ESPAÑA
Cataluña mantiene la consulta soberanista
El gobierno español considera que la primera convocatoria de la consulta independentista es ilegal.
El presidente del gobierno autónomo de Cataluña, Artur Mas, afirmó hoy que mantiene la consulta soberanista del 9 de noviembre "con locales abiertos, urnas y papeletas", aunque se apoyará en otro marco jurídico basado en la legislación regional sobre "participación ciudadana".
La primera convocatoria de la consulta independentista es considerada ilegal por el gobierno español, cuya vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló este martes que analizará esa nueva iniciativa para decidir si impugnarla, aunque ya adelantó que se trata de una "nueva ocurrencia" de Mas.
El presidente del gobierno autónomo de Cataluña compareció hoy después de renunciar anoche a la consulta del 9N, tal y como estaba establecida en el decreto aprobado en septiembre para ese fin.
A finales de septiembre, Mas aprobó la convocatoria de la consulta soberanista para el 9N y la Ley de Consultas que le daba amparo legal, en la que los ciudadanos de Cataluña (7,5 millones de habitantes) iban a pronunciarse sobre la soberanía de esa comunidad autónoma y, eventualmente, su independencia.
Ambas medidas quedaron suspendidas pocos días después por el Tribunal Constitucional, que admitió a trámite los recursos presentados por el Gobierno de España.
Ello obligó al Ejecutivo catalán a anular la campaña institucional para la consulta.
Desde entonces, el gobierno catalán y los partidos independentistas y los partidarios de la consulta han tratado de buscar la fórmula que permita a los catalanes votar y eludir posibles recursos del Ejecutivo nacional.
"Mantengo la consulta", afirmó hoy Mas, quien aclaró que se mantendrá también la doble pregunta sobre la independencia planteada en la consulta inicial, lo que demuestra que su compromiso al respecto sigue "intacto y firme".
"Ese compromiso se mantendrá siempre y cuando tengamos muchas personas dispuestas a participar el 9 de noviembre", reiteró en un claro llamamiento a los catalanes para que acudan a las urnas.
Por ello, el presidente catalán anunció hoy que esta nueva consulta se basará en "marcos legales preexistentes" a la Ley de Consultas y que respetan una "competencia genérica" del gobierno autonómico de Cataluña, que es la "participación ciudadana".
Sin embargo, rehusó concretar aspectos sobre ese nuevo marco legal que le permitirá sacar las urnas en noviembre para "no dar pistas al adversario", en alusión al gobierno de España, al que calificó de "muy intransigente".
"El adversario es el Estado español. Ante un adversario así no tienes que dar pistas; no les haremos el trabajo fácil", señaló en referencia a un posible nuevo recurso del Gobierno central ante el Constitucional.
En nombre del Gabinete central, Sáenz de Santamaría aclaró que analizarán el nuevo planteamiento y subrayó: "Incumplir la ley y, por tanto, saltarse el marco de convivencia de todos los españoles lleva a Cataluña a una situación que no es sostenible".
El líder de la oposición española, Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista, pidió a Mas que cumpla con la legalidad y abandone la idea de seguir adelante con la consulta, aunque también reclamó al Gobierno central "voluntad de reformar la Constitución para garantizar la unión de España".
Por su parte, el diputado de ERC, formación independentista catalana y principal apoyo de Mas en este proceso, Alfred Bosch, culpó al "bloqueo" del Gobierno español de que tengan que buscar otras fórmulas para que el pueblo catalán pueda pronunciarse en las urnas y se mostró dispuesto a apoyar la nueva consulta propuesta por Mas.
Recalcó que ahora la pelota está en el tejado del Gobierno español que, al impedir "un referéndum a la escocesa", debe dar respuesta al "anhelo democrático" del pueblo de Cataluña, para lo que dejó la puerta abierta a unas elecciones a las que acudan con una única lista todos los partidos catalanes que apoyan la consulta.
La misma idea planteó también el presidente Mas, que consideró la consulta del 9N como el primer paso de un proceso de participación ciudadana, para el que se guarda como última posibilidad unas "elecciones plebiscitarias" que supondrán la "consulta definitiva".
Descartó realizar una declaración de independencia unilateral si no se da una votación popular con características de un referendo que avale dicha posición.
Según Mas, esas elecciones darán "plenas garantías" a la decisión sobre el futuro de Cataluña que los ciudadanos expresen en la consulta o proceso participativo del 9 de noviembre.