Especiales Semana

ENRIQUE PEÑALOSA

ALCALDE DE BOGOTA<BR>Octubre 29 de 1999 8:00 a.m. Bogotá

3 de enero de 2000

¿Por que fue seleccionado como personaje del año? Nadie que resida en Bogotá ha podido ser
indiferente a la labor que viene desempeñando el alcalde Enrique Peñalosa y ese solo hecho lo convierte en
uno de los personajes del año. Hoy por hoy, más que dividir la capital entre liberales y conservadores, o entre
hinchas de Millos o Santa Fe, se podría dividir entre peñalosistas y antipeñalosistas. Sobre todo al finalizar
este año, período en el que el Alcalde le hundió el acelerador a sus polémicos proyectos para contruir su
ciudad del futuro: el paseo de la 15, la malla vial y la arborización de la ciudad, entre otros. En su odisea por
transformar a Bogotá y convertirla un lugar más digno para el ciudadano Peñalosa zarpó con viento a favor -las
arcas del Distrito llenas- y con la firme convicción de llevar a cabo su programa de gobierno. Hasta el
momento no se ha dejado seducir por los cantos de sirena clientelistas de los concejales y demás políticos
del Distrito. Lo que sí ha tenido que capotear en sus casi dos años de gobierno es el vendaval de críticas y
denuncias que lo acusan de adelantar obras faraónicas en detrimento del drama humano de miles de
bogotanos que, como los indigentes de la calle del Cartucho, fueron desalojados a la brava en aras del
espacio público. Pero más allá de la nube de controversia que ha perseguido a Peñalosa, a estas alturas no
hay ningún bogotano que no sienta que tiene un Alcalde y que está gobernando. Ya se están viendo los
primeros resultados y si se concretan la mitad de los proyectos que el burgomaestre tiene en mente los
colombianos tendrán Peñalosa para rato.
¿Que le espera el próximo año? Si 1999 fue el año del ajuste, del caos, de los trancones, de las obras y de los
desvíos, el próximo se perfila como el año de Peñalosa. Muchas de las obras que hoy se están terminando
serán inauguradas el año entrante y es casi seguro que la percepción popular sobre el Alcalde sufra un vuelco
importante. Por eso para él -como para muchos expertos que no se resignan a aceptar el cuento de 2000- el
verdadero cambio de milenio se producirá el 31 de diciembre del año entrante, cuando pueda entregar una
ciudad transformada por los casi 4.000 frentes de trabajo que hay en la actualidad.
El momento más bajo durante 1999 Hacia marzo de este año, cuando tenía una impopularidad de 85 por
ciento y un proceso de revocatoria del mandato andando. En ese momento casi nadie lo defendía en los
medios y los comerciantes le habían declarado la guerra debido a la legión de bolardos que puso por toda la
ciudad para recuperar el espacio público.
Puntos a favor
- El amplio conocimiento que tiene de los problemas de Bogotá.
- Tiene muy claro el proyecto de ciudad que quiere.
- Ha demostrado tener gran capacidad de gestión y está rodeado de un gabinete joven y técnico.
- Es un hombre de carácter y convicciones y no le tiembla el pulso para tomar decisiones, aun si pisa los
callos de los poderosos. No se deja amilanar por los críticos.
Puntos en contra
- Su obsesión por los resultados lo ha llevado a subestimar la importancia de la comunicación en el ejercicio
del poder. Ha sido torpe en el manejo de los medios. Tanto es así que los bogotanos sienten que hay más
Alcaldía que Alcalde. Más allá de la virtud de sus políticas en el largo plazo Peñalosa no es muy dado a
concertar sus decisiones con las personas o grupos afectados, lo cual le ha reducido el margen de maniobra
y gobernabilidad.
Lo que pocos saben
El Alcalde es un gran deportista y se levanta a trotar todos los días a las cinco de la mañana antes de
empezar una jornada laboral que puede durar 16 horas. Es un hombre de poca vida social y, a pesar de la
imagen de prepotencia que proyectan los medios de comunicación, es una persona sencilla.