CINE
Amor y amistad
En su adaptación de una novela epistolar de Jane Austen, el director Whit Stillman hace una disección afilada y cómica de la aristocracia menor de Inglaterra en el siglo XVIII. *** 1/2
Título original: Love & Friendship
País: Estados Unidos
Director: Whit Stillman
Guion: Whit Stillman basado en la novela Lady Susan
Actores: Kate Beckinsale, Chloë Sevigny y Tom Bennett
Duración: 92 min
Aunque poco prolífico, el director Whit Stillman ha sido notablemente consistente desde su primera película en 1990. Es cierto que no tuvo el éxito de los cineastas que llevaron la sensibilidad del cine independiente a otro nivel (como sus contemporáneos Steven Soderbergh, Gus Van Sant o Quentin Tarantino), pero, quizás, eso está bien: el mundo limitado en el que se movía –el de los jóvenes de la alta sociedad neoyorquina enfrentados a un mundo incierto– no necesitaba más de tres películas para quedar definitivamente retratado.
El tema general de Stillman es el choque entre individuos que buscan el amor en pareja y el grupo social de amigos al que pertenecen, que existe solo mientras no se consolide el anhelado emparejamiento. Son películas agudas y rápidas, donde estos jóvenes que hablan con frases complejas resultan ser menos maduros y más frágiles de lo que sus palabras parecen indicar.
Amor y amistad, su nueva película, ofrece paralelos evidentes con ese mundo del que Stillman hace parte y que retrató diestramente en Metropolitan (1990), Barcelona (1994) y Los últimos días del disco (1998).
Como su trilogía, esta adaptación de una novela epistolar, que Jane Austen escribió a los 20 años y que solo se publicó en 1871 (más de 50 años después de su muerte), se sitúa en un universo cerrado. Allí, todos se conocen entre sí, las relaciones sentimentales son cruciales para definir el futuro de los involucrados y el egoísmo se camufla fácilmente de altruismo.
El sentido del humor es más afilado y cristalino que en sus películas anteriores, empujado por la crueldad de su protagonista que tiene una capacidad extraordinaria para explicar cualquier malentendido dejándola siempre victoriosa.
La heroína, interpretada memorablemente por Kate Beckinsale, es lady Susan Vernon, una mujer leal solo a sí misma, que usa su belleza, desvalidez económica y encanto para manipular, sobrevivir y prosperar.
Si uno está acostumbrado a los personajes de las novelas que Austen publicó en vida, cuyo mayor defecto es la estupidez, lady Vernon es una revelación: resulta que detrás de la agudeza de estas muchachas que contemplan sin cesar posibles matrimonios y alianzas había un conocimiento de maniobras de una mezquindad exquisita.
Viuda, madre de una veinteañera y sin dinero o propiedades, la película comienza con la salida intempestiva de lady Vernon de una casa donde la acogieron y su llegada a una mansión campestre del hermano de su marido fallecido, el único lugar en el mundo de donde no la pueden echar.
Sus intrigas allí buscan casar a su hija con un noble estúpido pero adinerado (otra interpretación magnífica del comediante Tom Bennett), mientras ella se acerca peligrosamente al hermano de la señora de la casa (Xavier Samuel).
El retrato que surge es sutilmente cómico, porque es al mismo tiempo chistoso y angustiante que un entorno tan civilizado y delicado, donde las cosas no se pueden decir directamente, resulte ideal para que prosperen las monstruosidades bien presentadas.
CARTELERA
**** Excelente ***½ Muy buena *** Buena **½ Aceptable ** Regular * Mala
Destinos ** 1/2
Cinco personajes solitarios viven sus vidas inconexas en esta película de Alexander Giraldo.
El lamento *
El atropellamiento de una muchacha por un empresario es el punto de partida de esta película de terror colombo-mexicana que ni asusta ni tiene sentido.
Dos tipos peligrosos ** 1/2
Russell Crowe y Ryan Gosling interpretan a un par de detectives que enfrentan una conspiración embrollada con chispazos de humor.
El engaño del siglo ***1/2
Versión sobria de la vida del ciclista Lance Armstrong que retrata el ascenso y caída de una figura consumida por el deseo de triunfar.