| Foto: DANIEL REINA ROMERO/SEMANA

ARTE

ArtBo: la feria sin fiesta

Poco antes del inicio de ArtBo, la feria de arte más grande del país, se desató una amarga polémica por la decisión de la Cámara de Comercio de Bogotá de acusar a María Paz Gaviria, la directora de la feria, de un supuesto conflicto de intereses.

29 de septiembre de 2012

Los rumores empezaron unas semanas atrás, pero el jueves estalló la noticia que sacudió al mundo del arte. Consuelo Caldas, presidente ejecutiva de la Cámara de Comercio de Bogotá, decidió retirar de ArtBo -la feria de arte más importante de la ciudad desde hace ocho años, organizada por la entidad que preside- a la galería bogotana Nueveochenta. La razón fue un supuesto conflicto de intereses entre la recién nombrada directora de la feria, María Paz Gaviria, y la galería, que es en parte propiedad de su padre, el expresidente César Gaviria.

La decisión de marginar a Nueveochenta -y a todos los artistas que hacen parte de ella-generó asombro por varias razones. La primera es que es una de las galerías más reconocidas del país y que, desde 2005, ha estado muy ligada a ArtBo: de hecho Nueveochenta organizaba la fiesta de apertura y servía de contacto con coleccionistas, artistas y otras galerías internacionales. Por otro lado, el supuesto conflicto de intereses es difícil de entender: María Paz Gaviria no está relacionada laboralmente con la galería y entre sus funciones tampoco estaba la de escoger qué galerías participan en ArtBo. Esa era la responsabilidad de un comité en el que ella no interviene, integrado por Catalina Casas, Elba Benítez, María Eugenia Niño, Inés Sicardi y Eduardo Brandao. De hecho, en un concepto emitido por el abogado Carlos Humberto Isaza el 6 de febrero, se demostró que no existe inhabilidad legal alguna.

Su única cercanía es la relación familiar con el expresidente. Pero es difícil de creer que cuando fue nombrada, a principios de este año, en la Cámara de Comercio de Bogotá desconocieran que es hija del expresidente, quien no solo es socio de la galería sino también uno de los coleccionistas de arte más importantes de Colombia y Latinoamérica. Caldas dijo en declaraciones a La W que ella había advertido a María Paz Gaviria sobre el posible conflicto de intereses antes de su contratación. SEMANA intentó contactar a las directivas de la Cámara de Comercio de Bogotá para una explicación oficial, pero no hubo respuesta.

Nadie entiende nada

El nombramiento de Gaviria hace unos meses fue muy bien recibido en el mundo del arte. Después del retiro a finales de 2011 de Andrea Walker -quien dirigió la feria con buenos resultados y la posicionó como una de las mejores de la región-, la llegada de la hija del expresidente tenía la intención de darle prestigio internacional a la feria. Al fin y al cabo Gaviria tiene una excelente preparación académica y ha estado relacionada con el mundo del arte desde muy joven.

ArtBo, a pesar de ser joven, se ha convertido en una de las ferias más importantes de la región. La muestra, que se llevará a cabo del 19 al 22 de este mes en Corferias, reúne a 12 galerías nacionales y 44 internacionales, y presentará nueve proyectos individuales de artistas que trabajaron específicamente para la ocasión. Durante esos días vienen a Bogotá algunas de las figuras más prestigiosas del mundo de arte y varios coleccionistas. Además, como sucede con otras grandes ferias de arte en el mundo, ArtBo permitió que nacieran otras, como Odeón, Sincronía y la desaparecida La Otra (ver recuadro). "El mercado colombiano atraviesa por un muy buen momento. El coleccionismo ha aumentado considerablemente y se ha profesionalizado", le dijo a SEMANA desde Nueva York Ana Sokoloff, una de las colombianas que mejor se mueve en el mundo del arte.

Por eso el debut de Gaviria era tan esperado. Sin embargo, las cosas empezaron a fallar pronto. Si bien ella llegó a ser la directora de la feria, nunca hubo un nombramiento oficial. Tampoco le permitieron manejar los recursos económicos ni hablar con algunos medios, entre ellos SEMANA. Sus funciones y cargo nunca quedaron claros. La situación era, por decir lo menos, incómoda.

