DEPORTE
Cuando el fútbol es por una causa
Más allá de las canchas, algunas estrellas de este deporte brillan por ser activistas comprometidos.
Uno de ellos es Cristiano Ronaldo, quien este año completa su gol número 400 y hace historia como uno de los mejores jugadores de los últimos años. Pero el también conocido como CR7 no solo brilla por su talento en las canchas, sino también por su compromiso con la lucha palestina.
En el 2011, cuando ganó la bota de oro, el trofeo más preciado y que se le entrega al mayor goleador de las ligas europeas, la subastó con el fin de donar 1.5 millones de euros para la construcción de escuelas en Gaza, Palestina. A su vez, el año pasado no quiso intercambiar su camiseta con un jugador israelí al terminal el encuentro, porque no está de acuerdo con las masacres cometidas por Israel al pueblo palestino.
Otro de los cracks comprometido con una causa política es el exjugador del Chelsea y capitán de la selección de Costa de Marfil, Didier Drogba. En el 2005, luego de llevar a su selección por vez primera al mundial, imploró para que los actores de la guerra civil perpetrada en su país dejaran las armas y llegaran a una reconciliación. Fue así que, de la mano del expresidente Charles Konan Banny, abanderaron una comisión para culminar la guerra y dejar un mensaje de paz.
Pero ese lado social de los jugadores no es reciente, sino que viene de hace años atrás. Quizá uno de los más influyentes jugadores y activistas fue el brasileño Sócrates Brasileiro Samapaio de Souza de Oliveira.
Además de ser recordado por sus goles y por ser un jugador hábil para romper cualquier defensa, también tiene un lugar en el corazón de los fanáticos del futbol por sus posturas políticas ante la dictadura militar de Brasil en 1964. En los años ochenta, cuando jugaba en el club Corinthians, este talentoso jugador y médico decidió abanderar la lucha de la democratización del fútbol.
Fue así como impulsó que todas las decisiones del club debían ser por elección, rompiendo el esquema dictatorial que los militares también también en el fútbol brasileño. Por esa lucha interna del club, los jugadores obtuvieron mejores condiciones laborales. Por ejemplo, se les permitió determinar la intensidad del entrenamiento, la incorporaron y eligieron a un psicólogo al club; incluso modificaron el método de recibir los premios, pues en cambio de recibir un trofeo por la victoria, sacaban un porcentaje de las recaudaciones y los repartían por igual entre jugadores, utileros, médicos, choferes y todo el cuerpo técnico del club.
Con ese método ganaron dos campeonatos y en una de las finales salieron a la grama con una bandera que decía “Ganar o perder, pero siempre con democracia”.
Sócrates también se hizo famoso por sus frases cargadas de contenido político y social. Dijo: “Si la gente no tiene el poder de decir las cosas, entonces yo las digo por ellos. Si yo estuviera del otro lado, no del lado de la gente, no habría nadie que escuchara mis opiniones". También aseguró: “¿Por qué causas más conmovedoras no mueven tanto como el fútbol: como los niños en la calle, los tsunamis, la miseria extrema en el corazón de África y en algunas otras esquinas; el genocidio y muchas otras?”
“Regalo mis goles a un país mejor", fue otra de sus frases.
Aunque este talentoso jugador brasileño murió el 4 de diciembre del 2011, no hay duda de que dejó un gran legado tanto para su pueblo como para el fútbol de todo el mundo, demostrando así que ese deporte también tiene un lado social y puede generar cambios y transformación a favor de la sociedad.