BLOQUE

Los pumas de la Alianza del Pacífico

Como el felino, México, Colombia, Perú y Chile se mueven en forma rápida, inteligente y con capacidad de adaptación. ¿Por qué son las nuevas estrellas del siglo XXI?

21 de junio de 2014
La Fundación Bertelsmann organizó en Berlín el panel de discusión ‘Los Pumas de la Alianza del Pacífico’, con motivo de la presentación del estudio ‘The Pacific Pumas’ en el que se destacan las fortalezas y oportunidades que ofrece esta alianza. | Foto: Foto: IMG IMAGE

Un estudio de la fundación alemana Bertelsmann sobre la Alianza del Pacífico, concluye que los cuatro países que la integran están mostrando una evolución y un crecimiento tan importante como lo tuvieron en su momento los Tigres Asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Hong-Kong y Singapur).

Samuel George, autor del estudio, llama a México, Colombia, Chile y Perú, los nuevos Pumas del Pacífico. La conexión que hace con los Tigres Asiáticos se fundamenta en dos razones. En primer lugar, al igual que estos, los Pumas del Pacífico han aceptado la globalización y buscan incorporarse a los acuerdos de libre comercio internacional. Al igual que los Tigres y los países del sudeste asiático, los Pumas han tenido éxito donde la Organización Mundial del Comercio se ha estancado: se han ampliado al libre comercio global.

En segundo lugar, los Pumas están mirando hacia el Pacífico para buscar oportunidades, tanto en términos de comercio como de inversión. Por años, estos países han mirado hacia el Norte o Europa y ahora están tratando de hacer negocios con la región que se perfila como una zona para el crecimiento global.

George, encargado de proyectos de la Fundación en Washington, afirma que estos países tienen otras características que permiten hacer la conexión con el felino. El puma es ágil, inteligente, rápido, independiente, fuerte y extraordinariamente adaptable. Estos son comportamientos que se observan entre los miembros de la Alianza del Pacífico. Estos países se diferencian de Brasil, el más corpulento pero lento del Mercosur.

Además, los pumas no suelen llamar la atención y tienden a moverse detrás de las escenas. Lo mismo se puede decir de México, Colombia, Perú y Chile. Mientras que otros proyectos de integración de América Latina han sido más ostentosos, con resultados mínimos, los Pumas han evitado ser el centro de atención y se han concentrado en la eficiencia. Por último, dice el investigador, un puma se mueve en terrenos desafiantes, como las regiones montañosas y difíciles.

Es claro que los cuatro Pumas no han alcanzado el nivel de los Tigres, que tuvieron éxito gracias a un período internacional muy favorable. Ahora, a raíz de la crisis financiera mundial, las condiciones han sido más difíciles para los Pumas del Pacífico. Sin embargo, seguirán creciendo.

Según el autor del estudio, hay características comunes a los cuatro países que los diferencian de otros en la región. Por ejemplo, han disfrutado en los últimos años de crecimiento. Aunque en el pasado, varios países de América Latina han tenido brotes de expansión, seguidos de crisis, esta vez hay razones para pensar que el avance de los Pumas será diferente. Entre ellas la estabilidad macroeconómica. Los cuatro comparten una baja inflación, reservas en crecimiento, deuda y déficit razonables. Esta estabilidad macroeconómica, –raro en el pasado de América Latina– es una base que podría permitir a los Pumas continuar creciendo en el futuro.

Otra razón es el compromiso con la democracia y con mejores instituciones. Según Samuel George, un factor que ha perjudicado el desarrollo de América Latina es la debilidad de las instituciones (mal gobierno, corrupción, reglas del juego poco claras), así como gobiernos que se mueven demasiado a la izquierda o a la derecha.

Si bien la gobernabilidad de los Pumas todavía es imperfecta, han demostrado mejoras. Por ejemplo, han tenido más de una década de democracia estable. Algunos presidentes se han inclinado a la izquierda, otros hacia la derecha, pero ninguno ha sucumbido a los extremos, y por lo general han seguido las normas constitucionales.

