Van pero no votan

Aunque, en efecto, el ausentismo es un viejo problema en el Capitolio, hay otro fenómeno que a varios observatorios legislativos les preocupa aún más: el abstencionismo, que se presenta cuando un congresista va pero no vota. Para Andrea Cerinza, analista de Congreso Visible, “el hecho de que un congresista decida no votar pone en tela de juicio su posición frente a un tema, y si se supone que fue elegido para representar la voluntad de quienes votaron por él, esa participación que representa podría verse reducida”.

Los abstencionistas

Un estudio de Congreso Visible enfocado en la reforma de reequilibrio de poderes mostró que de las 92 veces que se han votado temas sustanciales en la comisión primera de Senado, estos son los tres congresistas que más dejaron de votar.

1. Viviane Morales, del Partido Liberal, no votó en 58 ocasiones. “A mí me autorizaron un impedimento porque soy aforada y por eso no he votado temas que tengan que ver con el Tribunal de Aforados”.

2. Jaime Amín, del Centro Democrático, no votó en 45 oportunidades. “Es una forma legítima de protesta porque lo que buscamos como oposición en esos casos es no dejarnos contar cuando se toman decisiones finales con las que no estamos de acuerdo”.

3. Alfredo Rangel, del Centro Democrático, no votó en 43. “A veces no votamos por decisión de bancada o porque no tenemos un criterio formado frente a un tema específico y preferimos abstenernos”.

Los que siguen

4. Carlos Eduardo Enríquez, Partido Conservador  (41)
5. José Obdulio Gaviria, Centro Democrático (37)
6. Roy Barreras, La U, (35)
7. Paloma Valencia, Centro Democrático, (27)
8. Germán Varón, Cambio Radical, (27)
9. Doris Clemencia Vega, Opción Ciudadana, (23)
10. Manuel Enríquez, La U, (17)

¿Por qué pasa?

1. El parlamentario esta impedido para hacerlo.
2. El congresista considera el no votar como una forma de votar.
3. El congresista sabe cual será el resultado final y no ve útil votar.