Los colombianos escogen su símbolo

En enero de este año los ciudadanos de tres países de Europa fueron convocados a través de diferentes medios de comunicación, y en un caso por un gobierno, a una elección inusitada: escoger su símbolo nacional.

De esta manera, el Reino Unido, Italia y España decidieron, a través del voto on line, cuál era el objeto o personaje que mejor representaba su cultura y su esencia. Los electores escogieron a la taza de té, en el Reino Unido; a Leonardo Da Vinci, en Italia, y a Don Quijote, en España.

El primero, sin duda, fue el más ambicioso de los proyectos, pues el gobierno de Tony Blair destinó unos dos millones de dólares para desarrollarlo. La idea no tenía una intención distinta a la de poner a pensar a los británicos sobre sus valores culturales y su identidad, que cada vez se ve más amenazada por los efectos de la globalización. Durante dos semanas, 40.000 británicos tomaron la decisión.

Y si ese es problema en el Reino Unido, ni hablar de Colombia, donde al de la globalización se le deben sumar factores mucho más urgentes como la violencia y el desplazamiento.

Así nació la idea del proyecto Símbolo Colombia, desarrollado por SEMANA, Caracol Televisión, el Ministerio de Cultura y Colombia es Pasión, que se gestó también para despertar ese sentido de pertenencia.

Para semejante empresa, SEMANA convocó a un grupo de estudiosos del tema que durante un mes hicieron una rigurosa selección de 40 símbolos bajo diferentes criterios: que estos no tuvieran connotaciones negativas, que fuesen más nacionales que regionales, que hicieran parte de la tradición y la historia, y que fueran fácilmente identificables. También se decidió dejar por fuera personajes y marcas.

Adicionalmente, antes de abrir la gran elección se decidió un pequeño sondeo en Internet durante dos semanas para medir, por las postulaciones que hiciera la gente, qué nuevos nombres surgían y qué tan acertada había sido la decisión del comité. En esta fase se permitió que el público postulara 10 nombres nuevos para completar así una lista de 50. El sondeo demostró que lo que la gente nominó en líneas generales concordaba con lo que el comité escogió.

Durante un mes, 394.606 colombianos participaron y 75.580 se inclinaron por el sombrero vueltiao. Esto no significa que a partir de hoy se le declare símbolo nacional o patrio ni que reemplace a uno u otro porque, como se dijo antes, la pretensión no era más que realizar un ejercicio público para poner a prueba qué tanto nos importa nuestra identidad y qué tanto interés despierta nuestra cultura.

En esta edición, una más que hace parte de los grandes especiales que desarrolla esta revista semestralmente, reconocidos escritores, columnistas, periodistas e investigadores profundizaron sobre cada uno de estos 50 símbolos, lo que ha dado como resultado uno de los trabajos editoriales más ambiciosos que revista alguna haya hecho en Colombia. ¡Que la disfruten!