FÚTBOL
Los futbolistas afectados por la salida del Reino Unido de la UE
La salida del Reino Unido de la Unión Europea no solo alteró la política del viejo continente: también podría impactar el balompié de la que se considera como la mejor liga del mundo.
El fútbol inglés perdió y ahora teme por el impacto que pueda tener la salida de Reino Unido de la Unión Europea en el futuro de la que es considerada la liga más rica del planeta.
La Liga Premier y todos los clubes que representa habían apoyado públicamente la permanencia en el bloque europeo, resaltando el beneficio económico y deportivo que el fútbol inglés ha obtenido gracias al libre tránsito de jugadores entre los países miembros.
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Una especie de círculo productivo en el que al poder contar con los mejores futbolistas que posean una nacionalidad de los países de la UE, el juego aumentó de nivel, los partidos se hicieron más atractivos, creció el espectáculo, aparecieron más inversores y se intensificó la puja por adquirir los derechos de transmisión de los partidos, que multiplicó los ingresos de la Liga y los clubes y su capacidad para atraer a los mejores futbolistas.
En el último ciclo de venta de los derechos de televisión, que entrará en vigor a partir de este verano por un período de tres años, la Liga Premier obtuvo más de £8.300 millones (unos US$12.500 millones tomando en cuenta la tasa de cambio del jueves, US$11.370 millones con la cotización del viernes una vez que se conoció el resultado del referendo).
Según Richard Scudamore, director ejecutivo de la Premier, el producto cultural británico de mayor exportación en el mundo, la salida de la UE enviará un mensaje negativo a los inversores y que condicionará el futuro del fútbol inglés como el más atractivo del planeta.
Los juegos de la máxima división se transmiten a 730 millones de hogares en 185 países, generando unas 200.000 horas de transmisión por temporada.
Esto aumenta -si se toma en cuenta el crecimiento de la Championship- la segunda división, que también se ha convertido en un campeonato multicultural y se ubica entre las ligas más importantes del mundo por dinero que mueve y concurrencia en los estadios.
Restricciones
La liga deberá esperar para conocer cómo será la futura relación de Reino Unido con la Unión Europea y si ésta permitirá el libre tránsito laboral como existe dentro del bloque y con algunos socios comerciales que tiene.
Pero en el escenario de que no se llegue a un acuerdo, el Brexit podría tener profundas implicaciones hasta el punto de cambiar el mapa del fútbol en el mundo, en el que actualmente aparece Inglaterra como la mayor potencia económica y una de las principales en el aspecto deportivo.
Una investigación de la BBC el año pasado mostró que hay más de 400 jugadores extranjeros en la Liga Premier, que representa dos terceras partes de los futbolistas que están en las plantilla de los 20 equipos.
Este porcentaje aumenta considerablemente en los clubes más grandes. Arsenal, por ejemplo, sólo contó con seis jugadores británicos de los 25 que inscribió al comienzo de la temporada pasada.
Chelsea registró a tres, mismo número que Manchester City. Incluso Leicester, el sorprendente campeón, tuvo más extranjeros que británicos.
La Premier no discrimina por nacionalidad y la única limitación que impone es que los jugadores que no provengan de los países de la UE tienen que recibir el correspondiente permiso para trabajar en territorio británico.
El criterio para conseguirlo se basa en una fórmula en la que se toma en cuenta la clasificación del país de procedencia en el ránking de la FIFA y el porcentaje de juegos con su selección en un período de años.
Criterio de la FA para jugadores que no son de la UE
- Un futbolista de un país entre los 10 mejores del ránking FIFA deberá haber jugado el 30% de los partidos de su selección en los dos últimos años.
- Un futbolista de un país entre el 11º y el 20º de la clasificación deberá haber jugado un 45% de los partidos en ese período.
- El porcentaje aumenta a 60% para los futbolistas de países entre el 21º y el 30º y el 75% para los países entre el 31º y 50º.
Tomando en cuenta esa norma, más de 100 jugadores no hubieran podido fichar la pasada temporada por los clubes de la Liga Premier, incluyendo a dos de los futbolistas que formaron parte del equipo ideal de la liga: los franceses Dimitri Payet y N´Golo Kante.
En Escocia ninguno de los jugadores comunitarios que jugaron la pasada temporada lo hubieran podido hacer, mientras que el total afectado en todas las ligas subiría a 441.
Al no ser parte de la UE, Reino Unido tampoco cumpliría con la normativa de la FIFA que sólo permite la captación de futbolistas menores de edad, pero mayores de 16 años, entre los países que forman parte del bloque.
De esta forma, jugadores como Cesc Fábregas o Héctor Bellerín no hubiera podido terminar su formación en el Arsenal.
Estas variables haría que otras ligas fueran más atractivas para los futbolistas, como la Bundesliga alemana, la Liga en España o la Serie A del fútbol italiano.
Talento local
Una disminución de jugadores extranjeros generaría una mayor demanda por jugadores ingleses y obligaría a los equipos a concentrarse en desarrollar el talento local, algo que viene tratando de impulsar la Asociación de Fútbol en los últimos años.
La FA también podría implementar una cuota para forzar esta transformación, algo que no puede hacer en la actualidad en concordancia con la regulación europea.
El profesor Raymond Boyle, experto en negocio de los deportes de la Universidad de Glasgow, cree que es probable que se revise el criterio para tramitar el permiso de trabajo de los jugadores con la idea de seguir atrayendo a los mejores futbolistas.
"Países como Suiza hacen sus propias reglas. Mi sensación es que la élite deportiva comercial siempre ha tenido el poder de influenciar la reglas para que los beneficie", dijo el catedrático a la BBC.
"No creo que tenga gran impacto en las grandes estrellas, pero si en aquellos que no son consagrados, lo que que puede afectar la calidad de la liga y su atractivo para los inversores extranjeros".
Cualquiera sea el escenario éste no tendrá efecto retroactivo y los jugadores que están actualmente bajo contrato no se verían afectados.
El temor es más de cara hacia el futuro que en el presente, misma situación que enfrentan la mayor parte de los deportes en Reino Unido.