DE LA CUBA DE ANTAÑO

Dos colecciones, una de boleros clásicos y otra de la Sonora Matancera, resaltan la <BR>importancia de la música cubana en los años 40 y 50.

6 de diciembre de 1999

Hace varias semanas dije en estas páginas que la nostalgia era una enfermedad de fin de
siglo. Eso se traduce, hablando en términos discográficos, en la aparición de ediciones especiales que
recurren a registros de archivo para hacer toda clase de balances. Por eso no es raro ver ahora en el
mercado colecciones de discos que desde el título anuncian una intención inequívoca: recopilar y evaluar lo
que fue la trayectoria de una agrupación, o de un género. Algunas de estas colecciones son más afortunadas
que otras. Y dos, en particular, han facilitado una reflexión histórica: han demostrado la gran importancia
de Cuba dentro del gran desfile de sonidos que enmarcó este siglo. Con el título de El baile del siglo se nos
presenta una retrospectiva de los años dorados de la Sonora Matancera. Fundada en 1924, se trata de la
más longeva de las orquestas tropicales y, sin duda también, de una de las que caló más hondo en la
exploración del son cubano y sus derivados. El álbum de dos discos se centra en un período que fue clave
para la expansión de esta música a nivel internacional y, de paso, el más recordado en Colombia: las décadas
del 40 y el 50, cuando la Sonora sirvió de plataforma a vocalistas como Bienvenido Granda, Daniel Santos,
Nelson Pinedo y, por supuesto, Celia Cruz. Es la misma época de la que datan las grabaciones que
conforman Los años maravillosos del bolero cubano. La diferencia es que, mientras la colección dedicada a la
Sonora revive los viejos éxitos, los dos discos dedicados al bolero presentan grabaciones que aparecen
comercialmente por vez primera. Son, desde luego, los boleros cubanos de siempre, pero las versiones han
sido rescatadas de los archivos de Radio Progreso de La Habana, lo que las hace a un mismo tiempo
especialidad y rareza. Así, hay al menos dos momentos en que la isla hoy bloqueada ha producido
verdaderos clásicos_ Clásicos en la acepción que propone Mario Vargas Llosa cuando habla de aquello que
"tiene la capacidad de atravesar las épocas, renovándose sin tregua con la marcha de la historia". Eso en
cuanto a la temporalidad. Pero además habría que hablar de una cierta capacidad de convocatoria de muchas
naciones en una. Por eso la muy cubana Sonora Matancera contó en sus filas con artistas boricuas como
Daniel Santos, marplatenses como Carlos Argentino o barranquilleros como Nelson Pinedo. Por eso en Los
Años maravillosos del bolero cubano se cuelan sin ningún problema composiciones del puertorriqueño Rafael
Hernández y hasta la voz de la mexicana María Luisa Landín cantando Vereda tropical. Cuba resiste hoy un
embargo que la margina y, paradójicamente, al mismo tiempo las ediciones discográficas de fin de siglo la
ubican como un centro indiscutible. Tal vez resiste porque en el fondo tiene esa certeza: sabe que en otros
frentes, como el musical, es más sólida que muchas naciones, supuestamente más ricas. n Novedades STING
Brand new day A&M En este álbum Sting le rinde homenaje al amor. Pero no es una colección de simples
baladas. Por el contrario, se trata de una muy compleja exploración musical en la que es posible encontrar
ritmos y melodías de muy variado origen y, como suele ocurrir con los trabajos del ex líder de The Police, un
sonido elaborado y una producción muy cuidada. En los textos Sting pretende mostrar una visión positiva y
feliz del amor como parte de su estrategia para encarar con positivismo el nuevo milenio. En el disco
participan músicos muy destacados, como el saxofonista Brandford Marsalis, el cantautor James Taylor y
Stevie Wonder. PET SHOP BOYS NIGHTLIFE EMI Alrededor de la noche gira este nuevo trabajo de los
Pet Shop Boys, cuyo sonido característico aún sigue vigente en estos tiempos en los que la música
electrónica se ha diversificado de un modo casi que ilimitada. Este dúo británico logra mantener su
identidad, cimentada en una curiosa y muy efectiva combinación de frivolidad, romanticismo y magnetismo,
basado en las atmósferas que logran con su manejo de la electrónica. Una vez más, como lo vienen haciendo
desde mediados de los 80, los Pet Shop Boys nos ofrecen canciones que sirven para bailar, para oír en la
sala de espera de cualquier aeropuerto, y también para evocar estos últimos 15 años del siglo que termina, de
los cuales, para bien o para mal, ellos han sido protagonistas de primer orden. PRINCE The vault... Ols
friends 4 sale Warner Bros Prince, uno de los músicos más importantes de la historia del pop (y no es frase
de cajón propia de este final de milenio), había guardado unas grabaciones que hizo para sus amigos entre
1985 y 1994. Un material de la época en la que aún se hacía conocer como Prince y no como F.A.K.A.P.
(sigla inglesa de Artista antiguamente conocido como Prince) y, más recientemente, como The Artist. Este
material muestra su versatilidad para incursionar en diversos géneros, incluido el jazz, y reencontrarse con el
autor de obras tan determinantes de los 80 como 1999 y Sign o' the times. E.A. A propósito de glorias
cubanas... Buena Vista Social Club presents Ibrahim Ferrer NONESUCH ¿Qué puede pensar uno cuando lee
que, en las notas interiores de su primer disco, el artista agradece a sus siete hijos, sus 13 nietos y sus
cinco biznietos? Nada, excepto que la música cubana (y nosotros como oyentes) estaba perdiéndose algo
grande por no haber grabado antes a Ibrahim Ferrer. Hoy septuagenario, es recordado por los amantes de
la música cubana gracias a participaciones esporádicas en registros de legendarias orquestas. Pero nadie
le había hecho justicia grabándolo en calidad de solista, y a solventar aquel error imperdonable ha corrido el
productor estadounidense Ry Cooder. El resultado es música de antaño con un sonido novísimo. Pareciera
que Ferrer había estado guardando lo mejor de su voz para este disco. Y es así como, además de los
números alegres, lo descubrimos como bolerista en versiones de Silencio, Aquellos ojos verdes y Cómo fue
que desde ya son antológicas.