ENTREVISTA

La educación en internet se reinventa

Los Cursos Masivos Abiertos en Línea se están transformando. Semana Educación habló con uno de los pioneros de este tipo de educación en Estados Unidos para hacer un balance de los cambios.

23 de diciembre de 2014
Daniel Carchidi es el director de IT Academic Technology en la Universidad de New Hampshire. Foto: Carlos Julio Martínez / SEMANA.

La Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ofrecen Cursos Masivos Abiertos en Línea (MOOC, por sus siglas en inglés) desde mayo de 2012. La alianza de estas dos instituciones para desarrollar estos cursos se consolidó en la plataforma EdX. Desde entonces, miles de personas del mundo se han inscrito gratis a asignaturas que van desde electrónica de circuitos, química medicinal y álgebra lineal hasta la ciencia de la felicidad.

Mucho antes de que se crearan estos sistemas de enseñanza en línea, en MIT nació OpenCourseWare, una plataforma para archivar los materiales educativos que se usaban en las clases del instituto. En el año 2002 subieron los primeros 50 cursos para que cualquier persona pudiera acceder a ellos bajo la licencia no comercial de Creative Commons.

El doctor Daniel Carchidi, director de IT Academic Technology en la Universidad de New Hampshire, participó tanto en la creación de OpenCourseWare como en la producción y realización de EdX. Carchidi fue uno de los panelistas del Congreso Iberoamericano de Educación Virtual en la Universidad Javeriana. Semana Educación habló con él sobre su experiencia y el futuro de los MOOC.

S.E.: ¿Por qué les tomó diez años pasar de los OpenCourseWare en MIT a los MOOC en EdX?

D.C.: Creo que fue una cuestión de sofisticación tecnológica. Por lo menos desde la experiencia de EdX creció el área de las evaluaciones. Es decir, las preguntas necesarias para confirmar el aprendizaje de los estudiantes. Por ejemplo, en el curso de Circuitos y Electrónica los programadores fueron capaces de desarrollar el diagrama de un circuito que los estudiantes podían construir en línea, presentarlo y recibir una retroalimentación casi de inmediato sobre el ejercicio. Esta clase de cosas no estaban en OpenCourseWare y no era culpa de este programa, su misión solo era reflejar el material educativo. Pero todo hizo parte de un proceso de experimentación sobre la enseñanza y el aprendizaje en línea que ocurrió al mismo tiempo que avanzaba la tecnología.

S.E.: ¿Cómo sabían que EdX iba a ser sostenible?

D.C.: Había muchas expectativas, es verdad, pero también había, y creo que todavía hay, un alto sentido de experimentación. Creo que eso hace parte del ADN de MIT. La institución está dispuesta a tomar un riesgo calculado porque sabían que lo que saliera de este experimento sería muy interesante y mejoraría la educación en MIT.

S.E.: Los MOOC demandan constante innovación, ¿hacia dónde se dirigen?

D.C.: En la presentación que hice en el Congreso Iberoamericano de Educación Virtual hablé sobre el Gartner Hype Cycle. Es una gráfica que hizo la empresa de consultoría en tecnología Gartner Inc. en la cual explican que cada vez que hay un gran avance tecnológico se desarrollan grandes expectativas. Luego hay una caída en la visibilidad del producto y solo después las empresas pueden empezar a medir la viabilidad de este en el mercado.

Creo que si en el 2012 hubo un pico de expectativas frente a los MOOC, ahora estamos entrando en un periodo en el que estamos empezando a entender las implicaciones financieras, quiénes son las audiencias y cuáles son sus expectativas. Pienso que estamos aprendiendo mucho más acerca del rol de los cursos abiertos en la marca de la universidad. La gran cantidad de información que proveen los MOOC también permite hacer investigación educativa. No puedo hablar del lado financiero porque no he sido cercano a él, pero esa todavía es una pregunta abierta.

S.E.: ¿Seguirán siendo cursos abiertos?

D.C.: Hay muchas formas en que seguirán siendo abiertos. Para mí son abiertos en términos de inscripción. Porque cualquier persona se puede matricular. Pero para obtener el certificado hay que pagar un monto mínimo, o tendrá un precio cursar un grupo de materias que constituyan el derecho a un reconocimiento de estudios, pero será mucho menos de lo que cuesta regularmente ir a la universidad.

S.E.: ¿Cómo cambia esta tecnología la forma en la que aprendemos y enseñamos?

D.C.: Es una gran pregunta, pero sigue abierta. Debo resaltar la gran cantidad de información que está saliendo de estos cursos. El tipo de análisis sobre el aprendizaje que estamos viendo. La pregunta sobre Big Data en Educación Superior se está desarrollando en estas plataformas. Pero la promesa aquí está en empezar a pensar en agendas de investigación. Que miren las formas efectivas como los estudiantes están usando los medios, cómo están interactuando en redes sociales, en foros de discusión o cómo hay casos de aprendizaje informal entre personas con perfiles académicos muy distintos.

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