Mustafa Badr al-Din | Foto: AFP / HO / Hezbollah Media Office

MUNDO

Murió el máximo comandante de Hezbollah en Siria

Mustafa Badr al-Din, comandante del grupo libanés chiita, murió en un ataque cerca del aeropuerto de Damasco.

13 de mayo de 2016

El comandante militar del Hezbolá Mustafa Badr al-Din murió en un ataque cerca del aeropuerto de Damasco, anunció este viernes el movimiento chiita libanés que combate a los rebeldes en Siria junto al régimen de Bashar al Asad.

El poderoso movimiento armado chiita, enemigo jurado de Israel y considerado "organización terrorista" por Estados Unidos, no precisó ni el origen ni la fecha de este ataque, presentado como "una gran explosión".

Se trata del más importante responsable de Hezbolá abatido desde el asesinato en febrero de 2008 en Damasco de su predecesor, Imad Moughniyé. El movimiento libanés, aliado de Irán, acusó de este asesinato a Israel, que negó cualquier implicación.

"Las informaciones preliminares revelaron que una gran explosión alcanzó uno de nuestros puestos cerca del aeropuerto internacional de Damasco, matando al hermano comandante Mustafá Badreddine e hiriendo a otras personas", indicó el partido en un comunicado.

"Vamos a continuar la investigación para determinar la naturaleza y las causas de la explosión, y saber si se debió a un bombardeo aéreo, a un misil o a un disparo de artillería", precisó sin señalar a nadie.

El movimiento chiita armado libanés, que libró una guerra contra Israel en 2006, suele acusar a Israel del asesinato de sus responsables, pero en esta ocasión no se ha apuntado directamente contra el Estado hebreo.

Badreddine, de unos 55 años, estaba a cargo de la organización en Siria, donde la guerra entre las tropas del régimen, rebeldes y yihadistas causa estragos desde hace cinco años.

Era también uno de los cinco miembros del movimiento chiita acusados del asesinato de Rafic Hariri, ex primer ministro libanés abatido en un atentado en Beirut en 2005. Además, el Tesoro de Estados Unidos también le había impuesto sanciones.

‘Volvió como mártir‘

Unas horas antes, en un lacónico comunicado en el que anunciaba la muerte de Badreddine, el Hezbolá afirmó que el jefe militar "hace unos meses dijo: ‘no volveré de Siria si no es como mártir o portando la bandera de la victoria‘ (...) Y hoy volvió como mártir".

Al Asad encargó al embajador sirio en Beirut, Alí Abdelkarim, que presentara sus condolencias al Hezbolá.

Según el diario libanés Al Akhabar, cercano al movimiento chiita, el ataque se produjo el jueves por la noche.

Su funeral está previsto a las 5:30 p. m. en la periferia de Beirut, feudo de Hezbolá. Será enterrado junto a Moughniyé, de quien era yerno.

En declaraciones a la cadena de Hezbolá, Al Manar, el diputado del movimiento Nawwar Al Sahili destacó que no había que adelantarse a los resultados de la investigación y evitó acusar a nadie. "Es una guerra abierta y la resistencia responderá en el momento oportuno".

Pero Al Manar subrayó en un comentario que "los enemigos del gran mártir son conocidos, ya sean los sionistas [Israel], los estadounidenses o los takfiris", término utilizado para designar a los grupos yihadistas o islamistas radicales sunitas.

Badreddine había reemplazado en el cargo de comandante militar a Imad Moughniyé, buscado por la Interpol y Estados Unidos por una serie de atentados y secuestros.

‘Cerebro‘ del atentado contra Hariri

Según el experto en Hezbolá Waddah Charara, Badreddine fue responsable de la formación de milicias chiitas en Irak y fue el vínculo directo con Irán en el plano militar y el principal enlace entre Hezbolá y el caso Hariri.

El 21 de julio de 2015, el Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras a Mustafá Badreddine y a otras tres personas por el "apoyo activo [del partido] al régimen de Al Asad y las acciones terroristas del Hezbolá".

El Tesoro precisó que desde septiembre de 2011, Badreddine solía acompañar al jefe de Hezbolá, Hasan Nasrallah, en unas reuniones con el presidente Al Asad en Damasco sobre la "coordinación estratégica" al comienzo de la guerra civil siria, meses después de que el régimen reprimiera las revueltas pacíficas.

El Tribunal Especial para el Líbano (TEL), creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para juzgar el asesinato del dirigente Hariri, emitió órdenes de arresto contra Mustafá Badreddine, considerado "cerebro" de la planificación del atentado, y contra otros cuatro miembros de Hezbolá.

El movimiento, que rechazó cualquier responsabilidad en el atentado, rehusó entregar a los sospechosos.