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Relación López Obrador-Trump: ¿choque de populistas o la hora de los redentores?

Ambos prometieron sacudir a las élites políticas y poner a su país primero. ¿Chocará el populismo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, con el del mandatario derechista de Estados Unidos, Donald Trump? ¿O será una oportunidad de redención para los países?

4 de julio de 2018
La relación que tenga el presidente electo mexicano con el mandatario estadounidense, definirá las políticas que se tomen en los temas más álgidos de las dos naciones. | Foto: SEMANA

El arrollador triunfo de López Obrador el domingo, con más del 53 por ciento de los votos escrutados, supone una ruptura con el sistema político de México y abre un signo de interrogación sobre el crucial vínculo con el vecino del norte, su principal socio comercial y hogar de 12 millones de mexicanos.

Tras meses de tumultuosos lazos bilaterales -con Trump insistiendo en levantar un muro fronterizo y manteniendo una posición dura en temas migratorios, comerciales y de seguridad, y AMLO, como todos llaman al político mexicano, prometiendo "poner (a Trump) en su lugar"-, ambos señalaron en las últimas horas su intención de desarrollar una buena relación.

Desde que se conocieron los resultados, los pronunciamientos del presidente electo sobre la crisis migratoria en la frontera con Estados Unidos no se hicieron esperar. El lunes a primera hora, López Obrador dio las primeras señales sobre el cómo sería su relación con el poco predecible Donald Trump.

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Quien fuera candidato de Morena, propuso un acuerdo al país vecino para reducir la migración. Este ha sido uno de los puntos de alta tensión con el gobierno estadounidense. Además, tuvo una conversación por teléfono de 30 minutos con su homólogo, de la que dijo había sido en buenos términos y "respetuosa". Los mandatarios evitaron la incomodidad de hablar sobre la polémica construcción del muro fronterizo. Lo que López agradeció.

En la misma conversación, López le propuso al inquilino de la Casa Blanca un acuerdo para impulsar proyectos de desarrollo que generen empleos en México y así reducir la migración hacia Estados Unidos. Sin duda, estos esfuerzos por iniciar una relación con pie derecho, garantizarán que ambos líderes tiendan puentes para construir el nuevo camino después de una de las campañas electorales más sangrientas de México, en las que al menos 145 políticos fueron asesinados desde septiembre.

El asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, dijo incluso que su jefe espera "ansioso" un encuentro con AMLO y que este podría ser muy productivo. "Tener a los dos líderes reunidos puede generar algunos resultados sorprendentes", dijo.

Sin embargo, lo que les queda por recorrer, todavía es un camino muy largo. Más allá de promisorias especulaciones, analistas consultados por AFP señalaron algunas variables a tener en cuenta:

Más Lula que Chávez

AMLO, de 64 años, llega a la presidencia en su tercer intento y con una agenda de "cambio radical", pero se espera que su gestión sea más moderada que su acalorada retórica electoral. "Gobernará más como Lula da Silva en Brasil que como Hugo Chávez en Venezuela", dijo el economista y politólogo Mark Rosenberg, de la consultora GeoQuant.

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Jason Marczak, director del Centro para América Latina del Atlantic Council, fue enfático: "AMLO no es Chávez".

"¿Buscará implementar reformas sociales de forma pragmática como lo hizo Lula? Sí, en ese sentido, creo que AMLO seguirá ese camino. Él, como Lula, también es visto por sus seguidores como un salvador. Pero el contexto económico en el que AMLO llega al poder es muy diferente del que Lula heredó", explicó.

Marczak insistió en que "AMLO no es la versión mexicana de Trump" y que ganó por el hartazgo de la gente con la corrupción, la impunidad y la violencia, y no por los arranques de ira del mandatario estadounidense hacia todo lo que venga del sur del Rio Grande.

"Washington puede y debe aprovechar este momento para recalibrar las relaciones con México, no solo para mantener, sino también para profundizar la cooperación que beneficia tanto a ambos países", dijo.

Alma gemela

Aunque con pasado distinto, AMLO, exalcalde de Ciudad de México, tiene mucho en común con Trump, el magnate inmobiliario de 72 años.

