En educación formal se repartieron 7000 becas para la excelencia para formación posgradual. | Foto: Semana

EDUCACIÓN

Jornada única y tres temas más del sector educativo que deben definirse este año

En los últimos años, la educación básica y media ha avanzado, especialmente en cobertura. Pero la calidad y el gasto eficiente siguen siendo sus puntos débiles. Estas son las necesidades que más apremian a los colegios. Este será uno de los temas a tratar en la Cumbre Líderes por la Educación.

11 de septiembre de 2018

Los temas en educación son tan delicados como relevantes: las visiones sobre el ‘deber ser‘ de la enseñanza son diversos y enfrentan los intereses de profesores, expertos, padres, entidades estatales y los estudiantes mismos. Cómo llevar a cabo las transformaciones que requiere el sector plantea varios interrogantes: ¿Hay suficiente dinero para mejorar la calidad de la educación? ¿Cómo distribuir los recursos? ¿Qué es prioridad y qué no?

Tras completar el primer mes de gobierno de Iván Duque, empiezan a plantearse las respuestas del gobierno a los desafíos que enfrenta el sector. Pese a que durante la campaña presidencial expertos como Julián de Zubiría criticaron que la educación no parecía ser la prioridad en la agenda de Duque, el nuevo mandatario conformó una vez posesionado un equipo con carácter técnico y conocimiento del sector. 

Para profundizar: Las debilidades en el programa educativo de Iván Duque

Este equipo ya está completo y en estos primeros 30 días ha empezado a abordar diversos temas como el fin de Ser Pilo Paga, la necesidad del fortalecimiento de la educación pública, la muy posible continuidad de la estrategia De Cero a Siempre y la necesidad de un trabajo articulado con los otros ministerios (como el del Interior y el de Salud) para definir la línea de acción de la atención integral a la primera infancia. 

Sin embargo, los temas más grandes que engloban estos desafíos y que explican la veradera raíz de las dificultades en la educación son de los que menos se hablan, o que por lo menos aún no se han tenido en cuenta en los debates y declaraciones públicas. ¿La razón? posiblemente porque algunos de ellos significan movidas políticas y no son asuntos que produzcan popularidad y agrado.

Estas son cuatro cuestiones que exponen la necesidad del gasto eficiente y la calidad, dos puntos cardinales en el camino por una educación más completa y provechosa para todos; un recorrido a grandes rasgos por los motivos que aportaron al presente que vive hoy el sector educación, y por las urgencias que, aunque no se hable de ellas, no dan espera y necesitan de respuestas. 

Reforma inmediata al Sistema General de Participación

La base de todos los problemas de la educación es la falta de presupuesto. Gobierno tras gobierno se ha hecho evidente la necesidad de más recursos para mejorar el sistema educativo, pero cada uno ha implementado su política sin hacer mayores ajustes presupuestales. Y aunque aún no se sabe a ciencia cierta cuál será la línea en el gobierno Duque, expertos advierten que la bolsa de recursos que la nación gira para la educación básica, más conocida como Sistema General de Participaciones (SGP), está desfinanciada, y es necesario plantear una reforma constitucional para que no colapse. 

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La razón se remonta al gobierno de Andrés Pastrana y al segundo mandato de Álvaro Uribe Vélez, quienes plantearon dos grandes reformas para recortar temporalmente –hasta 2016– el crecimiento de los recursos del SGP, con la justificación de que el país estaba en crisis fiscal. Según expertos, las participaciones pasaron de representar el 46 % de los ingresos de la nación en 2001, al 25 % en 2017. Además, el año pasado se vencieron los términos establecidos por la ley que fijaban el incremento real del SGP. Por esta razón, el sistema educativo reclama con urgencia una reforma: si la bolsa continúa sin recibir los recursos necesarios, el sistema tendrá problemas para pagar la nómina docente y los servicios públicos de las instituciones, y será más difícil garantizar la calidad y gratuidad de la educación.

Según expertos, las participaciones pasaron de representar el 46% de los ingresos de la nación en 2001 al 25 % en 2017.

Jornada única sí, pero no así

La necesidad de ampliar la jornada escolar se planteó bajo el criterio de mejorar la calidad en la educación pública tal y como en la privada. Sin embargo, no fue lo que se logró. Estudios del Banco Interamericano de Desarrollo y la compañía Mckinsey evaluaron esta propuesta y aseguraron que aumentar el número de horas de clase no contribuye a una mejora de los resultados académicos. No obstante, se identificó que el programa combate otros problemas sociales, como  la delincuencia y el consumo de sustancias psicoativas. Aunque la jornada única se ha expuesto como una estrategia social, visibiliza, también algunos puntos débiles del sistema educativo: al extender la jornada hasta nueve horas de clases (lo que implica eliminar la doble jornada, y tener a todos los estudiantes en un mismo horario), se evidencia la falta de docentes, la escasa infraestructura adecuada, la insuficiencia de la alimentación escolar, y quizá lo que más preocupa, la falta de un currículo para que los docentes utilicen bien las horas de más y sepan qué y cómo enseñar.

