ARTE
Carlos Salas expone en el White Box de Nueva York
La muestra invita al espectador a entender la pintura como una obra viva y no solo como un objeto de contemplación.
Después de una exitosa exhibición en Museum of Contemporary Art North Miami (MOCA) en 2015, el artista colombiano Carlos Salas se presenta en el White Box de Nueva York, un espacio sin ánimo de lucro que impulsa el trabajo de artistas contemporáneos.
Con la exposición The heart of the Matter (Lo importante del asunto) Salas establece un diálogo entre el arte y el cine, entre sus pinturas y la película En el taller que dirigió su hija Ana Salas, en donde se muestran momentos de cotidianidad y de trabajo, y el proceso de creación de la gran pintura En el abismo.
“Todo indica que no fue tan descabellada mi propuesta. Múltiples coincidencias se han venido presentando al interior de mi trabajo y el de mi hija. Es pura magia.”, afirma Salas.
La exposición en White Box, conformada por una selección de 100 obras del artista realizadas en los últimos cinco años, entre ellas seis de gran formato, dialoga con fragmentos de la película transmitidos en quince monitores y pequeños parlantes dispuestos en el espacio.
Los sonidos hacen entrar al espectador en el ambiente del taller del artista. Se pueden escuchar pasos, trazos de la pintura o goteras que se mezclan con sonidos del exterior como campanas, vendedores ambulantes, música. Y de vez en cuando, la voz de Carlos Salas con sus pensamientos en voz alta.
La instalación abre la percepción del espectador al revelar lo que está detrás de las obras terminadas y expuestas: el proceso y las reflexiones, el lugar de creación, las etapas por las que han pasado, las técnicas del pintor, su vivencia cotidiana en el taller, las personas que entran en el espacio, los sonidos que lo acompañan durante su trabajo.
“Pero no sólo ahí se ha dado el juego de encuentros. White Box resultó un espacio que tiene similitudes con el de mi taller y hasta el mismo entorno urbano me ha llevado a comprender que, después de todo, la cosmopolita Nueva York no deja de tener sus semejanzas con Bogotá”, agrega Carlos Salas.