TERRORISMO
¿Qué pasó con Charlie Hebdo?
La noticia pasó desapercibida en casi todo el mundo: los responsables de la publicación satírica anunciaron que no saben cuándo circulará el próximo número.
Todo el planeta fue Charlie Hebdo, todo el mundo se olvidó de Charlie Hebdo. Así se puede resumir la trágica historia del semanario que desde el pasado 31 de enero paró rotativas indefinidamente.
La última edición, después del atentado terrorista del pasado 7 de enero, presentó a Mahoma en la portada con el cartel ‘Je Suis Charlie’ y la frase “Todo está perdonado”. Medios en Francia descartan que la decisión de suspender la publicación tenga que ver con nuevas amenazas.
El equipo de trabajo de la revista que sobrevivió al ataque publicó una carta dirigida a sus lectores donde explicaban que “no se sentían en condiciones de seguir trabajando por todo lo ocurrido”. Además agradecía por el “enorme apoyo” que recibieron en las últimas semanas. Apoyo que llegó de todas partes del mundo.
En la comunicación, que curiosamente pasó desapercibida en casi todo el mundo, fueron enfáticos en asegurar que el cese es temporal y que en los próximos meses volverían a los quioscos franceses. Valga recodar que la publicación tiene un costo de suscripción para ver sus contenidos por internet.
Apoyo mundial
Las muestras de solidaridad con la publicación no sólo fueron simbólicas. Medios, fundaciones y agrupaciones no gubernamentales enviaron considerables apoyos económicos al semanario. Por supuesto, las cifras concretas no han sido reveladas por la plantilla de trabajadores de Charlie Hebdo.
Estos cuantiosos recursos, en teoría, fueron destinados precisamente para que el periódico siguiera publicando sus caricaturas satíricas y sobre todo para enviarle un mensaje a los grupos extremistas sobre el valor que tiene para lo sociedad mundial el derecho de la libre expresión.
Por esto, resultó bastante controvertida la decisión de suspender indefinidamente la publicación. No son pocos los sectores en Francia que temen un posible cierre definitivo de Charlie Hebdo. En cualquier caso, no es sencillo continuar una labor de crítica después de un antecedente tan trágico como lo ocurrido en enero.
¿Indignación pasajera?
La masacre de Charlie Hebdo congregó al mundo como muy pocas veces había ocurrido en la historia moderna. Hasta los líderes mundiales más distanciados por cuestiones geopolíticas marcharon unidos para repudiar el ataque asociado al Estado Islámico, pero la indignación terminó por convertirse en olvido.
Varios sociólogos han asegurado que la tragedia de Charlie Hebdo terminó siendo un “episodio que se redujo a un hashtag en una red social y pare de contar”. Los recientes acontecimientos les dan la razón: el hecho de que el semanario haya cerrado, así sea temporalmente, casi en silencio demuestra una vez más que este mundo se convirtió en un sinfín de indignaciones gaseosas.