VIOLENCIA
Escenas de horror en universidad de Kenia
Hombres armados del grupo islamista radical somalí Shebab atacaron a los estudiantes cristianos, cerca de 147 jóvenes murieron en el ataque terrorista.
Una explosión y después, tiros por todas partes: los estudiantes de la Universidad de Garissa, en el este de Kenia, se despertaron el jueves en medio de una escena de horror, atacados por los islamistas somalíes shebab.
Eran alrededor de las 05: 30 a. m. cuando un comando shebab entró en la Universidad de Garissa, una ciudad keniana situada a unos 150 kilómetros de la frontera somalí.
El centro acoge a cerca de 800 estudiantes de todos los países; muchos duermen en el campus, apenas un kilómetro alejado del centro de la ciudad.
"Dormíamos cuando oímos una fuerte explosión, seguida de disparos; todo el mundo empezó a huir para ponerse a salvo", explica un estudiante, Japhet Mwala.
Sin embargo, "algunos no pudieron abandonar los edificios hacia los que se dirigían los asaltantes disparando", añade. "Yo he tenido suerte de salir con vida, porque salté la valla junto a otras personas".
Otra estudiante, Katherine, que prefiere no dar su apellido, dice que creyó que las explosiones se debían a "un problema eléctrico". Pero rápidamente se dio cuenta de que ella y sus compañeros se encontraban en medio de un ataque de insurgentes.
Garissa, al igual que otra ciudades fronterizas de Somalia, ha sido escenario de varios ataques de menos magnitud en los últimos años, siempre atribuidos a los shebab, pero al contrario que este último, jamás reivindicados por los islamistas somalíes. Hasta ahora, los precedentes ataques se habían dirigido contra bares, hoteles e iglesias.
Rumores de ataque
Tras darse cuenta de que se trataba de un ataque, "escapamos corriendo", continua Katherine. Con otros estudiantes, llegó a los campos que rodean el campus, donde se quedó escondida, a salvo de los disparos.
Rosalind Mugambi explica que también huyó en dirección al campo, encontrándose por el camino a otros estudiantes heridos.
"Vimos rastros de sangre, les habían disparado por detrás. Las balas nos seguían", recuerda.
El jueves, un portavoz de los shebab, Cheikh Ali Mohamud Rage, aseguró que el comando tenía por misión "matar a quieren estén contra" de este grupo afiliado a Al Qaeda.
A finales del 2011, Kenia empezó a enviar tropas para combatir a los shebab en el sur de Somalia. Los insurgentes somalíes no han dejado de amenazar con represalias y ya han pasado a la acción en varias ocasiones.
Entre los ataques más espectaculares, el llevado a cabo contra el centro comercial Westgate en la capital, Nairobi, en septiembre de 2013 (67 muertos) y una serie de ataques igualmente sangrientos en junio y julio de 2014 en el turístico archipiélago de Lamu (al menos 96 muertos).
El jueves, el comando separó a los estudiantes en función de su religión y dejó partir sanos y salvos a los musulmanes, quedándose al resto como rehenes, afirmó el portavoz. Por el momento no se conoce el número de personas retenidas.
Ciertos estudiantes explican que en el campus había carteles explicando el riesgo de ataque inminente. "Hubo rumores de ataque toda la semana, los servicios administrativos estaban informados", asegura uno de ellos, Nicholas Mutuku.
"Pero nadie se lo tomó en serio porque no es la primera vez que circulaban informaciones de ese tipo", razona.
Katherine, por su parte, también vio el día anterior los carteles, pero al ser 1 de abril (equivalente al Día de los Inocentes en España y América Latina), pensó "que se trataba de una broma".