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Un currículo contra la inequidad

En Colombia no existe un marco nacional curricular, por lo que no hay ninguna garantía de que los niños del país aprendan lo que deben en el grado apropiado. Por esa razón, el gobierno actual avanzó en la consolidación de nuevos lineamientos curriculares. En 2015, la ministra Gina Parody lanzó los Derechos Básicos de Aprendizaje, que definen una serie de competencias mínimas por grado. Y, en 2017, el MEN emitió las Mallas Curriculares, que sugieren qué herramientas metodológicas se pueden implementar para alcanzarlas. Estos documentos se suman a un esquema de herramientas orientadoras sobre la elaboración del currículo, junto a los Lineamientos Curriculares y los Estándares Básicos de Competencias. De hecho, hay cerca de 219 orientadores curriculares vigentes emitidos por el MEN y, por el principio de autonomía escolar Ninguno es obligatorio.

En un principio se creyó que el gobierno Duque y las entidades relacionadas con el sector serían los responsables de asegurar o continuar con los esfuerzos de aunar el tema del curriculo a la calidad educativa. Sin embargo, el tema es uno de los que menos se ha tocado por dos razones: es un asunto que despierta inconformidades entre los docentes y solo saldrá a la luz cuando el Plan de Desarrollo esté listo. Por el momento, es un tema que se está tocando en los talleres Construyendo País, un espacio participativo en el que profesores, secretarios de Educación y padres de famlia, entre otros, opinan qué creen que es lo apropiado para trabajar por la calidad en la educación. La conclusión sobre el currículo deberá estar listo a final de este año y su resultado saldrá a partir de las necesidades de cada región. Será una ruta de navegación dictada por el consenso nacional. 

Una reforma que intentará salvar el PAE

El Programa de Alimentación Escolar (PAE), que permite que casi cinco millones de niños reciban un complemento de comida en las escuelas y colegios públicos del país, es un proyecto muy complejo de ejecutar y permeable a la corrupción. Con la intención de acabar con esas dos dificultades, el PAE ha pasado por diferentes instituciones pero nada ha funcionado. 

Hasta 2013, era manejado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). En 2014 lo asumió el Ministerio de Educación. Sin embargo, para descentralizarlo y adaptarlo a las necesidades de cada departamento y municipio, en 2016 el gobierno nacional se los entregó a los gobernadores y alcaldes, pero los escándalos de corrupción fueron el detonante para que el Ministerio de Educación reformulara su administración. Frente al incremento de millonarios robos, que como se ha repetido en diferentes ocasiones por la Contraloría, las cifras del desfalco nacional asciende a 84,000 millones de pesos, se han tomado -por fin- cartas en el asunto. 

Para contextualizar: 84.000 millones de pesos, lo que valdrían las irregularidades en alimentación escolar

El ministerio de Educación durante el gobierno de Juan Manuel Santos logró aprobar un cambio clave: los recursos del programa (que para el 2018 están cerca de los 1.6 billones de pesos) no se entregarán a los 1.100 municipios –como se hace actualmente–, sino a 95 entidades territoriales certificadas, es decir, a los 32 departamentos y algunas capitales, ciudades y municipios que tienen la capacidad para manejar el dinero,  realizar la contratación y administrar el programa. 

La era Duque sigue por la línea de reformar el PAE. Con las mejoras que desde 2017 logró el PAE Bogotá este se convirtió en un ejemplo para todo el país. Ahora, el próximo 19 de septiembre el gobierno publicará los cambios en el Programa de Alimentación Escolar a nivel nacional, de tal manera que los casos de corrupción y la alimentación desequilibrada sean problemas del pasado. 

Para conocer más sobre el nuevo PAE: Las pistas sobre el nuevo Programa de Alimentación Escolar que prepara el gobierno

¿Y quién educa a los educadores?

Durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos se realizaron avances en cuanto a la formación docente. Lo más llamativo fue el programa Todos a Aprender (PTA) un programa que llevó educación continua a los maestros de las escuelas con bajo rendimiento en las pruebas Saber, mediante el acompañamiento de pares académicos destacados. El PTA llegó a 886 municipios de todo el país con muy buenos resultados: en los colegios a los que llega está aumentando el porcentaje de niños en los niveles satisfactorio y avanzado tanto en lenguaje como en matemáticas.

En educación formal se repartieron 7.000 becas para la excelencia para formación posgradual.

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En educación formal se repartieron 7.000 Becas para la Excelencia en formación posgradual. Aún falta mucho, especialmente en formación inicial. Los estudiantes de Educación tienen los peores resultados de Saber 11 y Saber Pro de todas las áreas del conocimiento. En otras palabras, la carrera docente no atrae a los mejores bachilleres. Si bien el gobierno anterior adelantó todos estos temas relacionados con la formación docente y dejó iniciada la conversación para aclarar la reglamentación especial que reconozca la importancia de la educación de los profesores, aún no hay luz verde en el nuevo gobierno. 

Este será uno de los temas a tratar en la Cumbre Líderes por la Educación 2018, el evento más esperado del sector. Se llevará a cabo en Bogotá el próximo 19 y 20 de septiembre.

El artículo hace parte de la edición 33 de la revista Semana Educación, pero fue actualizado y editado para la versión online. Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior, suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita ?018000-911100.

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