Esto diferencia a los cuatro de gran parte del resto de la región. Estas características son importantes porque les da a los ciudadanos, a las empresas locales y a los inversionistas internacionales confianza de que las reglas de hoy también serán las de mañana.

Otra nota común es el compromiso con la integración mundial. Los cuatro Pumas tienen acuerdos comerciales con Estados Unidos; Europa y varios países de Asia Pacífico. Con la Alianza del Pacífico han surgido como líderes en la integración latinoamericana.

Como bloque y como países, los Pumas tienen grandes retos. Por ejemplo, Colombia tiene que exportar más a China (solo el 5,2 por ciento de las exportaciones se dirigen a ese mercado). “Colombia ha tenido un fuerte crecimiento, incluso sin mucho comercio con China. Si el país aumenta sus exportaciones a ese mercado, el crecimiento podría ser aún mayor”, afirma el investigador.

Hay riesgos en depender demasiado del gigante asiático, pues una desaceleración podría hacer caer los precios de las materias primas, algo que ya preocupa a Perú y Chile. Estos deben demostrar que son capaces de crecer más allá de las exportaciones de productos básicos.

Si la Alianza del Pacífico logra avanzar comercialmente con el Mercosur, las empresas más eficientes de México, Colombia, Perú y Chile podrían ser muy competitivas en países como Venezuela, Argentina y Brasil.

Colombia y México son lo suficientemente grandes para que el mercado interno sea un motor de crecimiento importante. En el caso de Colombia, el estudio señala que los avances en infraestructura traerá oportunidades a la economía.

En diálogo con esta revista, el investigador de la Fundación Bertelsmann dijo que para Colombia, el mayor desafío está en lograr una paz duradera. “Solo esto permitiría una democracia verdaderamente inclusiva, seguridad ciudadana, condiciones necesarias para la inversión y mejoras en la infraestructura. En este momento, la comunidad global es muy optimista sobre Colombia, pero si la violencia vuelve este impulso podría ser desperdiciado”, dijo.

Entre tanto, para México, una parte del riesgo es también la seguridad y la capacidad de eliminar la cultura de la corrupción. En términos de su economía, deben demostrar su capacidad para aumentar la productividad. Por el momento, el sector manufacturero mexicano tiene una oportunidad de oro, porque los costos de transporte internacional son altos, y los de la energía podrían bajar, lo que llevaría a empresas estadounidenses a trasladar sus operaciones de manufactura de China a México.

Frente a los retos de la Alianza del Pacífico se espera que esta se fortalezca. Es importante saber si la presidenta de Chile, Michelle Bachelet y su coalición quieran seguir impulsándola y no la consideren como un proyecto del conservador Sebastián Piñera y la debiliten.

Frente a la posibilidad de ampliar la Alianza a otros países, el bloque debe asegurarse de que alcance los logros en un grupo más grande, algo que en el pasado no ha funcionado muy bien.

En síntesis, desde hace varios años, centros de pensamiento y analistas han querido simbolizar el éxito de algunos países con animales o con juego de letras. En 2001 el Banco Goldman Sachs acuñó la marca Bric (por las iniciales de Brasil, Rusia, India y China) para hacer referencia a aquellas economías emergentes que marcarían el devenir económico y político del siglo XXI.

En 2010, el Banco HSBC, puso de moda el término Civet, juego de letras que además de corresponder a las iniciales de Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica, es el nombre en inglés de un animal, que habita los bosques de Asia y Africa. La idea era simbolizar un bloque de países de mediana potencia económica con las mayores expectativas de crecimiento en la segunda década del siglo XXI.

Ahora el turno es para los Pumas que se vislumbran como las nuevas estrellas de los emergentes. Y Colombia está ahí presente. Sin duda es una oportunidad para que el país avance más rápidamente y resuelva tantos años de atraso.