Mónica Lewinsky empezó en redes sociales la ‘Revolución del espectador’, como se llama su campaña. | Foto: Archivo Semana.

PERSONAJE

Mónica Lewinsky, la voz contra el acoso

La protagonista de unos de los escándalos más sonados en Estados Unidos,que casi le cuesta la presidencia a Bill Clinton, lanzó una campaña en redes sociales para mitigar y prevenir esta práctica.

3 de octubre de 2015

Agresión. No hay otra manera de definir el matoneo o bullying, una práctica que cada día acumula más víctimas. En los últimos años ha sido el dolor de cabeza de padres, profesores, directivas y, en general, de la ciudadanía por los estragos que termina causando en la vida de quien lo sufre. Sobreponerse a una reputación señalada y vulnerada no es tarea fácil y en muchos casos el sufrimiento no se supera. Por eso, las alarmas frente a este tema están encendidas.

Octubre es considerado como el mes para la prevención del bullying desde 2006, cuando se lanzó una estrategia para educar y crear conciencia sobre sus efectos y consecuencias. En el marco de esta iniciativa, Mónica Lewinsky alzó su voz contra el acoso.Esta semana puso en marcha una campaña que pretende mitigar y prevenir el matoneo.

Junto a las estrellas de Hollywood Salma Hayek, Olvia Wilde, Lily Collins, Michael J.Fox, Rashida Jones, Jamie Lee Curtis y Alan Cumming empezó en redes sociales la ‘Revolución del espectador’, como se llama el proyecto. La idea es que durante todo el mes las redes sociales Twitter, Facebook, Instagram y Tumblr se llenen de mensajes contra el acoso, tanto en la web como en persona. “Quítale la fuerza al bullying” es el eslogan de la campaña que se difundirá con el hashtag #MonthOfAction (mes de la acción).

Precisamente, la iniciativa apunta a que “en las acciones simples y prácticas que cada uno de nosotros puede hacer de forma inmediata para aliviar el sufrimiento y provocar un cambio cultural”, le explicó  Lewinsky a la revista People. Por eso la intención última es “convertir las redes sociales en un espacio más seguro y con compasión para todo el mundo”.

También dijo ser la “paciente cero” del acoso, por cuenta del escándalo en el que fue protagonista durante 1992, cuando era becaria de la Casa Blanca en Estados Unidos. Lewinsky tuvo un romance con el entonces presidente Bill Clinton y en febrero de 1998 la noticia de ese affaire se destapó en un sitio web. La conmoción fue mundial y Clinton estuvo a punto de perder su cargo. El precio que ella pagó también fue muy alto: su reputación y dignidad quedaron totalmente destrozadas con apenas 21 años.

“Me llamaron vagabunda, pendona, puta, bimbo, ligera y por supuesto ‘esa’. Todos sabían de mí, pero pocos me conocían. Era difícil recordar que la otra tuvo un corazón que alguna vez estuvo intacto”, le afirmó Lewinsky a la revista VanityFair el año pasado. Ese precedente es lo que la inspira para esta campaña.

Tras dos décadas del escándalo, el nombre de Mónica Lewinsky reapareció en medios y titulares en marzo pasado. La razón fue una charla TED en la que contó su experiencia. “De la noche a la mañana pasé de ser una persona privada a una humillada en público”, relató.

Por eso, desde ese momento, llamó la atención sobre el problema del acoso y aseguró que “este tipo de humillación se ha vuelto una mercancía en nuestra cultura”. En pocas palabras, lidera una cruzada para evitar que haya más casos de personas que tengan que pasar por esa situación.