HISTORIA

Vujicic: “La fuerza que tengo hoy viene del dolor de ayer”

Este hombre comprendió que a través de su situación física podía ayudar a muchas personas.

Antonio Paz Cardona
4 de octubre de 2013
Nick demostró a los médicos que sí podía caminar y que incluso podía surfear. | Foto: Cortesía: Nick Vujicic

Esta es la tercera vez que Nick Vujicic visita Colombia. Su nombre es conocido alrededor de todo el mundo y cientos de videos y entrevistas se han realizado sobre él. ¿Por qué? Nick nació sin brazos y sin piernas, pero como reza el slogan de su presentación este viernes 4 de octubre a las 7 de la noche en Bogotá en el Parque Simón Bolívar, Nick no tiene brazos, ni piernas, pero tampoco tiene límites.


Nació hace 30 años en Melbourne (Australia) y solo hasta el momento del parto fue que sus padres supieron que carecía de sus extremidades, todo el tiempo los médicos indicaban en las ecografías que el niño estaba en una posición en la que no se le veían los miembros.

Se hizo acreedor a un premio como Mejor Actor (MethodFest) y ha sido muy conocido por un cortometraje de cine independiente “El Circo de las Mariposas” protagonizado por Eduardo Varastegui y por el propio Nick, en dicha cinta Vujicic es visto como un fenómeno que hace actos al lado de una mujer barbuda y unas siamesas.

El síndrome de Tetra Amelia fue el responsable de su condición de “discapacidad”, término que en el caso de este joven australiano es muy discutible, ya que aunque los doctores dijeron que nunca podría caminar, Nick no solo camina, sino que hace surf, bucea y realiza miles de actividades que incluso muchas personas con un cuerpo "normal" no pueden hacer.

"Quise suicidarme"

Su vida no fue fácil y confiesa que tuvo una niñez muy traumática. “Fui víctima de matoneo y tuve una depresión terrible entre los 8 y los 12 años, la cual me llevó a pensar en el suicidio”, afirma con una sonrisa y un brillo en sus ojos azules que transmiten paz y serenidad.

Al preguntársele que lo motivó a no concretar su suicidio, Nick da una respuesta en la que no se percibe ni una gota de egoísmo: “Mis padres. No quería causarles semejante dolor, sabía que todo podría acabar para mí, pero no era justo dejarlos sufriendo por mi partida”.

Nick ahora es una gran motivador y un fiel creyente cristiano que profesa su fe alrededor del mundo y que empezó a darle gracias a Dios por lo que tenía y a no cuestionarlo por lo que no tenía. “Es simple, siempre podrás tener más, pero piénsalo bien, también podrías tener menos”.

Confiesa que un día le preguntó a Dios, “si tú eres real y tienes un plan para mí, dímelo. ¿Por qué nací así?”. Comenta que encontró la respuesta en la Biblia al leer el caso de un hombre ciego del que nadie sabía por qué había nacido así. En el relato Jesús responde que esto sucedía para que el mundo viera las obras de Dios. "Ahí entendí que si Dios tenía un propósito para ese hombre ciego, también lo tenía para mi vida".

"No siempre me levanto con una sonrisa en el rostro"

Empezó a predicar y comprendió que a través de su situación física podía ayudar a que muchas personas se dieran cuenta que a pesar de los problemas, siempre hay una solución.

“Vivo esta vida como si fuera de Dios y no mía. Dios tiene un plan para cada persona y es mucho mejor que el de nosotros”, afirma. 

“¿Me levanto todos los días con una gran sonrisa en el rostro? No”. Vujicic dice que lo más importante para él es la fe, “Dios es grande y uno siempre aprende más de los días difíciles. Así que la fuerza que tengo hoy es por el dolor del día de ayer”, asegura. Nick tiene días buenos y días malos y su motivación no es continuar siendo mundialmente conocido, para él la felicidad no está en las cosas materiales sino en la fe, en Dios y en ser un buen esposo y un buen padre.

Y es que hace más de un año Nick se casó con su novia Kanae Miyahara y de esa unión hay un hijo de 8 meses llamado Kiyoshi James Vujicic.

¿Hubiera buscado a Dios con la misma intensidad si hubiera nacido con brazos y piernas? Con esa pregunta confrontan al hombre de 30 años, a lo que él responde, “eso sí me motivó, no mentiré, pero por muchos años no escuché su voz, le dejé mensajes pero nunca me respondío, aun así lo seguí buscando y comprendí que tener brazos y piernas no me daría la felicidad, hay muchos con todos sus miembros y no son felices”.

Preguntas difíciles

Vujicic no cree que el dolor provenga de Dios, para él, el dolor viene del enemigo, “pero lo que el enemigo hace mal, Dios lo vuelve bueno”, asevera con convicción. 

El autor de best sellers como Una vida sin límites y Un espíritu invencible habla sobre un tema que causa polémica: el aborto. 

Nick reconoce que bajo las legislaciones de algunos países él podría haber sido uno de esos niños abortados por malformación, pero da gracias a sus padres porque aunque no sabían que él iba a nacer así, está seguro que nunca hubieran tomado dicha decisión.

El “hombre sin límites” recuerda que en Estados Unidos desde 1970 se han abortado 14 millones de bebés y que el Dios en el que cree no está de acuerdo con el aborto, no importa la situación que sea. “Si crees que acabar con la vida de tu bebé es tu derecho, dónde está el derecho de él, esa criatura no tiene la posibilidad de elegir. Si usted toma esa decisión usted no tiene fe, fe en que Dios es capaz de proveer”, comenta.

Cuando a Nick le dicen que no debe influenciar en las creencias de los demás y tratar de convencerlos para que crean en un Dios, argumentando que cada quien es libre, Vujicic se hace el siguiente planteamiento: “Todos tenemos derecho a creer en lo que queramos. Nos dicen que no debemos hablar de religión, pero no creo que eso sea libertad, hay más libertad si todos pueden hablar de su religión. Creo que vivimos en una prisión del ideal de libertad”.

Antes de partir  y luego de permanecer durante cerca de una hora frente a los medios de comunicación colombianos, le hacen una dura pregunta que a pesar de lo dolorosa no se puede negar. 

¿Qué opina de esos pastores y sacerdotes que terminan violando niños o abusando de la fe de sus creyentes?

Nick suspira y pide perdón. Asegura que Dios se siente avergonzado de dichas actitudes y que es una vergüenza y una tristeza que el mal ejemplo de unos pocos acabe con la buena imagen de quienes quieren de corazón hacer la voluntad de Dios. Se sube a su carrito, da la vuelta y antes de irse finaliza, “aun entre los doce escogidos por Jesús estaba Judas”.