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Venezuela: en tres días, tres magistrados elegidos por la oposición han sido detenidos

Nicolás Maduro empezó a cumplir con su amenaza de detener "uno a uno" a los magistrados que eligió la Asamblea Nacional. Aumenta la tensión a pocos días de la Constituyente.

25 de julio de 2017
| Foto: Asamblea Nacional de Venezuela

La cuenta regresiva comenzó. Venezuela entra en una semana crucial para la elección, el próximo domingo, de los integrantes de una polémica asamblea constituyente que pretende reformar la Constitución. La oposición la rechaza. Considera que el propósito es que el gobierno de Nicolás Maduro se perpetúe en el poder.

A medida que se acercan los días para las elecciones la tensión aumenta. Las palabras de Nicolás Maduro se empezaron a cumplir. Dos magistrados de una corte suprema paralela, designada por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, fueron detenidos este martes, con lo que suman tres los jueces bajo arresto.

El servicio de inteligencia "detiene a magistrados recién juramentados por la AN (Asamblea Nacional) Jesús Rojas Torres y Zuleima González" en el estado Anzoátegui (este), señaló la cámara en su cuenta de Twitter.

El sábado había sido capturado Ángel Zerpa, quien fue presentado ante un tribunal militar que el lunes ordenó su encarcelamiento, según la ONG de derechos humanos Foro Penal y el dirigente opositor Henrique Capriles.

La Fiscalía había interpuesto un recurso de amparo, pidiendo su liberación.

El 21 de julio, el Parlamento juramentó a 33 magistrados de un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) paralelo, alegando que los jueces de esa corte fueron designados ilegalmente por la anterior mayoría chavista y están al servicio del gobierno.

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La decisión se enmarca en la ofensiva emprendida por la coalición opositora, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), contra el presidente Nicolás Maduro y su convocatoria a una Asamblea Constituyente que será elegida este domingo.

El TSJ advirtió que el nombramiento de una nueva corte configuraba los delitos de "usurpación de funciones" y "traición a la patria", castigados con prisión.

Maduro afirmó el domingo que, "uno por uno", todos los jueces elegidos por el bloque opositor "van a ir presos" y "les van a congelar los bienes, las cuentas (...) y nadie los va a defender".

En el último intento por frenar la elección de los 545 miembros de la Asamblea Constituyente, la MUD convocó a una huelga de 48 horas para este miércoles y jueves,  y a una gran marcha en Caracas el viernes.

"Que le quede claro a Maduro y a la Fuerza Armada -sostén clave del gobierno- que no nos vamos a calar (aguantar), no vamos a permitir, que se imponga un fraude constituyente", sentenció Guevara.

Las principales centrales de trabajadores respaldaron el llamado. "Va más allá de reivindicaciones laborales (...). Es una huelga histórica que busca detener la tiranía", aseguró este domingo la dirigente sindical Marcela Máspero.

Si no se suspende la Constituyente, Guevara advirtió que habrá un "boicot cívico electoral" contra el proceso, "así nos lleven a todos nosotros presos".

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"Pase lo que pase, que toda Venezuela se levante y no se deje de levantar hasta que aquí vuelva la democracia. ¡Huelga general y calle sin retorno!", clamó el parlamentario.

Esas acciones escalan aún más las protestas contra Maduro, que dejan más de un centenar de muertos, miles de heridos y cientos de detenidos en cuatro meses.

"Medio palo al imperialismo"

Maduro enfrenta también una creciente presión internacional, con amenazas de sanciones económicas del presidente estadounidense, Donald Trump, y llamados de gobiernos de Latinoamérica y Europa para que desista de la Constituyente.

"La derecha imperial cree que puede dar órdenes en Venezuela y aquí el único que da órdenes es el pueblo", aseguró el mandatario en su programa dominical.

En entrevista con la cadena CNN, el presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, llamó a la comunidad internacional a presionar a Maduro "en esta semana crucial".

Maduro, cuyo mandato concluye en enero de 2019, acusa a sus adversarios de promover la violencia para darle un golpe de Estado con apoyo de Estados Unidos.

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"El 30 de julio, medio palo (una paliza) le vamos a meter a la oposición fascista y al imperialismo (...) y eso es lo que deben entender en Washington", expresó.

"Rectifiquen a tiempo"

La oposición rechazó participar en la Constituyente, argumentando que no fue convocada en referendo y que el sistema electoral es un "fraude" con el que Maduro se aferra al poder.

Acudir a la elección, sería legitimar un proceso que impondría el "comunismo" y hundiría aún más la ya devastada economía del país, según la MUD.

"Te digo Julio Borges y le digo a toda la MUD: rectifiquen a tiempo y vayamos a un acuerdo. La Constituyente es una realidad", señaló Maduro.

Borges abogó por "abrir una verdadera y sincera negociación" que lleve a elecciones generales, pero una vez abortada la Constituyente.

Según Maduro, existen negociaciones con la oposición, lo que negó Guevara.

"Esto nos está llevando a más pobreza, primitivismo y fractura. Hasta que las partes no entiendan que hay que negociar para convivir y rescatar equilibrios, el futuro es oscuro", aseguró el analista Luis Vicente León.

Se temen estallidos de violencia esta semana. Solo en un día, la huelga anterior dejó cinco muertos.

Para el lunes, la oposición citó a sus seguidores a concentrarse en centros electorales, lo que el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, tildó de llamados "irresponsables" que "rayan en apología al delito".

La Fuerza Armada, a la que Maduro ha dado enorme poder político y económico, resguardará la elección de la Constituyente, un suprapoder que regirá por tiempo indefinido.

Con información de AFP