Opinión
Guerra fría 2.0: de la propiedad inmobiliaria a la propiedad digital
En nuestro artículo anterior, exploramos los paradigmas de creación de riqueza en la humanidad.
Con 638 billones de dólares, el sector inmobiliario ha sido el colateral por excelencia de nuestra civilización. En tiempos de la guerra fría 2.0, la confianza en los bonos del Gobierno se desvanece. Las acciones y las materias primas se convierten en los verdaderos refugios. Y una nueva promesa emerge con los criptoactivos: la idea de poseer propiedad digital.
En nuestro artículo anterior, exploramos los paradigmas de creación de riqueza en la humanidad. Discutimos que el primer paradigma era la conquista, con el concepto de riqueza centrado en el territorio. El segundo era el comercio, que implicaba el intercambio de bienes y servicios para evitar conflictos, pero requería un alto nivel de confianza entre diferentes entidades. El tercero era la tecnología, que surgió con la revolución industrial y se centraba en la productividad.
Hoy estamos presenciando el surgimiento de un nuevo paradigma: la era de la creación, impulsada por la propiedad digital, que facilita el intercambio y procesamiento de información a gran escala. Esto está transformando nuestro modelo de producción, pasando de las materias primas tradicionales, como el petróleo, el acero, el trigo, la soya y la carne, hacia nuevas fronteras como las proteínas, los nanomateriales, los fotones, los cuantos, los electrones y los bits.
Cada paradigma de nuestra civilización se refleja en una clase de activo. El de la conquista se representa mejor con el sector inmobiliario, donde la mayoría de la riqueza se almacena actualmente, con más de 638 billones de USD en activos inmobiliarios.
Tendencias
El paradigma del comercio se ve reflejado en los bonos e instrumentos de renta fija, que representan la confianza necesaria para el comercio. Actualmente, nuestra civilización almacena alrededor de 133 billones de USD en estos activos. De estos, 51 billones se encuentran en los Estados Unidos, mientras que China posee 20.9 billones y Japón alrededor de 11 billones.
El paradigma de la tecnología se refleja en dos clases de activos: los commodities, que son necesarios para la maquinaria productiva mundial, y el mercado accionario, que suma aproximadamente 109 billones de USD en capitalización bursátil. El mercado de commodities, valiendo 24 billones de USD, está dominado por la energía, con un 55 %, seguido por la agricultura, con un 30 %. Por otro lado, Estados Unidos representa el 42.5 % del mercado accionario mundial, con solo 7 compañías tecnológicas como Apple, Amazon y Microsoft, que suman el 30 % de la capitalización bursátil del S&P 500.
El último paradigma, el de la creación, se caracteriza por fronteras digitales y la propiedad digital. Las blockchains están definiendo hasta dónde y cómo puede ingresar la inteligencia artificial a la propiedad digital de una comunidad. La mejor representación de esto es el mercado de criptomonedas, con una capitalización bursátil de alrededor de 2.3 billones de USD, donde Bitcoin representa el 53.5 %.
El colateral universal de nuestra civilización ha sido el de ladrillos; sin embargo, estamos entrando en una era en la que este pilar puede estar construido con bits.
Por qué este marco de referencia nos ayuda a entender cómo invertir en el presente
Mi argumento es que nos encontramos en medio de una nueva guerra fría, en la que Estados Unidos y China compiten por la proyección geopolítica, las cadenas de suministro, la tecnología y las materias primas estratégicas. La tensión entre estos dos gigantes crea vacíos de poder que desencadenan conflictos entre otros actores geopolíticos regionales, como Rusia vs. Europa, Irán vs. Israel y Arabia Saudita.
Esta clara jerarquía geopolítica afecta el mindset del comercio y, por ende, también la confianza en los bonos gubernamentales a nivel mundial. La siguiente gráfica muestra los drawdowns de los bonos del Gobierno (El drawdown mide el retroceso actual en los precios de un activo respecto al máximo anterior).
Solamente han existido dos períodos en la historia reciente con esta magnitud: entre 1915 y 1920, y entre 1940 y 1981. El primer período abarca la Primera Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique, mientras que el segundo comprende la Segunda Guerra Mundial, seguida por la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Nuestro escenario base sugiere que estamos viviendo en un período muy similar a la Guerra Fría, aunque también existe una probabilidad considerable de otros escenarios, como una guerra mundial en un mundo multipolar.
Lo que más destaca del escenario de la Guerra Fría es la caída en el precio de los bonos durante casi 40 años
REAL ESTATE
Entre 1942 y 1952, el índice de precios de bienes raíces aumentó un 68 %, lo que equivale a una valorización anual de casi el 5.35 %.
Acciones
Entre 1942 y 1952, el índice de acciones aumentó un 272 %, lo que equivale a un incremento anual cercano al 13.5 %. Si este patrón se mantiene hasta agosto de 2025, el S&P ya habrá superado el récord de 6300.
Commodities
Entre 1942 y 1962, tanto las acciones como las materias primas fueron activos superiores a los bonos. Sin embargo, las acciones superaron en rendimiento a las materias primas hasta los años 70, cuando la inflación se convirtió en la narrativa dominante y las materias primas se convirtieron en el activo de mejor desempeño.
Crypto
Las criptomonedas quizás sean la clase de activos más fascinante. El sector inmobiliario ha sido el pilar más importante de nuestra civilización, ahora representado por un valor de USD 638 billones. Si el fundamento principal de nuestra sociedad cambia de la propiedad inmobiliaria a la propiedad digital, las criptomonedas tienen un espacio enorme para expandirse desde sus actuales USD 2.2 billones. Podrían aspirar, al menos, al tamaño de los commodities, valuados en USD 25 billones. Desde esta perspectiva, un Bitcoin con un precio de 600,000 USD durante la próxima década no parece descabellado.