"Soy terco, es de dominio público", admitió Andrés Manuel López Obrador al arranque de su campaña electoral. Si hay algo que le reconocen sus allegados y rivales es su tenacidad, que este domingo lo convirtió en el primer candidato de izquierda en ganar la presidencia en la historia mexicana. "Con esta misma convicción actuaré como presidente de la república (...) rayando en la locuela de manera obcecada", señaló al ser ratificado como candidato de la coalición que encabeza su partido Morena.

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López Obrador, mejor conocido como AMLO, busca desmarcarse de la clase política que ha gobernado México en casi un siglo y se presentó como un adalid contra la corrupción en su tercer intento por alcanzar el sillón presidencial.

Como prueba, insiste en que será un gobernante austero: no usará el avión reservado a presidentes y planea convertir la famosa residencia presidencial en un centro cultural.

"Voy a obtener la mitad del sueldo de lo que recibe actualmente el presidente de la república", asegura.

Esa lucha contra la corrupción caló muy hondo entre los mexicanos, hartos de los excesos de las élites políticas -a las que López Obrador llama la "mafia del poder"- de los escándalos de la administración del sexenio de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

"Logró un proyecto que equilibra tres cosas: la guerra contra el narco, la guerra contra la corrupción y la guerra contra el proyecto neoliberal que ha sido muy dañino para México", detalló Taibo.

López Obrador llama a su movimiento "la cuarta transformación de México", y se compara con héroes de la historia nacional como Benito Juárez (1806-1876), figura clave en la construcción de la República en el siglo XIX. Su discurso de asumirse como el cambio, es similar al de Donald Trump, que se vendió como la casa nueva de los Estados Unidos prometiendo convertir a América en una nación grande de nuevo.

"Ambos son nacionalistas que se sienten redentores que deben combatir un establishment corrupto e ineficiente y poner la agenda de su país primero. Esto podría hacer que Trump vea en AMLO un alma gemela, y se genere un espacio de entendimiento, aunque la posibilidad de conflicto es alta", opinó Juan Carlos Hidalgo, del Instituto Cato.

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"Son populistas y los populistas necesitan enemigos para sobrevivir políticamente. Es probable que AMLO encuentre en Trump ese enemigo externo", apuntó. "Al mismo tiempo, AMLO parece entender que hay poco que ganar en una pelea con Estados Unidos", señaló por su parte Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano.

TLCAN y proteccionismo

"AMLO dijo que quiere mantener el TLCAN y la cooperación en asuntos de seguridad. El tema más sensible y volátil es el de la inmigración, que podría aumentar las tensiones", señaló.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente entre Estados Unidos, México y Canadá desde 1994, se renegocia desde agosto pasado a pedido de Trump, que lo considera perjudicial para los intereses de los estadounidenses.

Para Rosenberg, las motivaciones proteccionistas mutuas pueden volver más difíciles las conversaciones para renovar el TLCAN. Hidalgo coincidió: "Es probable que promesas de campaña de AMLO, como la búsqueda de autosuficiencia alimentaria, compliquen aún más la renegociación".

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"AMLO no dudará en presionar a Estados Unidos cuando sus demandas no se ajusten a sus intereses", dijo Marczak.

El regreso del avestruz

Para Washington, la restauración de la democracia en Venezuela es un tema prioritario en la región. México ha jugado un papel clave hasta ahora en ese sentido, liderando el Grupo de Lima, un bloque de países críticos con el gobierno de Nicolás Maduro. "Queda la gran duda sobre qué hará AMLO", dijo Hidalgo. "¿Volverá a la política tradicional mexicana del avestruz, de invocar el principio de no intervención en asuntos de otros países?"

"Sobre Venezuela, AMLO ha evitado cualquier tipo de declaración provocadora", dijo Victoria Gaytan, del grupo de expertos en política exterior Global Americans, recordando sin embargo que uno de los asesores de AMLO, Héctor Vasconcelos, "respaldó un enfoque no intervencionista".

Con información de AFP