ESTADOS UNIDOS

¿Causará Donald Trump más pobreza en Centroamérica?

Los países centroamericanos del Triángulo Norte se verían aún más afectados que México por las políticas de Donald Trump, ya que sus economías dependen más fuertemente de las remesas.

Alianza DW
5 de enero de 2017
Según Haugaard, "Trump ya ha dicho que lo va a revocar". Foto: AP | Foto: AP

Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., los medios han puesto sus ojos en México y en lo que podría significar una nueva política migratoria de EE.UU. para el país vecino. No obstante, son los países centroamericanos del llamado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) que se verían todavía más afectados por un cambio brusco en las políticas migratorias de EE.UU. Aunque México pone la mayor parte de los migrantes hispanos viviendo en EE.UU., en términos de efectos económicos que tienen en su país de origen, la situación se ve muy diferente.

Con alrededor de un dos por ciento del producto interno bruto (PIB), las remesas no tienen un mayor impacto en la economía mexicana. Todo lo contrario en el Triángulo Norte: según cifras del Banco Mundial, en Guatemala, las remesas constituyen un 10 por ciento de la economía, en El Salvador y Honduras llegan incluso hasta más del 15 por ciento del PIB. Por lo tanto, una deportación masiva de migrantes de EE.UU. tendría fuertes repercusiones económicas y sociales en estos países.

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"Se pueden ver seriamente afectados por las condiciones económicas que significa una pérdida de la contribución de remesas que hace la población migrante", dice Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar en Guatemala. Destaca que "las condiciones de pobreza no han empeorado más por la migración a EE.UU.", algo que podría cambiar en un futuro cercano.

Por el momento, todavía reina la incertidumbre. „No estamos seguros hasta dónde llegarán las políticas migratorias del nuevo Presidente Trump", dice Lisa Haugaard, directora de la ONG estadounidense Latin America Working Group, basada en Washington, D.C. Ya que los Republicanos en el Congreso estadounidense bloquearon una amplia reforma migratoria, el Presidente Obama definió su política migratoria a través de órdenes ejecutivas que no tienen que pasar por el parlamento. Son justamente estas órdenes que ahora pueden ser fácilmente revocadas por el nuevo Presidente – con graves consecuencias para los migrantes que viven en EE.UU.

Un ejemplo de una orden ejecutiva es la llamada Acción diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). Esta política beneficia a migrantes indocumentados que llegaron a EE.UU. de niños y que tienen un cierto grado de educación, dándoles una residencia temporal, acceso a becas universitarias y permisos de trabajo.

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Según Haugaard, "Trump ya ha dicho que lo va a revocar". Otra política que puede cambiar con el nuevo gobierno es el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Actualmente, muchos centroamericanos especialmente de El Salvador y Honduras gozan de este estatus, ya que llegaron a EE.UU. huyendo de diferentes desastres naturales en sus países. "El gobierno de Trump podría fácilmente revocar esta política, así afectando a millones de personas", dice Haugaard.

Muchas organizaciones de la sociedad civil que han criticado el aumento en los números de deportaciones bajo el gobierno de Obama, ahora tienen que repensar su postura. "El solo hecho de que las políticas de deportación de Obama eran malas no significa que la situación no se pudiera empeorar todavía.", opina Haugaard. Ante este panorama sombrío, parece que muchas personas están tratando de ingresar a EE.UU. antes de que asuma el nuevo Presidente. Aunque no se sabe a ciencia cierta, "es muy probable que los flujos migratorios estén en aumento", dice la experta Úrsula Roldán.