TERRORISMO
Líderes mundiales encabezaron la masiva marcha en París
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente palestino Mahmud Abás estaban entre los asistentes. La movilización fue conmovedora.
La manifestación de unidad contra el terrorismo el domingo en París, organizada como demostración de armonía luego de tres días de ataques que dejaron 17 muertos, es la más grande de la historia francesa, dijo el ministerio del Interior.
El acto "sin precedentes" fue tan concurrido que desbordó la ruta original de la marcha, lo que imposibilitaba el recuento, dijo el ministerio.
La prensa francesa calcula que participan unos 3 millones de personas, una cifra superior a la que salió a las calles cuando los Aliados liberaron a la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.
Con los brazos entrelazados, más de 40 líderes mundiales encabezaron la sombría procesión, dejando de lado sus diferencias en una manifestación que según el presidente francés Francois Hollande transformó a París en "la capital del mundo".
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente palestino Mahmud Abás estaban entre los asistentes, así como el presidente ucraniano Petro Poroshenko y el canciller ruso Serguei Lavrov.
Los mortíferos ataques a un semanario satírico, un mercado casher y la policía fueron un punto de inflexión para Francia que algunos compararon con el 11 de septiembre. En las próximas semanas y meses se pondrá a prueba el verdadero apego de los franceses —5 millones de los cuales son musulmanes— a sus libertades y a sus diversas comunidades.
"Todo nuestro país se elevará hacia algo mejor", dijo Hollande.
Las secuelas de los ataques seguían en carne viva, luego de difundirse un video de uno de los asesinos muertos en las incursiones policiales, en el cual juraba lealtad al grupo Estado Islámico y explicaba en detalle cómo serían los ataques. También se vinculó un tercer ataque con Amedy Coulibaly, quien murió el viernes casi al mismo tiempo que los hermanos autores de la masacre en el semanario satírico Charlie Hebdo.
Se preveían actos en Londres, Madrid y Nueva York —todas víctimas de ataques por extremistas vinculados con al-Qaida_, así como en El Cairo, Sydney, Estocolmo, Tokio y otras ciudades.
Niños y abuelos, judíos, cristianos y musulmanes, empleados y patronos se unieron en las calles y fueron parte de las multitudes en el este de París.
En la Plaza de la República aplausos ensordecedores saludaron a los líderes, en medio de estrictas medidas de seguridad y en un clima de unidad frente a la adversidad. Los líderes, junto con familiares de las víctimas y empleados del semanario Charlie Hebdo, blanco del ataque que dio lugar a tres días de terror, encabezaron la marcha. Muchos lloraban abiertamente.
La marcha recorrió el bulevar Voltaire, nombre de la figura de la Ilustración que simboliza el apego de Francia a la libertad de expresión. Un manifestante llevaba un cartel con la famosa frase: "Detesto lo que dices, pero defenderé a muerte tu derecho de decirlo".
Los tres días de terror comenzaron el miércoles cuando un par de hombres enmascarados irrumpieron en la redacción del semanario, matando a 12 personas. La filial de al-Qaida en Yemen dijo que había dirigido el ataque para vengar el honor del profeta Mahoma, objetivo habitual de la publicación satírica. El jueves, otro pistolero mató a una policía en las afueras del país y el viernes, coincidieron las acciones de todos los atacantes.
Con los hermanos que asaltaron Charlie Hebdo atrincherados en una imprenta cerca del aeropuerto Charles de Gaulle, el tercer pistolero inició una crisis de rehenes en el interior de un supermercado kosher. Todo terminó al anochecer del viernes con incursiones casi simultáneas en los dos puntos que terminaron con la muerte de los tres atacantes. Cuatro personas que estaban retenidas en la tienda fallecieron.
"Espero que cuando termine el día de hoy todo el mundo esté unido. Todo el mundo, musulmanes, judíos, cristianos, budistas", dijo Zakaria Mumni, quien estaba en la plaza de la Republica a primera hora del domingo. "En primer lugar somos seres humanos y nadie merece ser asesinado así. Nadie".
Este fue el ataque terrorista con más víctimas en Francia en décadas y el país sigue en alerta máxima mientras los investigadores determinan si los atacantes formaban parte de una red extremista más grande. Más de 2.000 policías protegerán la manifestación del domingo, además de las decenas de miles que ya custodian sinagogas, mezquitas, escuelas y otros lugares en toda Francia.
"Esto no es el final para nosotros, no es el final", dijo Christophe Crepin, portavoz del sindicato policial UNSA. "Creo que hemos pasado una página, un poco como antes y después del 11-S".
En una conferencia internacional en India, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo que el mundo se puso de parte del pueblo francés.
"Y estamos juntos no solo en la ira y en la indignación, sino en la solidaridad y el compromiso con la causa de enfrentar el extremismo y en la causa que tanto temen los extremistas y que siempre ha unido a nuestros países: la libertad", dijo Kerry.