LENGUAJE

Seis palabras científicas que usa mal y no lo sabe

Si usted es de los que solo consume comida orgánica o se considera un escéptico porque no cree en Dios, sepa que está incurriendo en varios errores de significado. ¿Por qué?

19 de enero de 2016
| Foto: Ingimage

Teoría
Uno de los términos más atropellados del diccionario. Su empleo en el ámbito informal ha provocado la aparición de frases como “esta es mi opinión, pero es solo una teoría”, como referencia de que es una posibilidad.  

En ciencia una teoría no es un hecho al azar ni una conjetura. Es una explicación contrastada por la que se pueden hacer predicciones, las cuales también pueden ser confirmadas por medio de experimentos o a través de la observación. Así, son afirmaciones probadas y aceptadas por la mayoría de integrantes de la comunidad científica.


Hipótesis
Algo parecido pasa con esta palabra. En el uso cotidiano la ha reducido a una simple conjetura sin contraste o base alguna, y nada más lejos de la realidad.

Si bien las hipótesis son hechos todavía no verificados, se formulan después de la recolección de información y datos. Es decir, no surgen de la nada: encierran una lógica que deberá ser probada o no.


Escéptico/a
El escritor y filósofo francés del siglo XVIII Denis Diderot dijo alguna vez que “el escepticismo es el primer paso en el camino de la filosofía”.  Con esta frase aludía a la verdadera esencia de esta palabra: el escepticismo no es sinónimo de negación, sino de duda.

El mal uso del término por parte de personas y medios de comunicación ha promovido que se identifique este adjetivo con una posición inicial de negación ante los hechos. Y no.

Los escépticos no niegan la evidencia de un hecho si este es demostrable. Solo la ponen en duda si todavía no está contrastado. Por lo tanto, no caiga en frases clichés como “soy un escéptico por eso no creo”


Químico
¿Cuántas veces ha usado la frase “este producto es químico, no debe ser bueno para la salud”? Si se siente identificado con ella, entonces usted es de los que incurre en un error idiomático bastante usual.

Que algo sea químico no es sinónimo de artificial. Mucho menos que se trate de una sustancia nociva para el organismo. El término también se emplea como antónimo de natural, y no hay nada más natural que la química.  


Natural
Cualquier elemento o producto proveniente de la naturaleza es natural. El arsénico, por ejemplo, es natural y no es bueno para la salud.

Así pues, no incurra en el error de relacionar natural con salud o bueno. Tampoco se deje engañar por ciertos productos alimenticios que se venden bajo este llamado publicitario. Mejor mire la composición del mismo antes de creerse que lo que está comparando es “natural”.


Orgánico

El fervor por la vida saludable ha puesto de moda frases del tipo: “la comida orgánica es la tendencia en términos de salud”. Sí, en términos de salud y de supervivencia, dado que todos los alimentos que consume el ser humano son orgánicos.

Orgánico no es el equivalente a saludable, se refiere a una sustancia “que tiene como componente constante el carbono”. Y, con permiso de los fanáticos de las dietas, el carbono está presente en todo lo que comen.


PARA EL DEBATE
¿Qué otras palabras conoce  que se emplean de forma errónea en el uso cotidiano? Deje sus comentarios en nuestro Twitter @SemanaEd y @JuliaAlegre1