Moisés Naím habla sobre El Comandante. | Foto: Daniel Reina

ENTREVISTA

“Hugo Chávez simboliza una oportunidad perdida de mejorar la situación en Venezuela”

Moisés Naím es el creador de El Comandante, la ambiciosa serie sobre el fallecido presidente. Habló con Semana.com sobre la producción, Nicolás Maduro y la crisis del otro lado de la frontera.

8 de diciembre de 2016

El reputado analista venezolano Moises Naím, muy crítico con el llamado ‘socialismo del siglo XXI’, es uno de los más agudos observadores tanto de las relaciones internacionales como de la situación en su país natal. El académico, escritor y columnista es también el creador de El Comandante, la serie sobre Hugo Chávez que no duda en calificar como “la más ambiciosa que se ha hecho en toda América Latina en idioma español”.

La producción, que cuenta con más de 600 actores y Andrés Parra en el papel protagónico del fallecido líder de la revolución bolivariana, se podrá ver en Colombia a partir de enero. Semana.com habló con Naím sobre Chávez, la serie y la actualidad política venezolana.

Semana.com: ¿Por qué hacer El Comandante? ¿Por qué dedicarle una serie a Hugo Chávez?

Moisés Naím: Porque es interesante y fue importante tanto para Venezuela como para América Latina, inclusive más allá. Es una historia fascinante que no deja a nadie indiferente, y que merece ser contada.

Semana.com: ¿Quedó contento con el resultado?

M.N.: Aunque todavía estamos en proceso creo que sí, he visto varios de los primeros capítulos y son sensacionales. Aún estamos editando y produciendo el resto, hay que recordar que son 60 episodios.

Semana.com: ¿La personificación del actor colombiano Andrés Parra lo deja satisfecho?

M.N.: Andrés Parra es sin duda uno de los mejores actores de estos tiempos en América Latina. Es extraordinaria la manera como él ha entendido a Chávez, los gestos, las entonaciones, su forma de moverse. Es realmente espeluznante el parecido.

Semana.com: ¿El Comandante podría ayudar a mitificar a Chávez?

M.N.: Creo que quienes lo apoyan y lo admiran lo seguirán haciendo, y quienes se oponen y lo critican seguirán siendo críticos. No creo que la serie cambie el punto de vista de nadie.

Semana.com: ¿Cuál es la característica definitoria de Hugo Chávez?

M.N.: Es un hombre que comenzó con nada y alcanzó a tenerlo todo. Que fue capaz de seducir a un país y a un continente. Que tuvo la oportunidad de transformar a su país y no la supo aprovechar. Hugo Chávez para mí simboliza una oportunidad perdida de mejorar la situación en Venezuela. Hay dos realidades que no pueden ser discutidas. Una el carisma y la popularidad que llegó a tener Hugo Chávez, fue claro que era un gran comunicador y un gran político. Eso es incuestionable. Y la otra es la realidad de hoy en Venezuela, que es el legado que él dejó. Lo que se está viviendo hoy en ese país es producto de las políticas de Hugo Chávez. Era un hombre audaz y un transgresor.

Semana.com: Usted en algún momento lo describió como una persona que destruyó la democracia a punta de elecciones, ¿en qué momento el régimen chavista perdió la fachada democrática? ¿hay algún punto de quiebre?

M.N.: Hubo varios, pero lo más importante es que él, con asesoría del gobierno cubano, fue un maestro en erosionar la democracia sin tocar la fachada. Fue muy eficaz en crear una escenografía democrática que en efecto tapaba lo que era una situación cada vez más autocrática. Los controles, la división del poder, los pesos y contrapesos de la democracia eran constantemente erosionados, socavados, ignorados y debilitados, mientras hacia el mundo se mantenía la escenografía de democracia y de un líder popular que estaba haciendo cambios para beneficiar al pueblo.

Semana.com: ¿Cuál es el contraste más grande entre el liderazgo carismático de Hugo Chávez y el momento actual de Nicolás Maduro?

M.N.: La escena definitoria de la diferencia entre los dos personajes es la del pajarito. Hay que recordar que Nicolás Maduro frente al mundo contó que el comandante Chávez se le apareció y se comunicó con él en forma de un pajarito. Creo que esa escena tan peculiar ejemplifica de una manera muy precisa la diferencia entre los dos.

Es obvio que Maduro no tiene el carisma, ni el talento, ni la conexión con el pueblo o el control de la situación que tenía Chávez.

Semana.com: Pasando al momento actual, el país parece estar desmoronándose, ¿le ve algún futuro al dialogo entre Gobierno y oposición?

M.N.: No mientras el Gobierno siga utilizando el diálogo como táctica dilatoria para impedir que haya el referendo revocatorio, que ellos mismos incluyeron en la Constitución. El Gobierno ha hecho todo tipo de trampas, trucos y tácticas para impedir eso. El diálogo tiene dos temas nada más: uno es la libertad de los presos políticos y el otro ponerle fecha fija al referendo revocatorio. Todo lo demás es distracción y evasión.

El diálogo también, lamentablemente, le ha dado la excusa a los demás presidentes y gobiernos de América Latina de no tener que intervenir en Venezuela. Mientras el país se desmorona, el resto de la región, que debería actuar en solidaridad con la tragedia humana, se puede dar el lujo de decir ‘no tenemos que meternos porque ya hay un diálogo andando’.

Semana.com: Venezuela cierra 2016 sin revocatorio y con presos como Leopoldo López todavía en la cárcel, ¿el gobierno de Nicolás Maduro se salió con la suya?

M.N.: Por ahora sí, con la ayuda de los expresidentes, del Vaticano, del expresidente de Colombia Ernesto Samper (secretario general de Unasur) y con la ayuda de los militares que reprimen a sus compatriotas en las calles de Venezuela.

Semana.com: En esta dilatada crisis venezolana, mal que bien siempre había habido un desahogo en las urnas, una válvula de escape, ahora esa opción está cerrada. ¿Es esta una escalada diferente en la crisis venezolana?

M.N.: Claro que sí, pero es muy importante notar que esas válvulas formaban parte de esa escenografía democrática, del maquillaje democrático. El Gobierno perdía las elecciones y al poco tiempo tomaba iniciativas completamente contrarias a lo que fue el voto de la gente. Pasó cuando quisieron cambiar la Constitución. El alcalde de Caracas, Antonio Ledesma, ganó las elecciones. Al poco tiempo le quitaron el presupuesto, le quitaron las atribuciones que históricamente había tenido la alcaldía y, como si fuera poco, lo metieron preso. Cuando la oposición obtuvo el control de la Asamblea Nacional, al poco tiempo el Gobierno simplemente la ignoró.

Semana.com: Hay muchos colombianos en Venezuela, como se vio en la reciente crisis fronteriza. Lo que pase del otro lado de la frontera se va a sentir con fuerza…

M.N.: Absolutamente, no solo por los colombianos en Venezuela sino por los venezolanos en Venezuela, que van a tratar de llegar a Colombia para refugiarse de la crisis. Desgraciadamente me preocupa muchísimo que la situación en el 2017 en Venezuela va a ser mucho más catastrófica que la que hay en el 2016. Allí inevitablemente va a haber un gran número de venezolanos que van a caminar, nadar, llegar de cualquier forma a Colombia simplemente para comer. Va a haber un episodio de tragedia humana y crisis humanitaria en el que miles de personas van a tratar de migrar.