La chica de la silla

A los colombia-nos la expresión "la silla vacía" les recuerda el desplante de 'Tirofijo' a Andrés Pastrana en la apertura de los diálogos de paz. También puede hacerlos pensar en la fallida propuesta para que las curules de un partido no fueran reemplazadas cuando estas se perdieran por la para-política. En todo caso, tiene una connotación de poder y política, dos temas que apasionan a Juanita León, creadora del periódico virtual del mismo nombre, www.lasillavacia.com. Su objetivo: "Llenar el vacío con información".

Este sitio cuenta de una manera poco tradicional cómo se mueve el poder en Colombia, "la política explicada desde adentro con sus mecanismos", señala Juanita. Incluye, por ejemplo, los detalles de cómo se hizo una ley y sigue en twitter minuto a minuto una sesión del Congreso. "Cómo es que un candidato suma los votos desde fiestas con sancocho hasta el Facebook, desde la política de barrio hasta el voto de opinión. Esto es para los gomosos de la política", agrega Cristina Vélez, politóloga de la página.

Durante el último año, la silla ha sido ocupada por comentaristas que desde sus distintas disciplinas analizan temas coyunturales en la sección 'El blogueo'. Incluso hay espacio para hablar de política desde el arte, como lo hace Lucas Ospina en su blog 'Latonería y pintura', una mirada a la importancia de la imagen para los poderosos. Personajes como Antanas Mockus y Rafael Pardo responden a la pregunta del día en 'La movida'. Y literalmente se han sentado en la silla, en una que tienen en su sede, los precandidatos que hablan con los usuarios en un videochat. "También generamos noticia. Fuimos los primeros en hablar del Estado de opinión y sobre la asignación de recursos para los palacios municipales en zonas de influencia de congresistas clave para el referendo".

Juanita es heredera del Grupo empresarial Quala, pero desde hace tiempo tomó un camino diferente al de su familia. Su causa ha sido el periodismo fiscalizador del poder, campo en el que ha ganado muchos reconocimientos. Cuando estudiaba en Harvard, después de haber sido editora de Semana.com, descubrió el potencial de los sitios políticos en Internet en los inicios de la campaña de Obama. "Me llamó la atención la influencia de un diario como el 'Huffington Post', que definía la agenda de los medios tradicionales". En Estados Unidos fue gestora de la revista Flyp, siempre con la idea de regresar al país a crear su propio diario virtual: "Quise tener una plataforma para reunir personas de mi generación y a todos los que estuvieran conectados con lo moderno, que tuvieran algo interesante que decir", cuenta Juanita. "Uno está acostumbrado a ver al Presidente, a los ministros, pero en esta página aparecen nuevos protagonistas, como los asesores de los políticos que están detrás del telón", opina Mónica Pachón, directora del Programa Congreso Visible de la Universidad de los Andes.

La silla vacía nació por una beca del Open Society Institute, que invierte en iniciativas que promueven la libre expresión de las ideas. Hoy cuenta con 80.000 lectores y Juanita, como todos los propietarios de medios web, busca fórmulas para financiar su página en el futuro. Una posibilidad sería que esos usuarios se convirtieran en socios del sitio al pagar una cifra moderada para apoyar la página.

Además, recibió un premio de la fundación Ashoka para emprendedores periodísticos, por su propuesta de transparencia, que fue destacada por Jimmy Wales, fundador de Wikipedia. Esta consiste en publicar el material utilizado en la reportería, "la información en bruto", incluidos documentos oficiales y los apuntes de los periodistas, "lo cual nos da credibilidad", asegura Juanita. De esta manera La silla vacía espera lucirse en las próximas elecciones para seguir demostrando por qué se ha convertido en una de las páginas políticas más prestigiosas del país.