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Avión de Chapecoense volaba con combustible al límite y con exceso de peso: Aerocivil

En su informe preliminar, la autoridad aeronáutica informó que el avión de Lamia no estaba certificado para operar y entregó un listado de la cadena de errores y negligencia que condujeron al fatídico accidente.

26 de diciembre de 2016

Las autoridades empezaron a atar los cabos sueltos sobre las causas que habrían provocado el siniestro del avión que transportaba al equipo Chapecoense y 55 personas más.

Este lunes, en una rueda de prensa, la Aeronáutica Civil confirmó las peores sospechas: el avión de Lamia no estaba certificado para operar ese vuelo y aun así fue autorizado para transportar al equipo brasilero que se accidentó el pasado mes de noviembre en Antioquia.

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Uno de los hallazgos más importantes que arroja el informe preliminar indica que el Lamia RJ85 viajaba con exceso de peso -cercano a 500 kilogramos-, para el tipo de vuelo que realizaba, pero que no fue "determinante" en el siniestro.

"Ellos eran conscientes de la limitación y de que el combustible no era el suficiente", dijo el director de la entidad, Alfredo Bocanegra, durante la rueda de prensa.

A esta cadena de errores se sumó uno que la semana del accidente se pronosticó. El Lamia 2933 volaba con la cantidad justa de combustible para llegar a su destino y aunque en el plan de vuelo se contemplaba entrar al aeropuerto El Dorado (Bogotá) para reabastecerse, eso nunca ocurrió.

Según el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Fredy Bonilla, las grabaciones de la cabina de mando muestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en Leticia o en Bogotá "porque se encontraba en el límite de combustible".

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"Hasta el momento tenemos evidencia de que ningún factor técnico influyó en el accidente, todo está involucrado en un factor humano y gerencial", indicó Bonilla.

En su reporte, Bonilla informó que el piloto se declaró "en emergencia seis minutos antes del accidente". Antes de que lo hiciera, la controladora le había preguntado "¿cuánto tiempo disponible tiene para sostenerse?" Esto, porque según los protocolos de vuelo, debía tener suficiente combustible para volar cerca de una hora y 45 minutos más.

"No se cumplió el plan de vuelo", agregó Bonilla, quien explicó que para la ruta entre Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Medellín la aeronave debía contar con una reserva de combustible para sostenerse en el aire al menos una hora y 40 minutos.

Cada detalle que condujo al fatídico accidente es más estremecedor que el anterior. Pese que a que la aeronave ya se encontraba con dos de sus motores apagados, no se reportó inmediatamente la falla. "Dos motores apagados y la tripulación no hizo ningún reporte de la situación” (cuando ocurrió).

De acuerdo con la investigación, la autoridad encargada de aprobar los planes de vuelo en Bolivia falló al aceptar unas condiciones de traslado "inaceptables" propuestas por Lamia. "La Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de la Navegación Aérea (AASANA) de Bolivia no dispuso ni suministró la información solicitada", denunció también la Aerocivil.