ENTREVISTA
Libros contra cadáveres
SEMANA habló con una bibliotecaria que quiere construir memoria a través de herramientas digitales.
Adriana Grisales, la bibliotecaria de Marsella, Risaralda, recibió recursos de Bill Gates y el Ministerio de Cultura con los que, entre otras cosas, quiere ayudar a construir memoria en su población mediante herramientas digitales. La meta es que 1.200 bibliotecas del país reciban los mismos auxilios.
Semana: ¿A Bill Gates le interesa lo que pasa en Marsella?
Adriana Grisales: No solo en Marsella. La Fundación Bill y Melinda Gates tiene un interés auténtico en que las condiciones de vida de las personas cambien en muchas partes del mundo.
Semana: Les dieron tabletas y portátiles. ¿Cree que eso de veras cambia la vida, por ejemplo, en una vereda?
A. G.: Los niños de las veredas no conocen ni siquiera la cabecera municipal porque sus padres no los pueden llevar ya que el costo de los pasajes implicaría no comprar carne. Nosotros vamos con todas esas herramientas, les mostramos videos y les enseñamos a manejar redes sociales para que interactúen con niños en otras partes. Así, ellos se enteran de que el mundo es más que la vereda.
Semana: Usted lleva años llevando libros a las veredas. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
A. G.: Las veredas cercanas al río son las más alejadas y las de más difícil acceso a los libros. Allá hay un lugar llamado Beltrán donde corre el Cauca y por donde por mucho tiempo pasaron los cadáveres que arrojaban al río en el norte del Valle. Los niños crecieron con estos muertos. Incluso me contaron historias de cómo jugaban con ellos. Yo sentí que con la biblioteca debía hacer algo para cambiar la visión del mundo de estos niños.
Semana: ¿Y qué hizo?
A. G.: Les leí historias que aludían al tema de la muerte, pero también otras que les ayudaron a entender que el río no solo les traía cadáveres, sino también vida.
Semana: ¿Cómo reaccionaron los niños?
A. G.: La labor nos permitió recoger sus experiencias a través de los dibujos que fueron haciendo y el año pasado publicamos una cartilla con las vivencias más significativas. Ahora queremos que usen las herramientas digitales para dejar consignados sus recuerdos y experiencias con fotos y videos.
Semana: ¿Qué busca con ese trabajo de memoria?
A. G.: A mí los niños de las veredas me han contado lo que vieron, y ahí hay muchas historias de horror. Las imágenes que uno ve de niño no se borran, y la lectura no puede hacer nada para cambiar eso. Pero también procuro que los niños reciban más información para que sepan que también hay cosas buenas en la vida y que la tierra donde viven tiene lados positivos.
Semana: ¿Ellos entienden eso?
A. G.: Yo no quiero necesariamente que ellos olviden, pero deben entender que hay un país posible y que hay proyectos para mejorar las cosas. Y para eso la lectura es fundamental. Mucho de lo que ha pasado en Colombia se ha debido a la ignorancia.