“Queda prohibida la transmisión de los partidos de la eliminatorias en espacios públicos tales como parques, plazas, plazoletas, estadios deportivos, polideportivos, salas de cine, teatros, centros comerciales, entre otros. En caso de presentarse este tipo de conductas, CARACOL TELEVISIÓN S.A. iniciará acciones civiles y penales a que haya lugar”.
Así de tajante es el aviso de Caracol Televisión que se publicó en la prensa de este jueves, a un día del ansiado encuentro entre las selecciones de Colombia y Chile. En el diario El Tiempo, por ejemplo, hay un mensaje de media página en el que la empresa reitera que tiene la transmisión exclusiva de los partidos de la eliminatoria y que cualquier retransmisión que haga un tercero, sin previa autorización, se considerará como una infracción.
El aviso ha causado alarma entre los espectadores que, en buena parte, se congregan en céntricos puntos urbanos para ver los partidos, en este caso, el de la selección Colombia, no sólo por no poder estar en los televisores de sus casas, sino porque el fervor nacional se expresa y se expresa mucho más en una calle, en un centro comercial o en una plazoleta cualquiera en el país.
No es una costumbre criolla sino una movilización que cada vez cobra más fuerza. Durante el Mundial de Francia, por ejemplo, se citaban miles y miles de fanáticos a ver los encuentros habilitados por las alcaldías municipales para que disfrutaran del espectáculo. En España, un país en donde por costumbre la vida social se desarrolla en la calle, el país jamás se había volcado de manera tan abrumadora como cuando su selección conquistó la Copa jugada en Sudáfrica. Para el Mundial de Brasil, ya se están habilitando las pantallas gigantes en las playas para los millones de brasileños y de seguidores del fútbol que llegarán del extranjero.
Esta fiebre también se vive en los principales parques de Colombia. Para muchos seguidores, ir a los sitios masivos es más emocionante que ver los encuentros en la casa.
Semana.com habló con Jorge Martínez, secretario general de Caracol, quien aclaró el asunto. Aseguró que sólo pueden retransmitir la señal quienes estén autorizados y agregó que hasta la mañana de este jueves el único para retransmitir es la firma Movistar.
Para él, se trata de proteger las normas de derechos de autor porque hay personas que arman trasmisiones en estos sitios y los llenas de publicidad sin pagar por una señal. Palabras más palabras menos, Martínez dice que hay quienes arman un negocio en torno a estas transmisiones aprovechándose de la imagen que es propiedad de Caracol.
Semana.com le preguntó si no se podía hacer una excepción con los partidos de la Selección Colombia porque podrían ser considerados como un tema de interés nacional. Martínez aseguró: “No podemos volver el interés nacional como una cosa populista. Aquí debe pesar la norma de derechos de autor y conexos”.
Para Martínez el asunto es sencillo. Quien quiera transmitir el encuentro en un espacio público, que se comunique con Caracol y pida el permiso respectivo. De lo contrario, tendrá consecuencias penales. Caracol explica que asume esta postura porque se trata de hacer respetar unos derechos adquiridos. El secretario general de Caracol espera que durante las horas previas al partido Colombia- Chile llegue más gente a pedir autorización para retransmitirlo.