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¿Qué pasa si se demora el cónclave?: así es el proceso para elegir al próximo papa
Esta semana se están finalizando los preparativos para iniciar el cónclave, en el que se nombrará al nuevo líder de la Iglesia católica.

La votación para elegir al próximo papa, tras la muerte de Francisco el pasado 21 de abril, empieza el miércoles 7 de mayo. En esta misteriosa tradición, los cardenales menores de 80 años —que son los únicos que pueden ejercer su voto— son puestos bajo llave en la capilla Sixtina, donde se llevarán a cabo unas votaciones diarias, cuatro máximo al día, hasta que los purpurados elijan al sucesor de San Pedro.
Este rito, conocido como cónclave, inicia después de la época de luto o Novendiales, que tienen una duración de nueve días en los que se realizan misas y oraciones en honor al difunto papa Francisco. Desde el Vaticano se están concretando los detalles para poder dar inicio con la esperada votación. El pasado viernes, funcionarios de la Santa Sede instalaron la chimenea en la que se anuncia, como humo negro, que aún no se ha nombrado al nuevo líder de la Iglesia católica, o con humo blanco, que ya se ha elegido al pontífice.

“El cónclave será breve”, declaró el cardenal Gregorio Rosa Chávez de El Salvador, al medio ABC News que, pese a que tiene 82 años y no participará en este cónclave, ha estado presente en las congregaciones previas en las que han empezado a sonar los nombres de los favoritos. “Creo que hay consenso. La visión es muy clara sobre el tipo de papa que necesitamos en la Iglesia y para el mundo”, aseguró. “Por eso creo que el cónclave será muy breve, de dos o tres días”.
Al religioso se le han unido otros que también consideran que esta elección será corta, como la que se llevó a cabo en la elección de los últimos dos pontífices: Benedicto XVI y Francisco. Esta semana, los 133 cardenales que votarán en el cónclave —106 elegidos por Francisco— ya se encuentran en la Ciudad del Vaticano. En los últimos días, han coordinado las congregaciones generales previas a la elección, que son reuniones en las cuales pueden pasar tiempo juntos para conocerse y discutir las expectativas que tienen del próximo líder.
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Para nombrar al papa, este debe contar con dos tercios de los votos de todos los purpurados. Para ejercer el voto, cada cardenal escribe el nombre de su candidato en un papel, para luego depositarlo en una urna. Para cuando todos hayan finalizado el primer paso, los cardenales escrutadores cuentan los votos. Si no se definió el ganador, las papeletas se queman en la chimenea de la capilla con sustancias químicas para darle al humo un color negro, avisando públicamente que el cónclave continúa.
En el momento que los votos alcancen la mayoría, se le pregunta al cardenal electo: “¿Aceptas tu elección canónica como sumo pontífice?”. En caso de que este acepte, el religioso debe elegir su nombre papal y es vestido con una sotana blanca. Finalmente, se queman las papeletas para que emanen un humo blanco, anunciando así que la iglesia tiene nuevo pontífice.