Pastillas de gente

“Es especial estar de vuelta”, dijo María Sharapova, durante el sorteo de cuadros del Abierto de Australia. Después de 15 meses de sancionarla por dopaje, la Asociación Femenina de Tenis (WTA, por sus siglas en inglés) ha suscitado muchas críticas por el trato preferencial que le ha dado a la rusa desde su regreso. Se mencionan la favorable programación de sus partidos en el pasado U. S. Open y el honor de presentar la copa del torneo en este Australian Open. Craig Tiley, director del Abierto, explicó que ni Serena Williams, ni Victoria Azarenka, ni Angelique Kerber, otras ex campeonas, podían asistir y Sharapova era la única opción, pues ganó este certamen en 2008. Cuando le preguntaron a ella por su tiempo lejos de las canchas, la deportista no se refirió a la sanción, y solo habló de cuánto aprovechó ese tiempo para dedicarse a otros proyectos personales. Para muchos, la presencia de Sharapova en la gala previa al evento premia sus malas decisiones y prueba que el rating es lo más importante.

Penurias y disculpas

Ganador de 18 premios Grammy y reconocido 3 veces en el Rock and Roll Hall of Fame (por integrar The Yardbirds, Cream y por su carrera en solitario), Eric Clapton calificó de redención al documental Eric Clapton: Life in 12 Bars, dirigido por la ganadora del Óscar Lili Fini Zanuck, y próximo a debutar. El trabajo recorre sus muchos triunfos y tragedias como uno de los mejores guitarristas del mundo, pero también sus dolores y deudas pendientes. El artista de 72 años confiesa que se está quedando sordo y que padece de una extraña enfermedad que limita el movimiento de sus manos, y también se toma el tiempo para disculparse por crasos errores del pasado. Admite la vergüenza que le producen imágenes de un concierto suyo en 1976, en el que elogió al candidato abiertamente racista y ultraconservador Enoch Powell. A pesar del tono sombrío, Clapton considera el documental una oportunidad para que otros vean que es posible sobrellevar con éxito situaciones tan complicadas como la adicción al alcohol y a las drogas.

Vietnam a fondo

La gente habla mucho de la participación de Estados Unidos en el conflicto de Indochina, pero nunca había conocido tal cantidad de detalles como los que revela La guerra de Vietnam, la serie documental de diez capítulos de Ken Burns y Lynn Novick. La producción se destaca por su narrativa fluida y llena de trasfondo, pero, sobre todo, por las casi 100 voces que describen la experiencia desde todos los lados del conflicto. Así pues, al material fílmico restaurado, que suma transmisiones de televisión, películas caseras, fotografías de corresponsales y audios secretos oficiales de las administraciones de Kennedy, Johnson y Nixon, se incluyen voces de soldados y ciudadanos estadounidenses, en pro y en contra de la guerra, de ciudadanos y combatientes vietnamitas simpatizantes al sur y al norte. Así pinta un cuadro exhaustivo y apasionante de uno de los conflictos más calientes de la Guerra Fría. El documental va sumando capítulos en la plataforma móvil Directv Play.

La corona de veras

The Crown ha dado mucho de qué hablar, pero la BBC tenía reservada una joya para responder a la serie. La semana pasada, la cadena transmitió en el Reino Unido y en Estados Unidos The Coronation, un espectacular documental que, con base en imágenes reales, cuenta la experiencia de Isabel II el 2 de junio de 1953, cuando recibió la corona. La magia del programa radica en que Isabel II accedió a participar con su voz. Tras 22 años de intentos y planeación, el productor Anthony Geffen y su consultor, el experto en la corona Alastair Bruce, lograron que la monarca se deshiciera por momentos de la máscara real. Franca y directa, la reina habla de la Corona de San Eduardo, y sus 2 kilos de oro y 444 piedras preciosas, que solo se puso ese día, pues según dice “¡pesa una tonelada!”. La reina confiesa que en las ceremonias habituales usa la Corona Imperial del Estado, con la que “no se puede mirar hacia abajo, pues se te cae y te puede quebrar el cuello”. A sus 91 años, esta puede ser la primera y última vez que la monarca le hable al público de esta manera.

Manning, al Congreso

Bradley Manning oficiaba como analista de inteligencia militar cuando lo arrestaron, en 2010, por filtrar 700.000 documentos clasificados a WikiLeaks y dejar al descubierto detalles terribles sobre cómo Estados Unidos libraba sus guerras en el Medio Oriente. Poco después de recibir una sentencia de 35 años de cárcel, Manning se declaró transgénero, y desde entonces se la conoce como Chelsea Manning. En uno de sus últimos actos, el presidente Barack Obama le concedió el perdón que le permitió salir libre en mayo de 2017, y si bien no se sabía qué haría de su futuro, ya se conocen sus planes a corto plazo. Por medio de su cuenta de Twitter, aseguró que se lanzará al Congreso de Estados Unidos y le disputará las elecciones primarias demócratas a Ben Cardin, quien ha ocupado el cargo en dos periodos consecutivos. Manning nació en Oklahoma hace 30 años, pero competirá en el estado de Maryland, donde vive una tía suya y donde ya está inscrito para votar. Desde Twitter también pidió donaciones para su campaña.

Su lado de la historia

En 2014, Dylan Farrow escribió una columna en la que relató que su padre, Woody Allen, abusó sexualmente de ella cuando tenía 7 años. En 2016, su hermano Ronan escribió otra para denunciar la doble moral de los medios y de colegas que parecían ignorar el drama de su hermana y seguían trabajando con Allen como si nada. Ahora Dylan vuelve a asumir su vocería, pero esta vez en una entrevista televisada el jueves en la cadena CBS. Farrow habló de la violación y negó categóricamente que su madre le hubiera lavado el cerebro para que acusara a Allen. Sentenció “Digo la verdad” y elevó preguntas importantes como “¿Por qué no debería estar enfadada? ¿Por qué no debería sentir una especie de indignación por haber sido ignorada, apartada y por no haberme creído todos estos años?”. Cerca de la fecha de emisión, actrices como Rebecca Hall, quien tuvo su primer rol gracias a Allen, aseguró que no volvería a trabajar con él.