FÚTBOL

La ‘cenicienta’ que está a punto de ganar la Premier

En la temporada 2015, Leicester City terminó último en la liga. Hoy, es el más firme candidato a ganar la competición más cara del planeta fútbol.

Camilo Montoya, especial para Semana.com
11 de febrero de 2016
El Leicester City tiene un pequeño palmarés en el que sólo se destacan tres copas de liga. | Foto: AFP.

Ni el más optimista de los pronósticos acertaría hace un año el panorama que muestra la Premier League inglesa por estos días. El Chelsea, actual campeón, deambula en la mitad de tabla. Los dos Manchester, sumidos en la irregularidad. El Arsenal es víctima de su irregularidad: pierde los partidos clave. Mientras tanto, en lo alto de la clasificación, un equipo del que poco o nada se hablaba en el 2015 se revela como la última sensación de Europa.

Se trata del modesto Leicester City. Un eterno colero. Un equipo chico que en el 2009 jugaba la tercera división del fútbol inglés, que el año pasado estuvo a 6 puntos del descenso, pero que hoy está cerca de dar una de las mayores sorpresas en la historia del fútbol.

Al comienzo de la temporada el Leicester City hilvanó resultados positivos que lo ubicaron en los tres primeros lugares. Todo parecía indicar que el humilde equipo de una ciudad emergente del Reino Unido jugaría el papel animador, ese que al principio de cada temporada se les crece a todos pero que termina por no poder sostenerse en lo alto. Sin embargo, sus victorias no cesaron. La prensa tímidamente le puso el ojo a ese curioso equipo, que sin tener ningún jugador de renombre les competía el liderato a los pesos pesados de Inglaterra.

Jamie Vardy, un delantero entrado en años que hace un lustro alternaba su trabajo de vendedor con el fútbol de séptima categoría, emergió estrepitosamente. Marcó en 11 jornadas consecutivas y rompió el récord que ostentaba el legendario delantero holandés Ruud Van Nisterloy. Se encumbró como el goleador de una liga en la que juegan estrellas de la talla de Sergio Agüero y Alexis Sánchez.

El Leicester hizo fracasar un sinfín de apuestas. Así, lo que empezó como una especie de burla en las discusiones después de cada fecha es hoy en día una realidad que no deja de asombrar al mundo futbolístico: el Leicester City está a 13 fechas –en realidad 12, pues le lleva una ventaja de 5 puntos al segundo– de adjudicarse la Premier League, por primera vez en sus más de 130 años de historia.

Y con el golpe de autoridad que le asestó a uno de sus perseguidores en la fecha pasada, el Manchester City, el milagro parece posible.

La historia

El Leicester City tiene un pequeño palmarés en el que sólo se destacan tres copas de liga y una Community Shield. El equipo está más acostumbrado a jugar en la segunda división que en la primera. En el albor de este siglo, fue uno de tantos equipos irregulares que descendieron a la segunda categoría. Malos manejos directivos y pésimos resultados en lo futbolístico relegaron a los foxes, como se les conoce en el Reino Unido, a la tercera división en el 2008. La pesadilla sólo duró una temporada. Para el 2009 fue un candidato a ascender de nuevo al primer nivel, pero falló en la última tanda de penales por el ascenso.

En el 2010, aún en la segunda división, llegó el revolcón. El millonario tailandés Vichai Srivaddhanaprabha, dueño del emporio de tiendas duty free King Power, compró el equipo. Sin embargo, su caso no fue como el de otros conglomerados, como sucedió con los árabes y el Manchester City, que inmediatamente les inyectaron millones a los equipos.

La gestión del empresario tailandés fue discreta. No movió muchas fichas en un principio, pero con calma dirigió un proyecto que comenzaba a crecer futbolísticamente. En el 2014 logró el ascenso a la primera división, pero sin mucho éxito al quedar en esa temporada a sólo 6 puntos del descenso.

El tailandés hizo una jugada arriesgada, despidió al entrenador con que habían ascendido, Nigel Pearson, y trajo al italiano Claudio Ranieri, un viejo curtido de mil batallas en el fútbol que ya había pasado por el banquillo de grandes como la Juventus, el Chelsea, el Inter y la Roma.

Y fue el cambio de técnico el impulso final que puso sacar al irregular Leicester City del fondo de la liga inglesa. Porque Srivaddhanaprabha, con todo y sus millones, únicamente invirtió una ínfima cantidad –unos 30 millones de euros, menos de la mitad de lo que le costó Raheem Sterling al City– en fichajes.

Se quedó con un plantel para la mayoría desconocido y confió en la experiencia de Ranieri y su estilo italiano que pregonaba una defensa sólida y un contragolpe mortal. Su apuesta dio frutos, pues tras 25 fechas, el Leicester es el equipo más goleador y uno de los menos goleados. Y sus desconocidos jugadores hoy en día son las estrellas de la Premier: el renacido Jamie Vardy, goleador, y el volante argelino Riyah Mahrez, la gran figura del Leicester y la sorpresa de esta temporada en el fútbol europeo.

Mahrez, quien ya es pretendido por los grandes del Viejo continente, es uno de los casos más insólitos, pues sólo en un año pasó de ser un desconocido que jugaba en la segunda división de Francia a ser uno de los más cotizados de la temporada, lo que aumentó en unos 20 millones de euros su valor en el mercado.

De ganar la Premier, seguramente el plantel recibirá millonarias ofertas de otros equipos, pero, por el momento, no deja de asombrar que un equipo cuyo valor en total es menor a la suma de los últimos dos traspasos del Manchester City, Kevin de Bruyne y Raheem Sterling, esté en la cima del fútbol inglés, arriba de los pesos pesados de siempre.

En una era dominada por los grandes equipos y sus millones, el modesto Leicester City podría suponer una verdadera revolución futbolística. Ser el david que derrota a los goliats tradicionales, convertirse en el primer conjunto que logra su primera estrella desde 1978 y vestirse de gloria ante la mirada atónita de sus rivales.