Pero lo ocurrido la semana pasada llegó a otro nivel. Sin una comunicación oficial, la directora de la CCB y su junta directiva decidieron expulsar a Nueveochenta. "Traté de comunicarme varias veces para que me explicaran la situación, pero nadie me devolvió la llamada", le dijo a SEMANA el expresidente César Gaviria. Así mismo se muestra sorprendido el director de la galería, Carlos Hurtado: "Como sabíamos que la cercanía con María Paz podría ser molesta, este año decidimos tomar una distancia prudente en algunos temas. Pero cuando recibimos la noticia de que la galería ya no participaría en la feria, a través de rumores, mandamos una carta para pedir explicaciones y nadie nos ha respondido".

María Paz Gaviria no ha hablado. En una carta que le envió el 24 de septiembre a Consuelo Caldas manifiesta su sorpresa: "Después de un largo proceso que duró varios meses, y en conocimiento de la relación de mi padre como copropietario de dicha galería —tal como consta en el cruce de comunicaciones en las que aparece claramente que conocía las circunstancias que pudieran revelar una eventual limitación—, ustedes llegaron a la conclusión de la inexistencia de causales de inhabilidades o conflictos de intereses que impidieran mi vinculación (…) El hecho de que nunca me hubieran delegado funciones legales en relación con las decisiones de la feria, hacía difícil determinar en cuál momento se pudiera haber generado una ocasional anomalía en el cumplimiento de mis funciones".

Otra de las situaciones sorprendentes es que se canceló la presentación de Juan Fernando Herrán, un reconocido artista colombiano representado por Nueveochenta, quien era uno de los nueve invitados a quienes les habían comisionado exhibir una pieza durante la feria. Herrán tampoco fue notificado oficialmente, pero su nombre desapareció de la página web de ArtBo. El artista le manifestó a SEMANA su sorpresa porque meses atrás fue invitado a la feria por los organizadores y suspendió otros proyectos en los que estaba trabajando. Herrán, que además es artista de otras galerías internacionales, no entiende cómo la junta de la CCB descubrió su supuesta inhabilidad, amparados en un código de ética del cual nunca le hablaron, a menos de un mes de la inauguración.

Muchas personas relacionadas con el mundo del arte, que prefirieron no dar su nombre, le manifestaron a SEMANA su sorpresa. No entienden por qué un artista es afectado por una decisión contra una galería. Nadie entiende la arrogancia de la directora y de la junta de la CCB ni el maltrato al cual han sometido a María Paz Gaviria —a quien ellos mismos buscaron— y creen que la principal afectada de todo el escándalo es ArtBo. El jueves en la mañana circuló una carta firmada por los coleccionistas Alejandro Castaño y Carlos Ferreira en la que le piden a Consuelo Caldas reconsiderar su decisión: "No pretendemos formar una polémica ni generar controversia alrededor de la feria de arte de la ciudad, pero no consideramos que pueda existir un conflicto de intereses por ser hija de un miembro de la galería en mención, más aún cuando ella no es siquiera socia o accionista de la galería. Es de nuestro conocimiento que la galería no está recibiendo ningún tratamiento especial o diferente al resto de galerías nacionales e internacionales que participarán en el evento".

Al cierre de esta edición se sentía una ambiente de desconcierto. Los rumores iban y venían y la CCB no publicó un comunicado oficial. Lo único claro es que, sin ninguna razón evidente, pocos días antes de la feria se enrareció el futuro prometedor de ArtBo.
 
Las otras muestras
 
Como ocurre durante los grandes eventos de arte en el resto del mundo, simultáneamente a ArtBo se llevarán a cabo otras dos ferias: Odeón y Sincronía. La primera, que nació con pie derecho el año pasado, ha generado mucha expectativa. Estará abierta entre el 19 y el 23 de octubre y participarán 17 galerías de España, Argentina y Colombia. Tatiana Rais, una de sus organizadoras, dice que Odeón es una feria especial, no solo por el espacio donde se lleva a cabo —el antiguo teatro TPB—, sino por la propuesta de los artistas emergentes que participan.

Entre el 17 y el 21 del mes, debutará Sincronía en la galería Lalocalidad de Usaquén. La idea de esta feria, según su directora Lina Jaramillo, es establecer un vínculo íntimo entre los artistas y los compradores de arte. Los artistas aceptados por convocatoria —que no tienen galería— venderán su obra sin intermediarios. Esta modalidad según el crítico Eduardo Serrano, uno de los asesores de Sincronía, permite que los coleccionistas conozcan de primera mano cómo fueron concebidas las piezas que compran.