ESCUELA

Dos cabezas piensan mejor que una

Estudios recientes demuestran que en la educación básica y media es mejor trabajar proyectos interdisciplinarios para formar estudiantes más competentes.

17 de marzo de 2015

La educación tradicional se está volviendo obsoleta frente los desafíos de la realidad actual. La vieja escuela es estática y no permite intercambiar información entre las disciplinas. Hoy día se necesita comunicación y apoyo entre las diversas áreas del conocimiento. Los estudiantes se deben preparar para el mundo real. El nuevo reto es promover proyectos interdisciplinarios que ayuden a la construcción de un conocimiento global.

Las instituciones educativas deben fomentar temas que se puedan abordar desde todas las áreas (ciencias, español, matemáticas, artes) y puedan aportar su visión particular. El trabajo por competencias es una metodología de aprendizaje significativo que ayuda a los estudiantes a reforzar esa visión global y les permite abrir sus posibilidades aceptando la contribución de los demás.

Según la revista Educación 3.0, la metodología para implementar dichas competencias es por medio de proyectos transversales. Esto se hace buscando  información, desarrollando una actividad y aplicándola, a partir de varios conceptos emitidos por todas las asignaturas del currículo de una institución.

Según un estudio realizado por la Universidad del Rosario, trabajar las competencias por proyectos transversales ofrece algunos beneficios como: Incrementar la motivación y mejorar la autoestima; conectar a los jóvenes entre el aula y la realidad; estimular sus habilidades sociales y  preparar a los estudiantes para los puestos de trabajo, entre otros.

En diciembre del 2014 los alumnos de primer grado del colegio Nuestra Señora de las Victorias en Madrid, España, decidieron hacer un viaje interactivo por la Europa del siglo XIX. Por medio de una planeación estratégica, los jóvenes se dividieron en equipos por Madrid, Londres y París y se convirtieron en blogueros que reportaban historietas, resúmenes y mapas. Este es un claro ejemplo de proyecto transversal por competencias, pues entrelazaron aspectos tecnológicos, artísticos e históricos a partir de un mismo tema.

A pesar de los beneficios que plantea este sistema de educación, hay quienes piensan que la sociedad actual no está preparada para este tipo de metodologías. El profesor de pedagogía de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ángel Díaz Barriga, asegura que aunque es necesario innovar en el campo de la educación, cuando se trabajan los modelos por competencias y se enfocan estos a la investigación externa en el aula, se puede caer en planteamientos superficiales. Díaz asegura que no es necesario descartar por completo los modelos educativos anteriores y que, por el contrario, se deben complementar.

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