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Francia prohíbe a los supermercados botar comida
El Parlamento galo aprobó una ley que le pone freno a una epidemia nacional de despilfarro de alimentos.
Desde julio del año próximo los supermercados no podrán destruir los productos alimentarios que no vendan. Por el contrario, tendrán que entregárselos a organizaciones caritativas.
Una nueva ley prohíbe explícitamente que los supermercados continúen con su costumbre de echar a perder los alimentos para que no puedan ser consumidos.
“No tiene presentación que se mezclen sustancias como blanqueadores con alimentos en buen estado en los contenedores de basura de los supermercados", dijo el diputado socialista Guillaume Garot, quien propuso la medida aprobada por unanimidad por la Asamblea Nacional.
A partir de julio de 2016, los que no cumplan con la nueva reglamentación se enfrentan a multas de hasta 75.000 euros, o a penas de dos años en prisión.
Según cálculos oficiales, cada francés bota al año entre 20 y 30 kilos de comida, lo que a escala nacional representa pérdidas anuales por 20.000 millones de euros.
La medida hace parte una iniciativa que busca reducir en un 50 por ciento el despilfarro de comestibles a 2015. Esta incluye además jornadas de concientización en las escuelas y en las empresas.
Roger Dumas, administrador delegado de la organización caritativa Resto du Coeur 44, expresó su satisfacción: "En la actualidad trabajamos con unos 20 supermercados en Loire-Atlantique".
"Lo que buscamos es recolectar al año unas 800 toneladas de comida en nuestra región. Pero hay distribuidores que se rehúsan a aportar. Tal vez con la nueva ley eso va a cambiar".
La Federación del Comercio y de la Distribución (FCD) criticó el plan, alegando que los supermercados solo son responsables de 5 por ciento del desperdicio de comida.
“Los supermercados ya son grandes donadores, pues más 4.500 tiendas ya han firmado acuerdos con organizaciones caritativas”, dijo el director de la FCD, Jacques Creyssel.