ENFOQUE POLÍTICO

La siniestra estrategia de Jonathan

El caso de Natalia Ponce de León estaría tomando un rumbo peligroso.

25 de abril de 2015
| Foto: Daniel Reina

Esta semana se conoció el dictamen forense y de psiquiatría practicado a Jonathan Vega, el atacante que tiró ácido a la joven, y que sería la prueba reina de su abogado, Antonio González. El concepto describe a Vega como un adicto que empezó a consumir toda clase de sustancias desde muy joven y agrega un elemento hasta ahora desconocido: “Con respecto al día de los hechos, el paciente manifiesta que ese día consumió heroína, estaba presentando alucinaciones fuertes con varias personas, incluyendo a Natalia Ponce de León, pensaba que debía quitarse el resentimiento y daño que le hizo durante tantos años, debía sacarse el espíritu de ella o sus voces”.

En el examen se concluye que en el caso de Vega se cumplen los requisitos para la inimputabilidad, que se aplica cuando una persona no es consciente de sus actos y, por tanto, no puede ser juzgada por ellos. De ser así, Vega sería enviado a un centro psiquiátrico y el Estado tendría que pagarle el tratamiento. Sin embargo el abogado Jaime Granados, consultado por SEMANA, señaló que: “En el derecho penal el consumo de heroína no genera inimputabilidad. Sería gravísimo que en un caso como este, tomara carrera el argumento de que por consumir drogas, una persona pueda salir exonerada”. Además, agregó que el factor de la premeditación también se debe tener en cuenta. Es decir, la planeación del ataque: la compra de la sustancia química y la espera en la puerta del edificio llevan a pensar que no se trató de un acto espontáneo. La Fiscalía pide 35 años de cárcel para el atacante, y aunque se suponía que el juicio era el pasado martes se aplazó hasta el 19 de mayo. Natalia ya señaló que espera mirar a Vega a la cara y decirle: “Estoy bien”.