Rosso José Serrano

Se hizo famoso en Colombia y en el mundo por haber desmantelado los tres grandes carteles del narcotráfico que había en Colombia en los noventa y por haber capturado a los hermanos Rodríguez Orejuela. Por esos y otros logros, el general Rosso José Serrano, nacido en 1940 en Vélez, fue reconocido como el mejor policía del mundo en 1999. Ingresó a la Policía en 1960 e hizo una larga y meritoria carrera. Se ganó el respeto que proyecta en temas de seguridad, por los logros que obtuvo, primero, como director de Antinarcóticos y, desde 1995, como director de la Policía Nacional, cargo que desempeñó hasta 2000. Colombia lo recuerda porque su primera fórmula fue combatir la corrupción que había en la fuerza: retiró 300 oficiales y más de 2.500 suboficiales y agentes por sus nexos con el narcotráfico. Después de esa limpieza, la Policía empezó bajo su mando la lucha frontal contra los carteles de Medellín y, en especial, de Cali, que terminó con la captura de Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela. Tras su retiro se dedicó a prestar asesoría en temas del narcotráfico alrededor del mundo. En 2002 fue nombrado embajador en Austria, cargo en el que estuvo hasta septiembre de 2010. Hace seis meses regresó al país y hoy sigue tan activo como cuando vestía el uniforme. Estará al frente del Programa de Cooperación en Seguridad con Centroamérica, el Caribe y el norte de África, regiones afectadas por el narcotráfico. También dedica parte de su tiempo a su empresa de asesoría en seguridad, a compartir con su familia, a disfrutar de sus seis nietos y a hacer deporte. A pesar de haber viajado por muchas partes del mundo y de vivir en Viena, el general Serrano dice que prefiere vivir en “biena’dentro de Santander”, en su pueblo.