PROSTITUCIÓN

Medellín responde a la calificación de “mayor burdel del mundo”

A raíz de un reportaje en un medio británico, el alcalde Aníbal Gaviria rechaza la estigmatización de la ciudad.

19 de septiembre de 2014
Centro de Medellín. | Foto: Natalia Botero

Más de dos décadas han pasado desde la muerte de Pablo Escobar y el Cartel de Medellín. Durante todos esos años, la capital antioqueña ha logrado dejar de ser la ciudad más violenta del mundo para ser la más innovadora, según el galardón entregado por Citi y The Wall Street Journal.

Pero las cicatrices que dejaron esos carteles en los 80 y 90 y las heridas de los grupos armados ilegales actuales siguen vigentes. “Los narcos siempre tienen apetito de una mujer hermosa. El dinero nunca ha sido un obstáculo para ellos y en la ciudad (Medellín) que solía circular el dinero fácil, todo tiene un precio”, dice un artículo titulado “Vírgenes a la venta en Colombia en el ‘burdel más grande del mundo’”. El texto está acompañado de un video de casi 12 minutos que comienza con la imagen de Escobar y muestra atentados de esa época. 

Ambas piezas periodísticas fueron publicadas el 18 de septiembre en la cadena televisiva del Reino Unido Channel 4 y pretenden retratar cómo las menores de edad que todavía no han tenido relaciones sexuales son vendidas por los combos.

La reacción de la Alcaldía de la capital antioqueña no se hizo esperar. Un día después de publicado el texto, el alcalde Aníbal Gaviria rechazó de tajo el reportaje que, según él, sólo pretende exaltar lo negativo. 

“No minimizamos los problemas que enfrentamos, pero rechazamos los informes sesgados que siempre han pretendido estigmatizar a Medellín”, afirmó.

Una de las mayores controversias fue el título del artículo. Galdos se defiende diciendo que son palabras textuales de un hombre con el que habló en Medellín. Sin embargo, en su artículo la frase exacta no afirma que la ciudad sea el prostíbulo más grande del planeta. “Si usted pone un techo sobre Medellín, sería el mayor burdel del mundo”, explica la persona en el artículo del productor.

El secretario de Gobierno de Medellín, Wilson López, también rechazó los señalamientos y recalcó que el gobierno local trabaja para solucionar los problemas existentes. “No desconocemos los problemas (…) pero hablar de Medellín como el mayor burdel del mundo es un insulto a la sociedad antioqueña”, indicó López.

El funcionario agregó que enviarán al medio de comunicación información de Medellín para que conozca el esfuerzo de la ciudad para superar sus problemas y generar un contexto sobre la verdadera realidad de Medellín, “sin desconocer los problemas, pero sí entendiendo que hay cosas que han cambiado positivamente”.

El escritor del texto que incomodó en Medellín es Guillermo Galdos, un productor y camarógrafo que vive en Lima y ha cubierto temas de derechos humanos, corrupción policial y tráfico de personas, según explica la misma cadena. 

En el reportaje se afirma que bandas criminales controlan el negocio del sexo en Medellín y que las transacciones pueden involucrar jovencitas vírgenes por elevadas sumas de dinero.

Galdos cita a dos fuentes, una madre de una niña que supuestamente venderá su virginidad, y un pandillero, para afirmar que los barrios de Medellín están llenos de prostitutas.  

El periodista asegura que ha viajado “por cerca de 20 años a Medellín y durante ese tiempo he sido testigo de la mutación de la ciudad de una de las capitales de asesinatos del mundo a una de las de mayor auge en Colombia”.

La realidad de la explotación sexual, especialmente la infantil, de la que habla Galdos fue detallada hace unos meses por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito y la Alcaldía de Medellín. Ambos organismos publicaron un estudio en el que mostraban cómo los turistas extranjeros eran gran parte del público que pagaba por la prostitución y otros “servicios”, en el denominado narcoturismo (vea multimedia especial sobre el tema).

Entre enero y agosto del 2013 se reportaron 195 casos de niños y jóvenes explotados sexualmente, según el Centro de Atención Ciudadana de la Fiscalía. 

Las cifras podrían ser más altas. Para septiembre del 2013, estaban siendo explotadas sexualmente 261 menores de edad, sin contar las víctimas de sexo masculino, según la Secretaría de Inclusión Social y Familia.