ENFOQUE

“Sabía que no iba a ser fácil y que vendrían los ataques”: Claudia Palacios

La directora de noticias de Canal Capital habló con SEMANA sobre su disputa con el periodista Gonzálo Guillén, quien en una columna se despachó contra su gestión en la entidad.

25 de marzo de 2017

Guillén dice que usted es la funcionaria con el sueldo público más alto en Colombia, ¿qué le responde?

No soy funcionaria pública, soy contratista. No es equiparable la remuneración de un asalariado con la de un contratista. Los contratistas debemos asumir las prestaciones sociales, que en el caso de los asalariados las pagan en mayor parte sus empleadores. Además, él incluye en lo que denomina sueldo el costo de un carro que no solo me transporta a mí, sino también a los otros reporteros. Mi remuneración está calculada según la norma que permite que personal altamente calificado reciba como máximo lo mismo que el gerente de la entidad en la que trabaja, sumando las prestaciones de este.

¿Es verdad que el Canal Capital está apagado y que su audiencia promedio es bajísima?

La verdad es que recibimos el canal con un promedio diario de 1.920 televidentes (venía en picada desde junio de 2015), y un año después lo llevamos a 7.830, con audiencias que han llegado a 59.000 personas para el noticiero principal. No son ratings de ensueño, pero no es poca cosa subir más de 300 por ciento cuando cada día más personas apagan sus televisores. Y tener 43 millones de reproducciones de nuestros videos en las redes sociales, en 10 meses tampoco es poca cosa.

¿Qué tan “faraónica” (como la llama Guillén) es la nómina del canal?

No lo es. Cada hora al aire del canal cuesta 2.665.000 pesos. En noticias somos 42 periodistas en el área editorial que respondemos por 478 horas de programación al mes: 4 noticieros, 20 boletines, 5 programas de deportes, 4 programas periodísticos y coberturas especiales.

¿Cuáles son, según usted, las principales equivocaciones, errores o mentiras en las que incurre el columnista?

Que mi remuneración viola la contratación pública, que el canal está apagado, que hay una nómina paralela, que 60 técnicos fueron despedidos, que el periodista de La Calera fue censurado, que sugiere que el gerente cobra coimas por dar contratos, entre otras.

¿Qué cree que haya motivado al periodista para escribir esa columna?

No sé, no lo conozco, y hubiéramos contestado cada una de sus inquietudes si él hubiera hecho lo que corresponde al quehacer periodístico: contrastar fuentes y hacer trabajo de campo.

¿Ha hablado con él recientemente?

Ni por estos días ni nunca.

¿Cómo está el canal hoy? ¿Es tan negro el presente como lo pinta Guillén?

No. Terminamos 2016 con más plata en caja y menos deudas de las que había cuando lo recibimos. Gastamos 2.000 millones de pesos menos respecto a 2015. Debido al buen desempeño la ANTV nos entregó 50 por ciento más de recursos para educación y cultura. Además, el Fondo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones volvió a darle recursos al canal después de un año de no hacerlo.

¿Qué sintió cuando leyó la famosa columna?

Que el periodismo está podrido, con notables excepciones, por supuesto.

Usted que estaba tan bien en el sector privado llegó a preguntarse en estos días, ¿por qué me metí en esto?

No, sabía que no iba a ser fácil y que vendrían los ataques. Creí y sigo creyendo importante sembrar la semilla para que la televisión pública esté al servicio de la ciudadanía, y no del alcalde de turno. Y sé que el sector privado sigue estando por ahí.