamá tiene una tarea muy específica por su naturaleza geográfica. Su industria cinematográfica también: unir, fomentar y alimentar a través del séptimo arte, no solo a su población, sino a la de toda América Latina. El camino está trazado.

*Directora general del Festival Internacional de Cine de Panamá.

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