Virus mortal

4 de septiembre de 2010

Uno de los virus digitales más peligrosos de la historia penetró a la multinacional alemana Siemens. Tiene la capacidad de espiar y a la vez de defenderse. La industria ya encendió alarmas a nivel mundial. Su nombre es Struxnet y fue descubierto por expertos de Bielorrusia mientras expurgaban un sistema de computación del gigante tecnológico alemán usado para manejar fábricas de producción, redes eléctricas y plantas nucleares. Su creador debió conocer muy bien el complejo software de Siemens, pues en su primer contacto con este, el troyano exhibe su fuerza devastadora: es capaz de robar información, de tomar el control de procesos industriales e, incluso, de repeler los ataques que un antivirus o el personal de seguridad de una empresa le dirigen.

El software industrial de Siemens se vende por todo el mundo. Las ensambladoras lo usan para construir coches, y las plantas de energía, para coordinar sus operaciones. Según estudios de la Agencia Alemana para la Seguridad de la Información (BSI), manipulando el software de Siemens Struxnet puede instalarse en el corazón de cualquier fábrica, y de inmediato se convierte en dos cosas: en espía y centinela. Mientras reúne información para enviar hacia afuera —por ejemplo, a través del computador de un técnico—, desarrolla al mismo tiempo técnicas para protegerse ante cualquier amenaza. Un arma como Struxnet podría convertirse en el medio perfecto para los llamados espías industriales, cuyo acelerado crecimiento durante los últimos años viene causando preocupación en las agencias de seguridad de los países industrializados. La propia Siemens ha debido admitir que por lo menos cuatro de sus clientes han identificado la presencia de Struxnet en sus sistemas. Expertos alemanes hablan, sin embargo, de más de 150 infecciones en Alemania, así como muchas más en India, Indonesia, Irán y Asia.