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BILINGüISMO

Para qué estudiar inglés en los colegios

Aprender un idioma abre puertas y amplía horizontes. Sin embargo, hacerlo a una temprana edad puede comprometer el manejo de la lengua materna.

3 de diciembre de 2015

En un día como cualquier otro, Joaquín Soler Serrano guiaba, con oraciones grandilocuentes y un vocabulario afectado, una entrevista en 1976. Enfrente estaba Jorge Luis Borges, con la mirada perdida y una sonrisa en la boca. Por casi una hora y media hablaban sobre cuentos, historias y poemas.

Pero esta nota no es sobre la vida, ni sobre la obra de Borges. Está más bien relacionada con comentarios aislados en la entrevista, comentarios que pareciera que estuvieran al margen. Sobre frases sueltas, en las que Borges habla sobre su abuela, la que se sabía de memoria la Biblia en inglés; sobre los libros de Wells, Stevenson, y Kippling que empezaron a formarlo, y sobre esos hermosos relatos de espías en la India Británica y de islas perdidas en el Pacífico.

El artículo se trata sobre el inglés. Sin embargo, podría no haber empezado con referencias a la literatura inglesa ni a su influencia en uno de los escritores más conocidos del Boom Latinoamericano, sino sobre los consejos, algo más prácticos, sobre su utilidad.

Podría haber empezado, por ejemplo, con cómo el inglés es, para Tsedal Neeley, profesora de la Universidad de Harvard, necesario para hacer negocios en un mundo globalizado y competitivo, en el que han aumentado los actores y mercados y en el que la industria es cada vez más transnacional.

O sin tantos preámbulos, lo más natural habría sido asumir de entrada la importancia del inglés en la cultura, en el mundo de los negocios, y en la cotidianidad. Pero la pregunta pertinente sería, cuándo debería aprenderse.  

Hay quienes afirman que la inmersión temprana de los colegios bilingües puede ocasionar descuidos en el desarrollo de la lengua materna, y que los niños pueden presentar confusiones en los procesos de lectura y de escritura.

Sin embargo, lo que podría preocupar aún más es la ausencia de un vocabulario especializado. Se trata del desconocimiento que experimentan algunos estudiantes de colegios bilingües al entrar en universidades colombianas en las que se enseña en español. Desde pequeños sus clases de Matemáticas, Biología, Química, e Historia, fueron en inglés, y no conocen en su propio idioma las palabras específicas para definir los conceptos. Les toca entonces, al entrar en la universidad, empezar a reaprender su propio idioma.

Un poema cuenta que una vez un portugués se admiró de que todos los niños en Francia sabían hablar francés. Y esa admiración, que podría extrañar, no resulta del todo extravagante. Recuerda, más bien, que no se aprende la propia lengua de una manera natural, en la cotidianidad, sino que se trata de una construcción rigurosa.

No se trata, entonces, de afirmar que no se debería aprender otra lengua, pues, desde luego, abre horizontes. El reto está en preguntarse sobre los métodos de enseñanza que permitirían aprenderlo sin descuidar la lengua materna.

Para el debate

¿Considera que sí es conveniente que los niños estudien otro idioma desde pequeños?

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