"Esa mezcla es letal"

GLORIA STELLA DÍAZ: Cuando llegué al Congreso en 2006 noté que la legislación era demasiado permisiva. Yo había conocido a muchas víctimas con discapacidades y familiares que habían perdido a sus seres queridos, y eso me fue calando.

G.S.D.: No pienso que sea la solución definitiva. Pero creo que quienes se comportan así ahora van a pensarlo dos veces. Si no funciona, entonces nos quedamos cortos en las medidas extremas: penalización, tipificación del delito como conducta autónoma y privación de la libertad.

G.S.D.: Es que lo hemos intentado todo. En pedagogía y prevención ha habido campañas como ‘Entregue las llaves’, ‘El conductor elegido’, ‘La tengo viva’ e ‘Inteligencia vial’. Y ninguna ha servido. Yo misma hago parte de una campaña. Me pregunto: ¿qué queda por hacer? La respuesta es penalizar y buscar severidad en las sanciones.

G.S.D.: Yo hago lo que hago por las víctimas. No se puede olvidar que aquí hay voluntad y eso hace que manejar ebrio sea diferente a cualquier otro delito. Quien decide hacerlo debe asumir las consecuencias.

G.S.D.: Yo solo espero que eso nunca ocurra porque no podría hacer nada. La ley se cumple, así se trate de un familiar mío. No estamos prohibiendo el consumo de licor, sino diciendo que la mezcla entre gasolina y alcohol es letal.

G.S.D.: Muchas veces nos discriminan y nos niegan la palabra. En cuanto al alcohol y el carro, algunos hombres piensan que solo ellos pueden decidir sobre eso. A veces salen con argumentos como ‘yo manejo mejor cuando estoy borracho’ y consideran demasiado ‘cantaletosa’ a la mujer. ¡Están lejos de la realidad!