El ‘cerebro’ repatriado

Nicolás Gutiérrez cuenta por qué, a pesar de algunas fallas, cree que la iniciativa le aporta mucho a Colombia.

Semana: ¿Cuándo volvió?

Nicolás Gutiérrez: Llegué el 2 de enero tras 14 años fuera. Me fui a los 18 a Francia a estudiar Biología, luego hice una maestría en Genética y un doctorado y dos posdoctorados en Biología Celular. El último, en la Universidad de Washington, donde trabajé hasta que me vine.

Semana: ¿Y por qué regresó?

N. G.: Por la idea romántica de aplicar lo aprendido y ayudar al país. No había vuelto porque era complicado buscar trabajo, pero tenías ganas de estar acá y de que mi hija estuviera cerca de una parte de su cultura y decidí aprovechar la oportunidad.

Semana: Usted es uno de los 140 expertos que volvieron con beca. ¿Cómo les ha ido?

N. G.: Ha habido algunos problemas de ejecución y de falta de comunicación, así como algunos retrasos. Pero querer impulsar la investigación en el país con quienes aprendieron en el extranjero es una iniciativa linda.

Semana: ¿A cuántos de ustedes los han afectado esos problemas?

N. G.: Yo todavía no he empezado a investigar porque Colciencias no le ha dado el dinero a la Universidad del Valle, donde trabajaré. Ahora ando con mi familia como un gitano por todo el país, ya que se nos acabaron los ahorros y aún no tenemos casa. Estoy en contacto con 60 personas del programa, de las cuales 20 están en las mismas. Algunos, incluso, decidieron volver a irse.

Semana: ¿Se arrepiente de haber vuelto?

N. G.: No. Pienso que, aunque todo esté todavía un poco demorado, el programa va a salir adelante. Mis familiares me dicen que me acostumbre, que así es Colombia.

Semana: ¿Cómo ha visto al país?

N. G.: Muy cambiado, y para bien. Los problemas de hoy no se comparan con los de hace 20 años y siento que la sociedad va para adelante.

Semana: ¿Anda la ciencia igual de bien?

N. G.: Hay buenos científicos, pero pocos. Falta plata para investigar. Por eso la iniciativa de traer expertos es buena, pero necesita recursos para dar un verdadero impulso. Los beneficios que ofrece el programa no son cosa de locos, pero la gente aplica por las ganas por venir a Colombia.

Semana: ¿Por qué se ‘fugaron’ tantos ‘cerebros’?

N. G.: Yo no me fugué. Quería abrirme al mundo, aprender otro idioma, y ese es el caso de muchos otros. Todavía hay muchos expertos colombianos que no quieren volver, pero pienso que el país debería trabajar para crear lazos también con ellos y permitir que así ellos aporten desde afuera.