| Foto: EFE / MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDA

NACIÓN

Cuatro observaciones que el avión de Lamia pasó por alto

Una funcionaria de administración de aeropuertos realizó varias objeciones al plan de vuelo de la aerolinea, sin embargo el despachador -fallecido en el accidente- le insistió en que tenían la capacidad de realizar el viaje.

1 de diciembre de 2016

Se empiezan a atar los cabos sueltos de las causas que habrían provocado el siniestro del avión en el que se transportaba el equipo Chapecoense y 55 personas más.

Nadie escuchó, esa es una de las primeras conclusiones que sacaron este jueves los medios bolivianos sobre el dramático accidente. ¿La razón?, una hora antes de que el Lamia 2933 despegara rumbo a Medellín hubo una recomendación: cambiar el plan de vuelo.

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¿La razón? El que había presentado Álex Quispe (uno de los siete tripulantes muertos) a Celia Castedo Monasterio, funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), tenía al menos cuatro inconsistencias.

1. La autonomía de vuelo no era la adecuada

2. Faltaba un segundo plan alterno

3. El informe fue mal llenado

4. Era necesario hacer cambios

Así lo reveló este jueves el diario boliviano El Deber. Según informó, "la principal observación que hizo la funcionaria de Aasana tuvo que ver con el tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y el aeropuerto de Medellín, que era igual a la autonomía de combustible que tenía la aeronave".

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Eso quiere decir que contrario a los protocolos, en esta ocasión el tiempo estimado de ruta era igual al que se registró para la autonomia del vuelo de la nave: 4 horas 22 minutos. El Lamia 2933, al parecer, volaba con la cantidad justa de combustible para llegar a su destino.

Como ya había relatado el director de la Aerocivil, Alfredo Bocanegra, la aeronave debía contemplar una carga de combustible suficiente no solo para llegar al punto B (destino), también para sobrevolar la zona por 30 minutos y, además, si es el caso, trasladarse a otro aeropuerto.

 El Colombiano, por su parte, divulgó la conversación que sostuvo Celia Castedo con el despachador del vuelo, y que serviría de constancia de la negligencia que se habría presentado en este caso que dejó 71 víctimas mortales.

-Quispe: “Eso no más es, así me han dicho, y también el capi”.

-Castedo: “Eso no está bien, consulte bien y cambie el plan de vuelo”.

-Quispe: “Así no más, señora Celia, esos datos me han dado para el FLP (plan de vuelo)”.

-Castedo: “Pero es cabalito (expresión boliviana para indicar que es la medida exacta) el EET (Tiempo en Ruta) y la autonomía, ud. se ha equivocado y no lo quiere cambiar”.

-Quispe: “No, señora Celia, esa autonomía me han pasado, nos alcanza bien”.

-Castedo: “No, porque es igual al tiempo en ruta”.

- Quispe: “Sí, así no más lo presento, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe. Es así no más. Tranquila, eso está bien, ahí no más déjemelo”.

Hubo una negativa pero el despachador del vuelo en el que se transportaba el equipo Chapecoense no la atendió. Incluso, según informa el diario antioqueño, hasta el final la funcionaria insistió que si había algún ajuste se le informara. Sin embargo, minutos antes del despegue Quispe sólo fue a recoger la información del vuelo, sin notificar cambio alguno.

Ambos diarios se preguntan por qué pese a todas las inconsistencias anteriormente descritas, la aeronave aun así parte de Viru Viru rumbo a Medellín. Y es que ni el gerente de la empresa Lamia tiene una respuesta.

"Gustavo Vargas, volvió a insistir en que aún no entiende por qué el avión no se reabasteció de combustible en Bogotá, como estaba previsto en el plan de vuelo", agrega El Deber.

Hace unas horas Bolivia suspendió los permisos de operaciones de la aerolínea Lamia. "El gobierno instruyó a la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) la suspensión del certificado de operador aéreo (a la empresa Lamia) y una investigación" acerca de los permisos de la empresa, sus propietarios y sus capitales, explicó el ministro de Obras Públicas y Servicios, Milton Claros.

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Adicionalmente ordenó "el cambio del personal ejecutivo tanto de la DGAC como de AASANA (Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea), mientras duren las investigaciones". Lamia tenía permiso para operar en cielos bolivianos desde mediados de 2015, indefinidamente.