VIGILANCIA DE SOCIEDADES.

DMG aplaza movilización de clientes

La firma DMG anunció que aplazará la marcha pacífica a la que había convocado a sus clientes este domingo en Bogotá para protestar por las sanciones que le impuso la Superintendencia de Sociedades por no entregar información sobre sus operaciones.

31 de octubre de 2008, 12:00 a. m.
Miles de clientes respaldan la gestión de DMG que paga dividendos mayores a los de cualquier empresa tradicional.

Una multa por 92 millones 300 mil pesos impuso la Superintendencia de Sociedades a DMG Grupo Holding S.A y otra por 50 millones de pesos contra Cristina Isabel Lara Vega, representante legal de esa compañía.

El castigo se debe al incumplimiento de varias órdenes emitidas por la Supersociedades desde el 11 de julio de 2008. Por cada día de incumplimiento, la compañía debe pagar 10 millones de pesos y la representante, dos. La compañía y su representante legal, además de pagar las multas, tienen que cumplir las directivas de la Superintendencia.

Las órdenes de la Supersociedades consistían en poner al día información jurídica y contable, pues había encontrado inconsistencias durante una investigación que inició el pasado 2 de abril.
 
DMG, las iniciales del fundador y presidente de la empresa, David Murcia Guzmán, tiene tan fascinadas a miles de personas como intrigadas a las autoridades por su peculiar magia para reproducir el dinero.
 
En términos sencillos como funciona la empresa, consiste en que las personas compran una tarjeta prepagada en DMG por un valor, sean 100 mil o 10 millones de pesos. Con esa tarjeta pueden comprar diversos bienes, desde hacer mercado hasta automóviles o pasajes. Por cada tarjeta comprada, la persona recibe puntos que se le cargan en otra tarjeta, como sucede en los supermercados. La diferencia es que en DMG esos puntos se convierten en dinero en efectivo después de seis meses. Generalmente devuelven entre el 50 y el 100 por ciento del costo de la compra realizada.
 
Incluso grandes empresarios, por ejemplo del transporte, están comprando sus buses en DMG, y el negocio es tan bueno que un empresario que compró dos buses, a los seis meses sacó el tercero pagando apenas el 20 por ciento. La única exigencia es que se pague en efectivo.
 
Por supuesto un negocio tan grande, todo en efectivo, despierta grandes sospechas en un país como Colombia, gran exportador de drogas ilícitas, y por tanto, importador de dinero fruto del negocio ilegal. 
 
Pero aún no es claro cómo es que DMG hace para multiplicar el dinero que le entregan a cientos de colombianos en diversos puntos del país. Según han dicho sus directivas, revelar el secreto sería como hacer pública la receta de la Coca-Cola. Por eso tampoco le han dado información suficiente sobre su operación a la Superintendencia de Sociedades.

El 13 de agosto, DMG aún no había cumplido las directivas de la Supersociedades, entregando información completa sobre la sociedad. Al día siguiente, la Superintendencia reiteró a la sociedad que debía cumplir su obligación y pidió explicar las razones del retraso. La empresa no respondió. Por eso le fue impuesta la multa. 

Según el abogado Abelardo de la Espriella, abogado defensor de la compañía,  él interpuso un recurso de reposición que está en trámite. Es decir, asegura que la sanción aún no está en firme. El recurso contempla la entrega de documentos que aclaran las dudas del ente estatal.

Mientras tanto, la compañía programó para el próximo domingo una marcha de respaldo pero tuvo que ser aplazada a una fecha aún sin definir, pues las autoridades del distrito dijeron que no la autorizarían.
 
El Distrito les dijo que la concentración no podría realizarse en la Plaza de Bolívar, como lo habían solicitado, debido a la instalación del alumbrado navideño. Como alternativas ofreció el parque de La Hoja y la plazoleta de La Mariposa en San Victorino.

Según el general Rodolfo Palomino, comandante de la Policía en Bogotá, sería antiético apoyar una marcha en defensa de dicha empresa, cuya manera de obtener y entregar dinero, dice, es sospechosa. "Me parece que es una marcha indigna y le caben dos adagios: 'De eso tan bueno no dan tanto', y, 'Cuando la limosna es tanta hasta el Santo sospecha', dijo el oficial en Caracol Radio.

De la Espriella defendió a DMG y dijo que Palomino no tenía por qué emitir este tipo de juicios. "La Policía debe preocuparse más por los índices de criminalidad y no por sabotear una marcha como ésta, que es absolutamente pacífica y que lo que busca es apoyar una causa que le ha traído beneficios a mucha gente",  dijo el abogado en esa misma emisora.
 
La salida política de la empresa, al responder la imposición de una multa, con una marcha de clientes, muestra el daño que hace el hecho de que las autoridades aún no hayan esclarecido, en forma contundente, exactamente cómo es el negocio de DMG. Para la empresa y para la sociedad es importante que una empresa que está involucrando a tantos colombianos o bien quede libre de sospecha de una vez por todas, o de lo contrario, si está haciendo algo ilegal, sea puesta en cintura antes de que su enorme popularidad la vuelva un poder político.